Gastroenteritis por E. coli

PorJonathan Gotfried, MD, Lewis Katz School of Medicine at Temple University
Reviewed ByMinhhuyen Nguyen, MD, Fox Chase Cancer Center, Temple University
Revisado/Modificado Modificado may 2025
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Vista para pacientes

Varios subtipos diferentes de Escherichia coli causan diarrea. La epidemiología y las manifestaciones clínicas varían mucho según el subtipo. Cuando es necesario, el diagnóstico específico del microorganismo se puede hacer mediante pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) de las materias fecales. El tratamiento suele típicamente ser sintomático.

Normalmente, la E. coli habita en el tracto gastrointestinal; sin embargo, algunas cepas han adquirido genes que les permiten causar infecciones intestinales. Cuando se ingieren, las siguientes cepas pueden causar diarreas:

  • La forma enterohemorrágica de E. coli es el subtipo clínicamente más significativo en los Estados Unidos. Produce toxina Shiga, que causa diarrea sanguinolenta (colitis hemorrágica). Por lo tanto, este subtipo a veces se denomina E. coli productora de toxina Shiga (ECTS). E. coli O157:H7 es la cepa más común de este subtipo en los Estados Unidos. La carne de res molida cruda, la leche y el zumo no pasteurizados y el agua contaminada son posibles fuentes. La transmisión interpersonal es frecuente en el contexto de guarderías infantiles. Asimismo, se han comunicado brotes asociados con exposición a agua en contextos recreativos (p. ej., piscinas lagos, parques acuáticos). El síndrome urémico-hemolítico es una complicación grave que aparece en el 5 al 10% de los casos de ECTS (y 10 a 15% de los casos de O157:H7), con mayor frecuencia en niños y adultos mayores.

  • La forma enterotoxigénica de E. coli produce dos toxinas (una similar a la del cólera) que causan diarrea acuosa. Este subtipo es la causa más frecuente de diarrea del viajero en personas que visitan países con bajos y medianos ingresos.

  • La forma enteropatógena de E. coli causa diarrea acuosa. Alguna vez fue una causa frecuente de brotes de diarrea en salas de recién nacidos, pero ahora este subtipo es raro.

  • E. coli enteroinvasiva causa diarrea sanguinolenta o no sanguinolenta, sobre todo en países con bajos y medianos ingresos. Es infrecuente en los Estados Unidos.

  • La variedad enteroagregativa de E. coli causa diarrea de menor gravedaddad pero mayor duración que los otros subtipos. Al igual que algunos de los otros subtipos, es más común en los países con bajos y medianos ingresos y puede ser una causa de diarrea del viajero.

Otras cepas de E. coli son capaces de causar infección extraintestinal (véase Infecciones por Escherichia coli).

(Véase también Generalidades sobre la gastroenteritis).

Síntomas y signos de la gastroenteritis por E. coli

Los síntomas de la hemorragia por E. coli son cólicos abdominales graves que comienzan de repente, junto con diarrea acuosa, que puede convertirse en sanguinolenta en 24 horas. La diarrea suele durar entre 1 y 8 días.

La fiebre suele estar ausente o ser leve, pero en ocasiones puede superar los 39° C.

Los signos y los síntomas del síndrome urémico hemolítico pueden incluir fatiga, palidez, hipertensión, dolor abdominal y orina oscura.

Diagnóstico de gastroenteritis por E. coli

  • A veces, cultivo de heces

  • A veces, pruebas de heces dirigidas a la toxina Shiga

  • A veces, prueba de PCR en materia fecal

Los estudios en heces para detectar una causa bacteriana están indicados en pacientes con heces sanguinolentas o hemo-positivas, fiebre, diarrea moderada a grave o diarrea que dura más de 7 días, en pacientes de 70 años o mayores, o en aquellos con enfermedad inflamatoria intestinal o trastornos que producen inmunocompromiso, como la infección grave por VIH. Los estudios en materia fecal también están indicados para aquellos con alto riesgo de propagación de la enfermedad a otros (p. ej., atención sanitaria, guarderías o trabajadores de servicios de alimentos), y durante brotes conocidos o presuntos.

Un ensayo rápido de heces para toxina Shiga o, cuando esté disponible, una prueba del gen que codifica la toxina pueden ser útiles (1).

Cada uno de estos subtipos de E. coli se pueden detectar en las heces mediante PCR (polymerase chain reaction), por lo general utilizando un panel multiplex. En ocasiones, se detecta más de un organismo simultáneamente, cuya importancia clínica no está clara.

