Los trastornos de los riñones y de las vías urinarias pueden afectar a uno o a ambos riñones, a uno o a ambos uréteres, a la vejiga o la uretra, y en los varones a la próstata, a uno o ambos testículos o al epidídimo. Los problemas del sistema reproductor masculino se manifiestan a menudo en forma de erección persistente, dolor escrotal, hinchazón escrotal o sangre en el semen.