El enlace que ha seleccionado lo llevará a un sitio web de terceros. No controlamos ni tenemos ninguna responsabilidad por el contenido de ningún sitio de terceros.
El médico siempre debe examinar la boca de los pacientes y debe ser capaz de reconocer enfermedades bucales importantes, en especial las lesiones posiblemente cánceres orales. Sin embargo, la consulta con un odontólogo es necesaria para evaluar a los pacientes con cambios no malignos y problemas dentales. De igual manera, los pacientes con xerostomía o con hinchazón inexplicable o dolor en la boca, la cara o el cuello requieren una consulta odontológica.
Las caries son la degradación de una parte de los dientes. Los síntomas (dolor espontáneo y al tacto) aparecen tardíamente. El diagnóstico se basa en la inspección, la palpación de la superficie del esmalte con instrumentos metálicos y las radiografías odontológicas. El tratamiento implica la eliminación de la estructura afectada del diente y la remodelación con materiales diversos. El flúor, la completa higiene dental, los selladores, y la dieta apropiada evitan virtualmente todas las caries.
La extracción de los dientes se realiza utilizando instrumentos dentales manuales, para eliminar los dientes no viables y no rescatables. La anestesia adecuada es importante. Debe evitarse el alvéolo posprocedimiento.
El síndrome de la boca ardiente es una afección crónica de dolor intraoral, que suele afectar la lengua, en ausencia de una causa identificada. No hay signos físicos ni pruebas diagnósticas específicas, y el tratamiento es sintomático y a menudo difícil. El síndrome de boca ardiente secundario se refiere a síntomas similares causados por otro trastorno.
La periodontitis es una enfermedad oral inflamatoria crónica que destruye progresivamente el aparato de soporte dental. En general, se manifiesta con empeoramiento de una gingivitis, y luego, si no se trata, con aflojamiento y pérdida de dientes. Son raros otros síntomas, excepto en la infección por HIV o cuando se desarrolla un absceso, en cuyo caso el edema y el dolor son comunes. El diagnóstico se basa en la inspección, la evaluación periodontal y los rayos X. El tratamiento implica limpieza odontológica hasta por debajo de los tejidos gingivales (encías) y un programa vigoroso de higiene en el hogar. Los casos graves pueden requerir antibióticos y cirugía.
El término trastornos temporomandibulares es un nombre genérico para un grupo de trastornos musculoesqueléticos y neuromusculares que afectan la articulación temporomandibular (ATM), los músculos masticatorios y todas las estructuras asociadas. Los trastornos temporomandibulares a menudo se presentan con dolor en la mandíbula, la cara y el cuello y/o con disfunción de la articulación de la mandíbula (a menudo con disminución de la amplitud de movimiento) y con frecuencia se asocian con cefalea o dolor de oído. Se considera que las personas tienen un trastorno temporomandibular cuando el dolor o la disfunción es lo suficientemente grave como para hacer que busquen atención profesional.