Generalidades sobre la vacunación

PorMargot L. Savoy, MD, MPH, Lewis Katz School of Medicine at Temple University
Reviewed ByEva M. Vivian, PharmD, MS, PhD, University of Wisconsin School of Pharmacy
Revisado/Modificado Modificado jul 2025
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Vista para pacientes

La inmunidad puede lograrse

  • Activamente mediante el uso de antígenos (p. ej., vacunas, toxoides)

  • Pasivamente usando anticuerpos (p. ej., inmunoglobulinas, antitoxinas)

Un toxoide es una toxina bacteriana que ha sido modificada para eliminar su toxicidad pero que aún puede estimular la formación de anticuerpos.

Una vacuna es una suspensión de bacterias, virus o protozoos enteros (vivos o inactivados) o fraccionados que han perdido su capacidad patogénica.

La vacunación ha resultado extremadamente eficaz para prevenir enfermedades graves y para mejorar la salud en todo el mundo. Gracias a las vacunas, infecciones que antes eran muy comunes y/o letales (p. ej., la viruela, la poliomielitis, la difteria) ahora son raras o han sido eliminadas. Sin embargo, a excepción de la viruela, estas infecciones todavía ocurren en partes del mundo con servicios médicos insuficientes.

Aún no hay vacunas efectivas disponibles para muchas infecciones importantes, entre ellas las siguientes:

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso generalizado de las vacunas contra el paludismo RTS,S/AS01 (RTS,S) y R21/Matrix-M entre los niños que viven en áreas endémicas de paludismo con transmisión Plasmodium falciparum moderada a alta del paludismo (1).

Por el contenido de cada vacuna (incluidos los aditivos), consulte la información de prescripción. de la vacuna.

Vacunas

Las recomendaciones más recientes para la inmunización sistemática en los Estados Unidos están disponibles en los sitios web de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) Child and Adolescent Immunization Schedule by Age y Adult Immunization Schedule by Age y como free mobile app. Para obtener un resumen de los cambios en el calendario de vacunación para adultos de 2025, véase el Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP) Recommended Adult Immunization Schedule for Adults Aged 19 Years or Older, United States, 2025. (Véase también la tabla Vacunas).

A pesar de las guías clínicas y la carga y las consecuencias de las enfermedades prevenibles por vacunación, algunos adultos no reciben las vacunas recomendadas. En los Estados Unidos, la cobertura de vacunación entre los adultos sigue siendo baja para la mayoría de las vacunas. Además, la cobertura de todas las vacunas difiere según la raza y el origen étnico, con una cobertura generalmente menor entre los adultos de ascendencia afroamericana e hispana en comparación con los adultos de ascendencia caucásica (2).

Ciertas vacunas se recomiendan rutinariamente para todos los adultos a ciertas edades que previamente no hayan sido vacunados o que no tienen evidencia de infección previa. Otras vacunas (p. ej., antirrábica, bacilo de Calmette-Guérin, fiebre tifoidea, fiebre amarilla) no se administran en forma sistemática, pero se recomiendan para personas y en circunstancias específicas.

Tabla
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Referencias

  1. 1. World Health Organization (WHO). Malaria vaccine implementation programme. Accessed June 10, 2025.

  2. 2. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Vaccination Coverage among Adults in the United States, National Health Interview Survey, 2022.

Administración de vacunas

Las vacunas deben administrarse exactamente como se recomienda en la información de prescripción. El incumplimiento u otros factores pueden provocar cambios en el esquema de vacunación de cada paciente; para la mayoría de las vacunas, el intervalo entre una serie de dosis puede prolongarse sin perder eficacia (es decir, reduciendo las concentraciones de respuesta de anticuerpos) (1). Si una serie de vacunas (p. ej., para la hepatitis B o el virus del papiloma humano) se interrumpe, los médicos deben administrar la siguiente dosis recomendada en la próxima consulta del paciente, siempre que el intervalo recomendado entre las dosis haya pasado. No se debe reiniciar la serie (es decir, con la primera dosis).

Por lo general, las vacunas inyectables se administran en forma intramuscular en el muslo medio lateral (en lactantes o niños pequeños) o en el deltoides (en niños de edad escolar y adultos). Algunas vacunas se administran por vía subcutánea. Para detalles sobre la administración de la vacuna, véase CDC: Vaccine Administration, Administering Vaccines to Adults de Immunize.org, y CDC: Administer the Vaccine(s).

