El corazón y los vasos sanguíneos constituyen el sistema cardiovascular (circulatorio). El corazón bombea la sangre hacia los pulmones para que pueda recoger el oxígeno y luego bombea la sangre rica en oxígeno hacia el organismo. La sangre que circula a través de este sistema libera oxígeno y nutrientes a los tejidos del organismo y elimina los productos de desecho (como el dióxido de carbono) de dichos tejidos.
Los trastornos que afectan al corazón o a los vasos sanguíneos se denominan trastornos cardiovasculares. Los trastornos cardiovasculares se suelen dividir en
En ocasiones, son suficientes el análisis del historial médico y un examen físico para que el médico sospeche que la persona sufre un trastorno del corazón o de los vasos sanguíneos. Sin embargo, suelen requerirse pruebas complementarias específicas para confirmar el diagnóstico, determinar la gravedad y la extensión de la enfermedad y ayudar a planificar el tratamiento.
Las arritmias (alteraciones del ritmo cardíaco) son secuencias de latidos irregulares, demasiado rápidos, demasiado lentos o que circulan por el corazón por una vía eléctrica anómala.
La aorta, que mide alrededor de 2,5 cm de calibre o diámetro, es la arteria más grande del cuerpo. Recibe sangre con gran contenido en oxígeno procedente del ventrículo izquierdo del corazón y la distribuye a todo el organismo, excepto a los pulmones (que reciben la sangre del ventrículo derecho). Justo después de salir del corazón, se ramifica en arterias de menor calibre que transportan la sangre a la cabeza y a los brazos. A continuación, la aorta se arquea hacia abajo y se ramifica en una serie de arterias más pequeñas durante su trayecto desde el ventrículo izquierdo hasta la zona inferior del abdomen a la altura de la parte superior del hueso de la cadera (pelvis). En este punto, la aorta se divide y forma las dos arterias ilíacas, que son las que suministran sangre a las piernas.
La ateroesclerosis es un trastorno caracterizado por la aparición de placas de material graso (ateromas o placas ateroescleróticas) en las paredes de las arterias de mediano y de gran calibre, lo cual produce una disminución o una obstrucción del flujo sanguíneo.
El paro cardíaco se produce cuando el corazón deja de bombear sangre y oxígeno al encéfalo y a otros órganos y tejidos. A veces, una persona puede ser reanimada después de un paro cardíaco, sobre todo si el tratamiento se inicia de inmediato. Sin embargo, cuanto más tiempo transcurra sin que la sangre que contiene oxígeno sea bombeada al cerebro, menor es la probabilidad de que la persona pueda ser reanimada y, si lo es, mayor es la probabilidad de que sufra daño cerebral.
La arteriopatía coronaria (coronariopatía) es una enfermedad en la que el aporte de sangre al miocardio (músculo cardíaco) está bloqueado en parte o en su totalidad.
La insuficiencia cardíaca es un trastorno en el cual el corazón es incapaz de satisfacer las demandas del organismo, lo que conduce a una reducción del flujo sanguíneo, retroceso (congestión) de la sangre en las venas y los pulmones y/o otras alteraciones que pueden debilitar o endurecer todavía más el corazón.
Las válvulas del corazón regulan el flujo de la sangre que pasa por las cuatro cavidades del corazón: dos cavidades pequeñas y redondeadas, localizadas en la parte superior (aurículas o atrios), y dos cavidades más grandes en forma de cono, localizadas en la parte inferior (ventrículos). Cada ventrículo posee una válvula de entrada y otra de salida. Cada válvula consta de valvas (hojuelas o cúspides), que se abren y cierran como puertas batientes en un solo sentido.
La hipotensión es una presión arterial lo suficientemente baja como para producir síntomas como mareo y desmayos. Una presión arterial muy baja puede dañar los órganos, lo que se conoce como choque (shock).
El sistema linfático es una parte vital del sistema inmunológico. Incluye órganos como el timo, la médula ósea, el bazo, las amígdalas, el apéndice y las placas de Peyer del intestino delgado, que producen y procesan glóbulos blancos especializados que combaten las infecciones y el cáncer.
La arteriopatía periférica (enfermedad arterial periférica) produce una disminución del flujo sanguíneo en las arterias del tronco, de los brazos y de las piernas.
El corazón de atleta (corazón de deportista) se refiere a los cambios fisiológicos normales que sufre el corazón en las personas que hacen regularmente ejercicio aeróbico vigoroso (por ejemplo, carreras o ciclismo de alta intensidad) y también en quienes realizan un entrenamiento físico intenso con pesas (levantamiento de pesas).
Las venas llevan al corazón la sangre procedente de todos los órganos del cuerpo. Las arterias transportan la sangre con oxígeno y nutrientes desde el corazón hacia el resto del cuerpo. Las grandes venas transcurren paralelas a las grandes arterias y, por lo general, se llaman igual. Además, numerosas venas de pequeño calibre, sin nombre, forman redes irregulares y se conectan con las grandes venas.