Espasmos infantiles

PorM. Cristina Victorio, MD, Akron Children's Hospital
Revisado/Modificado mar. 2023
Vista para pacientes

Los espasmos de la lactancia son convulsiones caracterizadas por flexión súbita de los brazos, flexión anterógrada del tronco, extensión de las piernas e hipsarritmia en la electroencefalografía (EEG). El tratamiento consiste en hormona adrenocorticotrópica, corticosteroides orales o vigabatrina.

Los espasmos infantiles duran unos pocos segundos y puede haber muchos episodios por día. Por lo general, se manifiestan en niños < 1 año. Las convulsiones pueden resolverse en forma espontánea alrededor de los 5 años, pero a menudo son reemplazadas por otros tipos de convulsiones.

Se desconoce la fisiopatología; sin embargo, los espasmos infantiles pueden reflejar interacciones anormales entre la corteza y el tronco encefálico.

Causas de espasmos infantiles

Por lo general, los espasmos infantiles se producen en niños con trastornos cerebrales graves y anomalías del desarrollo, que a menudo han sido ya reconocidos. Estos trastornos pueden incluir

El complejo de esclerosis tuberosa es una causa frecuente; el pronóstico a veces es mejor cuando las convulsiones son causadas por este trastorno que cuando las convulsiones tienen otras causas identificables.

A veces no se logra identificar la causa de los espasmos de la lactancia.

Síntomas y signos de espasmos infantiles

Los espasmos comienzan con una contracción tónica rápida y súbita del tronco y los miembros, a veces durante varios segundos. Los espasmos varían de movimientos afirmativos sutiles de la cabeza a contracción de todo el cuerpo. Consisten en flexión, extensión o, más a menudo, ambas (mixtos). Por lo general, los espasmos se producen en series, a menudo de varias docenas, en estrecha sucesión, y suelen aparecer después de que los niños se despiertan y, en ocasiones, al quedarse dormido. A veces, al principio, se confunden con sobresaltos.

Los retrasos del desarrollo (véase Desarrollo infantil) puede estar presentes antes de la aparición del espasmo durante la lactancia. En los lactantes con desarrollo normal, puede haber regresión del desarrollo (p. ej., los niños pueden dejar de sonreir o perder la capacidad de sentarse o girar).

La tasa de muerte prematura varía del 5 al 31% (1) y se relaciona con la etiología de los espasmos infantiles.

Referencia de los signos y los síntomas

  1. 1. Riikonen R: Long-term outcome of West syndrome: A study of adults with a history of infantile spasms. Epilepsia 37(4):367–372, 1996. doi: 10.1111/j.1528-1157.1996.tb00573.x

Diagnóstico de los espasmos infantiles

  • Electroencefalografía (EEG) con fases de vigilia y sueño

  • Neuroimagen, preferiblemente RM

  • Prueba para identificar la causa a menos que un trastorno neurológico significativo subyacente ya ha sido identificado

La historia previa (p. ej., encefalopatía hipóxico-isquémica neonatal) o los signos y síntomas sugieren el diagnóstico de los espasmos de la lactancia en algunos niños. Se realiza un examen físico y neurológico, pero a menudo no se detectan hallazgos patognomónicos, excepto en el complejo de esclerosis tuberosa.

Se realiza un ECG para confirmar el diagnóstico e investigar alteraciones específicas. Por lo general, el patrón interictal es hipsarritmia (ondas delta y theta polimorfas, de alto voltaje, caóticas, con descargas en espiga multifocales sobreagregadas). Existen múltiples variaciones (p. ej., hipsarritmia focal o asimétrica). El patrón ictal es generalmente una atenuación repentina, pronunciada y difusa de la actividad eléctrica.

Se llevan a cabo neuroimágenes, preferiblemente RM, si no se ha hecho recientemente.