En los pacientes con linfedema de los miembros superiores (p. ej., pacientes con cáncer de mama), la mejor práctica es utilizar el otro brazo o una ubicación alternativa.

La lesión del hombro relacionada con la administración de la vacuna puede ser causada por la inyección no intencional de una vacuna en tejidos y estructuras debajo del músculo deltoides del hombro.

Los médicos deben tener un procedimiento establecido para verificar el estado de vacunación de sus pacientes en cada consulta, de forma tal que las vacunas se administren según las recomendaciones y se documenten (2). Se debe alentar a los pacientes (o sus cuidadores) a que lleven un registro (escrito o electrónico) de sus vacunas, y que compartan esta información con los profesionales de la salud y las instituciones, de forma tal de asegurarse que su vacunación esté actualizada (3, 4).

Perlas y errores

  • Para todas las vacunas administradas habitualmente, los profesionales deben administrar la siguiente dosis recomendada en la próxima consulta del paciente, siempre que el intervalo recomendado entre dosis haya pasado; no se debe reiniciar la serie (es decir, con la primera dosis).

Tabla
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Administración simultánea de diferentes vacunas

Con raras excepciones, la administración simultánea de vacunas es segura, eficaz y conveniente; y se recomienda especialmente cuando los niños podrían no estar disponibles para una vacunación futura o cuando un adulto requiere varias vacunas antes de un viaje internacional. Una excepción es la administración simultánea de vacuna neumocócica conjugada y vacuna meningocócica conjugada MenACWY-D a niños con asplenia funcional o anatómica; estas vacunas no deben administrarse en el mismo momento, sino que debe estar separadas por ≥ 4 semanas. Si está indicada la vacunación contra el serotipo meningocócico B y los serotipos A, C, W e Y (previamente disponibles solo por separado), se recomienda la vacuna combinada MenACWY y MenB (5).

La administración simultánea puede lograrse con vacunas combinadas (véase tabla Vacunas disponibles en los Estados Unidos) o con 1 vacuna de un solo antígeno. Puede administrarse más de 1 vacuna a la vez utilizando diferentes sitios de inyección y distintas jeringas.

Si 2 vacunas a virus vivos (p. ej., varicela y sarampión, parotiditis, rubéola [MMR]) no se aplican al mismo tiempo, deben transcurrir ≥ 4 semanas entre una y otra (1).

Se recomienda administrar simultáneamente muchas vacunas infantiles, especialmente durante el primer año de vida. En general, las vacunas están diseñadas para administrarse según calendarios que optimizan su eficacia. Aunque algunos pacientes puedan preocuparse por la exposición excesiva a antígenos, el sistema inmunológico está expuesto a muchos más antígenos en la vida diaria. (Véase también Uso de múltiples vacunas simultáneas.)

Referencias sobre administración de vacunas

  1. 1. National Center for Immunization and Respiratory Diseases. General recommendations on immunization --- recommendations of the Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP) [published correction appears in MMWR Recomm Rep. 2011 Jul 29;60:993]. MMWR Recomm Rep. 2011;60(2):1-64

  2. 2. Centers for Disease Control and Prevention. Chapter 3: Immunization Strategies for Healthcare Practices and Providers. CDC Pink Book. 2021. Accessed April 17, 2025.

  3. 3. National Vaccine Advisory Committee. Recommendations from the National Vaccine Advisory committee: standards for adult immunization practice. Public Health Rep. 2014;129(2):115-123. doi:10.1177/003335491412900203

  4. 4. Centers for Disease Control and Prevention. Adult Immunization Standards. 2024. Accessed February 19, 2025.

  5. 5. Collins JP, Crowe SJ, Ortega-Sanchez IR, et al. Use of the Pfizer Pentavalent Meningococcal Vaccine Among Persons Aged ≥10 Years: Recommendations of the Advisory Committee on Immunization Practices - United States, 2023. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. 2024;73(15):345-350. Published 2024 Apr 18. doi:10.15585/mmwr.mm7315a4

Restricciones, precauciones y grupos de alto riesgo

Las restricciones y precauciones son condiciones que aumentan el riesgo de una reacción adversa a una vacuna o que comprometen la capacidad de una vacuna para producir inmunidad. Estas condiciones suelen ser temporales, es decir, la vacuna se puede administrar más tarde. A veces la vacunación está indicada incluso cuando existe una precaución debido a que los efectos protectores de la vacuna superan el riesgo de una posible reacción adversa a la vacuna.