Referencia del diagnóstico

  1. 1. Freedman SB, van de Kar NCAJ, Tarr PI: Shiga Toxin-Producing Escherichia coli and the Hemolytic-Uremic Syndrome. N Engl J Med 389(15):1402-1414, 2023. doi:10.1056/NEJMra2108739

Tratamiento de la gastroenteritis por E. coli

  • Rehidratación oral o IV

  • A veces antibióticos

Las medidas sintomáticas, incluida la rehidratación con líquidos y electrolitos, es el pilar del tratamiento y es todo lo que se necesita en la mayoría de los adultos. Las soluciones orales de glucosa-electrolitos o caldo pueden impedir la deshidratación o tratar la que es leve. Los niños pueden deshidratarse con mayor rapidez y deben recibir una solución de rehidratación apropiada (hay varias en el mercado, véase Rehidratación oral). Deben administrarse líquidos isotónicos IV, como Ringer lactato y solución fisiológica en presencia de deshidratación grave, shock o alteración del estado mental y íleo o fracaso de la terapia de rehidratación oral (1). En la deshidratación grave, la rehidratación IV debe continuarse hasta que el pulso, la perfusión y el estado mental se normalicen.

No deben administrarse agentes antidiarreicos (antimotilidad) (p. ej., loperamida) a niños < 18 años con diarrea aguda (1). Los antidiarreicos suelen ser seguros para los pacientes adultos con diarrea acuosa (confirmado por el hallazgo de heces hemo-negativas). Sin embargo, los antidiarreicos pueden causar el deterioro de los pacientes con infección por E. coli O157:H7 (así como por Clostridioides difficile) y, por lo tanto, no deben administrarse a pacientes con uso reciente de antibióticos, diarrea sanguinolenta, heces con sangre oculta o diarrea con fiebre, hasta tener un diagnóstico específico.

En general no se recomiendan antibióticos empíricos para la sospecha de enteritis por E. coli antes de obtener los resultados del análisis de heces, porque los antibióticos aumentan el riesgo de síndrome hemolítico-urémico en pacientes infectados con E. coli O157:H7 (2). Los resultados del cultivo de heces son particularmente importantes en los niños, que tienen una mayor tasa de infección por E. coli O157: H7.

No se recomienda el uso de probióticos para la sospecha de gastroenteritis por E. coli (3, 4).

Referencias del tratamiento

  1. 1. Shane AL, Mody RK, Crump JA, et al: 2017 Infectious Diseases Society of America Clinical Practice Guidelines for the Diagnosis and Management of Infectious Diarrhea. Clin Infect Dis 65(12):e45-e80, 2017. doi:10.1093/cid/cix669

  2. 2. Freedman SB, van de Kar NCAJ, Tarr PI: Shiga Toxin-Producing Escherichia coli and the Hemolytic-Uremic Syndrome. N Engl J Med 389(15):1402-1414, 2023. doi:10.1056/NEJMra2108739

  3. 3. Riddle MS, DuPont HL, Connor BA: ACG Clinical Guideline: Diagnosis, Treatment, and Prevention of Acute Diarrheal Infections in Adults. Am J Gastroenterol 111(5):602-622, 2016. doi:10.1038/ajg.2016.126

  4. 4. Su GL, Ko CW, Bercik P, et al: AGA Clinical Practice Guidelines on the Role of Probiotics in the Management of Gastrointestinal Disorders. Gastroenterology 159(2):697-705, 2020. doi:10.1053/j.gastro.2020.05.059

Conceptos clave

  • Diferentes cepas de E. coli pueden causar diarrea por diversos mecanismos.

  • E. coli enterohemorrágica produce toxina Shiga, que causa colitis hemorrágica y a veces síndrome urémico hemolítico; E. coli O157: H7 es la cepa más común de este subtipo en los Estados Unidos.

  • La prueba de materia fecal no se solicita en forma sistemática, pero si se sospecha una cepa enterohemorrágica, se debe realizar un análisis rápido de la toxina Shiga o una prueba basada en genes.

  • Por lo general, no se necesitan antibióticos, que pueden aumentar el riesgo de síndrome urémico hemolítico cuando están involucradas cepas productoras de toxina Shiga.

  • Los antidiarreicos (antimotilidad) son seguros en los adultos con diarrea acuosa, pero deben evitarse en niños < 18 años y en cualquier paciente que consumió antibióticos en etapa reciente, con diarrea sanguinolenta, heces hemo-positivas o diarrea con fiebre.

Más información

Los siguientes recursos en inglés pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable del contenido de estos recursos.

  1. Infectious Diseases Society of America: Clinical practice guidelines for the diagnosis and management of infectious diarrhea (2017)

  2. American College of Gastroenterology: Clinical guideline: Diagnosis, treatment, and prevention of acute diarrheal infections in adults (2016)

  3. American Gastroenterological Association: Clinical practice guidelines on the role of probiotics in the management of gastrointestinal disorders (2020)

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