Pruebas para determinar la causa

Si no está claro a partir de las neuroimágenes o los antecedentes, las pruebas para determinar la causa pueden abarcar

  • Pruebas de laboratorio (p. ej., hemograma completo con fórmula leucocítica, medición de glucosa sérica, electrolitos, nitrógeno ureico en sangre, creatinina, sodio, calcio, magnesio, fósforo, aminoácidos en suero y ácidos orgánicos en orina; pruebas de funcionalidad hepática) si se sospecha un trastorno metabólico

  • Estudios genéticos (se dispone de paneles genéticos para la epilepsia)

  • Análisis del líquido cefalorraquídeo para comprobar si hay trastornos metabólicos

Véase también Abordaje del paciente con un presunto trastorno hereditario del metabolismo.

Tratamiento de los espasmos infantiles

  • Hormona adrenocorticotrópica (ACTH) intramuscular

  • Corticoides orales

  • Vigabatrina (especialmente para el complejo esclerosis tuberosa)

Los espasmos infantiles no son sensibles a los anticonvulsivos típicos.

Las terapias tradicionales para los espasmos del lactante pueden ser cualquiera de las siguientes.

ACTH puede administrarse por vía IM todos los días en una dosis alta (150 unidades/m2) o baja (20 unidades/m2) de ACTH. El Pediatric Epilepsy Research Consortium (PERC) recomienda la dosis más alta durante 2 semanas, que a continuación se disminuye cada 3 días hasta completar los 29 días de tratamiento. Si se intenta el tratamiento con dosis bajas y no se han detenido los espasmos en 2 semanas, se usa la dosis más alta.

Se administran corticosteroides (p. ej., prednisona) durante 4-7 semanas. Un régimen recomendado por el PERC utiliza prednisolona por vía oral de la siguiente manera:

  • Días 1 a 14: 10 mg 4 veces al día

  • Días 15 a 19: 10 mg 3 veces al día

  • Días 20 a 24: 10 mg 2 veces al día

  • Días 25 a 29: 10 mg 1 vez al día

La vigabatrina es el fármaco de elección cuando los espasmos son causados por complejo de esclerosis tuberosa. También se utiliza a menudo en los niños con una lesión cerebral grave preexistente establecida o malformación y en los que no toleran o no responden al ACTH. La dosis de vigabatrina por vía oral es de 25 mg/kg 2 veces al día, y se incrementa de manera gradual hasta 75 mg/kg 2 veces al día si es necesario. No hay pruebas suficientes de que los otros anticonvulsivos o la dieta cetogénica sean eficaces.

En algunos pacientes con espasmos resistentes o con malformación cortical focal, la cirugía para la epilepsia puede eliminar las convulsiones.

Hay pruebas de que cuanto más rápidamente se inicia la terapia eficaz, mejor será el resultado del desarrollo neurológico, especialmente cuando no se identifica ninguna causa.

Referencia del tratamiento

  1. Knupp KG, Coryell J, Nickels KC, et al: Response to treatment in a prospective national infantile spasms cohort. Ann Neurol 79(3):475–484, 2016. doi: 10.1002/ana.24594

Conceptos clave

  • Los espasmos de la lactancia duran unos pocos segundos y pueden recurrir varias veces al día; se pueden resolver en forma espontánea alrededor de los 5 años, pero a menudo son reemplazados por otros tipos de convulsiones.

  • Por lo general, los espasmos infantiles se producen en niños con trastornos cerebrales graves y anomalías del desarrollo, que a menudo han sido ya reconocidos; el complejo de esclerosis tuberosa es una causa frecuente.

  • Hacer electroencefalografía para confirmar el diagnóstico, y otras pruebas (p. ej., RM cerebral y pruebas metabólicas y genéticas) para evaluar la causa del espasmo infantil.

  • Los espasmos infantiles pueden tratarse con hormona adrenocorticotrópica (ACTH), vigabatrina (el fármaco de elección para los espasmos causados por el complejo de esclerosis tuberosa) o corticosteroides orales.

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