Las contraindicaciones son condiciones que incrementan el riesgo de una reacción adversa grave. Una vacuna no debe administrarse cuando hay presente una contraindicación.

Alergia

Para muchas vacunas, la única contraindicación es una reacción alérgica grave (p. ej., reacción anafiláctica) a la vacuna o a alguno de sus componentes.

La alergia al huevo es común en los Estados Unidos. Algunas vacunas producidas en sistemas de cultivos celulares, entre ellas la mayoría de las vacunas antigripales, contienen antígenos del huevo en cantidad de trazas. Las pautas de los CDC para la vacuna antigripal establecen que los pacientes con antecedentes de alergia al huevo deben recibir la vacuna antigripal. La alergia al huevo no requiere medidas de seguridad adicionales en la vacunación antigripal, más allá de las recomendadas para cualquier vacuna, independientemente de la gravedad de la reacción previa al huevo. Se puede usar cualquier vacuna antigripal que se recomiende según la edad y el estado de salud del receptor. Sin embargo, las reacciones alérgicas graves a la proteína del huevo son una contraindicación para la vacuna contra la fiebre amarilla (que se administra a viajeros que se dirigen a zonas endémicas).

Según los CDC (por las siglas en inglés de Centros para el Control y la Protección de Enfermedades), una reacción de hipersensibilidad localizada o retrasada al timerosal, un compuesto que contiene mercurio, no es una contraindicación para recibir una vacuna que lo contenga (consulte los CDC: Thimerosal and Vaccines [Timerosal y Vacunas]). El uso de timerosal en vacunas se ha reducido significativamente desde finales de la década de 1990, principalmente debido a la preocupación pública sobre la exposición al mercurio.

Síndrome de Guillain-Barré

Los pacientes que desarrollaron síndrome de Guillain-Barré dentro de las 6 semanas posteriores a una gripe o a la vacunación contra difteria-tétano-pertusis acelular (DTaP) pueden recibir la vacuna, si se cree que los beneficios de esta superan a los riesgos. Por ejemplo, para los pacientes que desarrollaron el síndrome después de una dosis de DTaP, los médicos pueden considerar una dosis de la vacuna si se produce un brote de tos ferina; sin embargo, estas decisiones deben tomarse en consulta con un especialista en enfermedades infecciosas.

Se han registrado muy pocos informes sobre síndrome de Guillain-Barré (SGB) después de la vacunación con ciertas vacunas contra la COVID-19, específicamente la vacuna Ad26.COV2.S (1). Sin embargo, la probabilidad de desarrollar SGB tras la vacunación parece ser baja en comparación con el riesgo de SGB asociado a la propia infección por COVID-19 (2). La vacuna Ad26.COV2.S ya no está disponible.

El Advisory Committee on Immunization Practices (Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización) ya no considera que los antecedentes de síndrome de Guillain-Barré contraindiquen el uso de la vacuna antimeningocóccica conjugada, aunque se lo siga mencionando como precaución en el prospecto (véase CDC: Meningococcal Vaccines Safety Information).

Fiebre u otra enfermedad aguda

La presencia de fiebre significativa (temperatura > 39° C) o enfermedad grave sin fiebre hace necesario retrasar la vacunación, pero las infecciones menores como un resfriado común (incluso con febrícula) no la impiden. Esta precaución evita la confusión entre las manifestaciones de la enfermedad subyacente y los posibles efectos adversos de la vacuna y evita la superposición de los efectos adversos de la vacuna sobre la enfermedad subyacente. La vacunación puede posponerse hasta que la enfermedad se resuelve, si es posible.

Embarazo

El embarazo es una contraindicación para la vacunación con la vacuna MMR, la vacuna antigripal intranasal (con virus vivos), la vacuna contra el virus de la varicela, la vacuna contra el chikungunya, la vacuna contra la fiebre amarilla y cualquier otra vacuna con virus vivos. En el caso de pacientes embarazadas, la administración de la vacuna MenB se retrasa hasta después del embarazo a menos que las pacientes corran un riesgo aumentado y los beneficios de la vacunación superen a los riesgos potenciales.

El Advisory Committee on Immunization Practices recomienda retrasar la vacunación con la vacuna contra el papillomavirus humano 9-valente y la vacuna recombinante contra el zóster hasta después del embarazo (véase Adult Immunization Schedule by Medical Condition and Other Indication).

