Fotosensibilidad

PorJulia Benedetti, MD, Harvard Medical School
Revisado/Modificado dic. 2021
Vista para pacientes

    La fotosensibilidad es una reacción cutánea excesiva a la luz solar. Puede estar relacionada con la fotoalergia o la fototoxicidad y puede ser idiopática o aparecer después de la exposición a ciertos fármacos o productos químicos tóxicos o alergénicos. Puede en ocasiones ser un signo de enfermedad sistémica (p. ej., lupus eritematoso sistémico, porfiria, pelagra, xerodermia pigmentaria). El diagnóstico es clínico. El tratamiento varía con los diferentes tipos.

    Además de los efectos agudos de la luz solar y los efectos crónicos de la luz solar, existen diversas reacciones poco frecuentes que ocurren después de una exposición a la luz solar. A menos que la causa sea obvia, los pacientes con fotosensibilidad pronunciada deben ser evaluados para descartar trastornos sistémicos o cutáneos asociados con sensibilidad a la luz, como lupus eritematoso sistémico, dermatomiositis, porfiria.

    (Véase también Generalidades sobre los efectos de la luz solar).

    Urticaria solar

    Algunos pacientes presentan urticaria en las zonas expuestas al sol en pocos minutos. Por lo general, las lesiones se resuelven dentro de las 24 horas. Cuando se afectan áreas extensas, pueden aparecer síncopes, mareos, sibilancias y otros síntomas sistémicos. La etiología no está clara, aunque pueden mencionarse algunas estructuras cutáneas endógenas que funcionan como fotoalérgenos y llevan a la desgranulación celular como en otros tipos de urticaria. La urticaria solar se diferencia de otros tipos de urticaria en que las ronchas de la urticaria solar aparecen sólo en la piel expuesta a la radiación ultravioleta (UV).

    Urticaria solar
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    Esta fotografia muestra la urticaria solar en una mujer que había estado usando una camiseta sin mangas. Estas ronchas aparecen pocos minutos después de la exposición al sol.
    © Springer Science+Business Media

    La urticaria solar puede clasificarse según el componente del espectro UV (UVA, UVB y luz visible) que causa las lesiones. Si es necesario, se puede estudiar al paciente mediante la exposición de parte de la piel a la luz natural o artificial en longitudes de onda particulares (fototest).

    El tratamiento de la urticaria solar puede ser difícil y puede incluir bloqueantes H1, corticosteroides tópicos y filtros solares. Si el tratamiento convencional falla, puede intentarse la desensibilización con UVB de banda estrecha o PUVA (psoraleno más ultravioleta A). El omalizumab (terapia anti-IgE) ha sido exitoso en un pequeño número de pacientes. El trastorno es crónico y puede ser intermitente durante varios años.

    Fotosensibilidad a sustancias químicas

    Se conocen más de 100 sustancias que, ingeridas o de aplicación tópica, predisponen a sufrir reaciones cutáneas después de una exposición solar. Un número limitado es responsable de la mayoría de las reacciones ( ver Algunas sustancias que provocan fotosensibilidad cutánea). Las reacciones se dividen en fototoxicidad y fotoalergia. El fototest puede ayudar a confirmar el diagnóstico. El tratamiento para la fotosensibilidad química son los corticoides tópicos y evitar la sustancia implicada.

    En la fototoxicidad, los compuestos que absorben la luz generan directamente radicales libres y mediadores inflamatorios que provocan lesiones tisulares que se manifiestan con dolor y eritema (como las quemaduras solares). Esta reacción no requiere una exposición previa al sol y puede aparecer en cualquier persona, aunque la gravedad de la reacción es muy variable. Las causas típicas de las reacciones fototóxicas incluyen agentes tópicos (p. ej., perfumes, alquitrán de hulla, plantas que contienen furocumarina [como limas, el apio y el perejil], 5-fluorouracil, los medicamentos utilizados para la terapia fotodinámica) o fármacos ingeridos (p. ej., tetraciclinas, tiazidas). Las reacciones fototóxicas no comprometen áreas cutáneas no expuestas al sol.

    La fotoalergia es una respuesta inmunitaria de tipo IV (mediada por células). La absorción de la luz provoca cambios estructurales en el fármco o en la sustancia, lo que permite que se una a las proteínas tisulares y se comporte como un hapteno, haciendo que el complejo sea alergénico. Se requiere una exposición previa al alergeno. La reacción suele ser eccematosa, con eritema, descamación, prurito, y en ocasiones, vesículas. Las causas típicas de reacciones de fotoalergia incluyen las lociones para después de afeitar, los protectores solares y las sulfamidas. La fotoalergia ocurre con menor frecuencia que la fototoxicidad y la reacción puede extenderse a zonas de la piel no expuestas al sol.

    Tabla

    Erupciones polimorfas reactivas a la luz:

    La erupción polimorfa lumínica es una reacción fotosensible común a los rayos UV y a veces a la luz visible. No parece estar asociada con enfermedades sistémicas o fármacos. Un antecedente familiar positivo en algunos pacientes sugiere un factor de riesgo genético.

    Las erupciones aparecen en zonas expuestas a los rayos del sol, normalmente 30 minutos a algunas horas después de la exposición; sin embargo, pueden aparecer varios días después. Las lesiones son pruriginosas, eritematosas y a menudo papulosas, pero pueden ser papulovesiculosas o en forma de placas. Suelen ser más frecuentes en las mujeres y en individuos que viven en climas nórdicos cuando se exponen por primera vez a la luz solar del verano o la primavera que en quienes están expuestos al sol durante todo el año. Las lesiones ceden en días a semanas.

    Erupciones polimorfas reactivas a la luz:
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    Esta fotografía muestra pápulas y placas eritematosas en la parte superior del tronco.
    Imagen cortesía de E. Laurie Tolman, MD.

    El diagnóstico de la erupción polimorfa por la luz se realiza mediante la anamnesis, los hallazgos cutáneos y la exclusión de otros trastornos relacionados con la sensibilidad al sol. A menudo, requiere la reproducción de las lesiones con fotoevaluación cuando el paciente no está recibiendo ningún farmaco potencialmente fotosensibilizante.

    Las lesiones suelen ser autolimitadas y mejoran espontáneamente a medida que se instala el verano. Las medidas preventivas incluyen el uso de un protector solar de amplio espectro y la moderación de la exposición solar. Los pacientes más afectados pueden beneficiarse con desensibilización a comienzos de la primavera mediante la exposición graduada a la luz UV A con dosis bajas de psoraleno (PUVA ver Fototerapia) o fototerapia UVB de banda estrecha (312 nm). Las erupciones leves a moderadas se tratan con corticosteroides tópicos. Los pacientes con enfermedad discapacitante pueden requerir un curso de tratamiento inmunosupresor con prednisona, azatioprina, ciclosporina o hidroxicloroquina.

    Cierta evidencia sugiere que los antioxidantes como el suplemento dietético Polypoium leucotomos, un extracto de helecho tropical natural, puede ayudar a prevenir la erupción polimorfa por la luz, pero se necesitan más estudios (1).

    Referencia general

    1. 1. Nestor MS, Berman B, Swenson N: Safety and efficacy of oral Polypodium leucotomos extract in healthy adult subjects. J Clin Aesthet Dermatol 8(2):19–23, 2015. PMID: 25741399

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