Inmunodeficiencia

Los pacientes con inmunocompromiso, en general, no deben recibir vacunas microbianas vivas, las cuales podrían provocar infecciones graves e incluso mortales. Si esto es causado por una terapia inmunosupresora (p. ej., corticosteroides en altas dosis [≥ 20 mg de prednisona o equivalente durante ≥ 2 semanas], antimetabolitos [p. ej., terapia anticancerosa], inmunomoduladores, compuestos alquilantes, radiación), las vacunas a virus vivos deben evitarse hasta que el sistema inmunitario se recupere después del tratamiento (el intervalo varía según la terapia utilizada). Los pacientes que toman fármacos inmunosupresores para cualquiera de una amplia variedad de trastornos, incluidos trastornos dermatológicos, gastrointestinales, reumáticos y pulmonares, no deben recibir vacunas a virus vivos. En pacientes que reciben tratamiento inmunosupresor a largo plazo, los médicos deben discutir los riesgos y beneficios de la vacunación y/o revacunación con un especialista en enfermedades infecciosas.

Perlas y errores

  • Las vacunas a virus vivos no deben administrarse a pacientes inmunocomprometidos, incluidos los que reciben terapia inmunosupresora.

Los pacientes con infección por VIH generalmente deben recibir vacunas inactivadas (p. ej., difteria-tétanos-pertussis acelular [Tdap], poliomielitis [IPV], Haemophilus influenzae conjugada tipo b [Hib]), según las recomendaciones de rutina. A pesar de las precauciones generales frente a la administración de vacunas de virus vivos, los pacientes que tienen recuentos de CD4 ≥ 200/mcL (es decir, que no tienen inmunocompromiso grave) pueden recibir ciertas vacunas con virus vivos, entre ellas la vacuna contra sarampión-paperas-rubéola (MMR). Los pacientes con infección por VIH que no han sido inmunizados con la vacuna antineumocócica conjugada o cuyos antecedentes de vacunación se desconocen, deben recibir PCV15, PCV20 o PCV21; si se administra PCV15, se debe seguir la inmunización con PPSV23 ≥ 8 semanas después de la dosis de PCV15.

Asplenia

Los pacientes asplénicos presentan una predisposición a sufrir infecciones bacteriémicas graves, principalmente debidas microorganismos encapsulados como Streptococcus pneumoniae, Neisseria meningitidis, o H. influenzae de tipo b (Hib). Los adultos asplénicos deben recibir las siguientes vacunas (si es posible, antes de la esplenectomía):

  • Vacuna Hib conjugada: los pacientes reciben una dosis única y no se requiere refuerzo.

  • Vacuna meningocócica conjugada (MenACWY): los pacientes reciben 2 dosis con 8 semanas como mínimo de diferencia y un refuerzo cada 5 años.

  • Vacuna antimeningocócica B (MenB): los pacientes reciben una serie de 2 dosis de MenB-4C con ≥ 1 mes de diferencia o una serie de 3 dosis de MenB-FHbp a los 0, 1 a 2 y 6 meses (si la dosis 2 se administró al menos 6 meses después de la dosis 1, la dosis 3 no es necesaria; si la dosis 3 se administró < 4 meses después de la dosis 2, se debe administrar una cuarta dosis al menos 4 meses después de la dosis 3). MenB-4C y MenB-FHbp no son intercambiables (utilice el mismo producto para todas las dosis en la serie). Se administra 1 dosis de refuerzo de MenB un año después de la serie primaria y se vuelve a vacunar cada 2 o 3 años si el riesgo persiste.

  • Vacunas antineumocócicas conjugadas (PCV15, PCV20 y PCV21) y antineumocócicas con unidades de polisacáridos (PPSV23): los pacientes reciben una dosis de PCV20 o PCV21 o una dosis de PCV15 seguida de una dosis de PPSV23 con un año de diferencia si no han recibido previamente una vacuna antineumocócica conjugada o si sus antecedentes de vacunación son desconocidos. Se puede considerar un intervalo mínimo más corto de 8 semanas entre la PCV15 y la PPSV23 para adultos con una condición inmunocomprometedora (incluida asplenia congénita o adquirida), un implante coclear o una fuga de líquido cefalorraquídeo (LCR).

Pueden administrarse dosis adicionales basadas en el juicio clínico.

Trasplante

Antes de un trasplante de órganos sólidos, los pacientes deben recibir todas las vacunas adecuadas. Los pacientes que han recibido trasplantes de células madre hematopoyéticas alogénicas o autogénicas deben considerarse no inmunizados y deben recibir dosis de repetición de todas las vacunas apropiadas. El cuidado clínico posttrasplante de estos pacientes es complejo, y las decisiones de vacunación para ellos debe incluir la consulta con su hematólogo-oncólogo y un especialista en enfermedades infecciosas. Las vacunas con virus vivo generalmente están contraindicadas hasta 2 años después del trasplante (3).

Uso de hemoderivados

Las vacunas de microbios vivos no deben administrarse simultáneamente con transfusiones de sangre o plasma, o con inmunoglobulinas; estos productos pueden interferir con el desarrollo deseado de anticuerpos. Idealmente, las vacunas de microbios vivos deben administrarse 2 semanas antes o 6 a 12 semanas después que las inmunoglobulinas (4).

Las vacunas con microorganismos vivos incluyen las siguientes:

Referencias sobre restricciones, precauciones y grupos de alto riesgo

  1. 1. Abara WE, Gee J, Marquez P, et al. Reports of Guillain-Barré Syndrome After COVID-19 Vaccination in the United States [published correction appears in JAMA Netw Open. 2023 May 1;6(5):e2315740. doi: 10.1001/jamanetworkopen.2023.15740.]. JAMA Netw Open. 2023;6(2):e2253845. Published 2023 Feb 1. doi:10.1001/jamanetworkopen.2022.53845

  2. 2. Bishara H, Arbel A, Barnett-Griness O, et al. Association Between Guillain-Barré Syndrome and COVID-19 Infection and Vaccination: A Population-Based Nested Case-Control Study. Neurology. 2023;101(20):e2035-e2042. doi:10.1212/WNL.0000000000207900

  3. 3. Silva-Pinto A, Abreu I, Martins A, Bastos J, Araújo J, Pinto R. Vaccination After Haematopoietic Stem Cell Transplant: A Review of the Literature and Proposed Vaccination Protocol. Vaccines (Basel). 2024;12(12):1449. Published 2024 Dec 23. doi:10.3390/vaccines12121449

  4. 4. National Center for Immunization and Respiratory Diseases. General recommendations on immunization --- recommendations of the Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP) [published correction appears in MMWR Recomm Rep. 2011 Jul 29;60:993]. MMWR Recomm Rep. 2011;60(2):1-64

Vacunación, seguridad y vacilación

En los Estados Unidos, la seguridad de las vacunas está asegurada a través de dos sistemas de vigilancia: el Sistema de Notificación de Eventos Adversos de Vacunas del CDC y la FDA (Vaccine Adverse Event Reporting System) y el Vaccine Safety Datalink. Para obtener información adicional sobre la seguridad de las vacunas, véase Eficacia y seguridad de la vacuna.

Muchos padres siguen preocupados por la seguridad de las vacunas para la infancia y sus posibles efectos adversos (en particular el autismo). Estas preocupaciones han llevado a algunos progenitores a no permitir que sus hijos reciban algunas o todas las vacunas recomendadas (véase Duda ante la vacunación). Como resultado, son cada vez más comunes los brotes de enfermedades que se habían hecho poco frecuentes por la vacunación (p. ej., sarampión, tos ferina), entre niños no vacunados de Norteamérica y Europa.

Una de las principales preocupaciones de los padres es que las vacunas puedan aumentar el riesgo de trastorno del espectro autista. Algunas de las preocupaciones sobre el autismo y las vacunas infantiles se relacionaban con los componentes de la vacuna. Las razones citadas incluyen las siguientes:

Inmunización para viajeros

Para viajar a zonas donde algunas enfermedades infecciosas son endémicas puede requerirse una vacunación previa (véase tabla Vacunas para viajes internacionales). Los CDC pueden proporcionar esta información (ver Travelers' Health).

Más información

Los siguientes recursos en inglés pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable del contenido de estos recursos.

  1. Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Current immunization schedules

  2. Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP): Vaccine-Specific Recommendations

  3. CDC: Vaccine Administration

  4. CDC: Prevention and Control of Seasonal Influenza with Vaccines: Recommendations of the Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP)—United States, 2024-25

  5. Children's Hospital of Philadelphia: Vaccine Education Center

  6. European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC): Vaccine schedules in all countries in the EU/EEA

  7. Oxford Vaccine Group: Global vaccination schedules

  8. U.S. Food and Drug Administration (FDA): Vaccines Licensed for Use in the United States

  9. FDA: Thimerosal and Vaccines

  10. CDC and FDA: Vaccine Adverse Event Reporting System (VAERS)

  11. CDC: Vaccine Safety Datalink (VSD)

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