Conjuntivitis bacteriana aguda

PorZeba A. Syed, MD, Wills Eye Hospital
Revisado/Modificado abr. 2023
Vista para pacientes

La conjuntivitis bacteriana aguda puede ser producida por numerosas bacterias. Los síntomas son hiperemia, lagrimeo, irritación y secreción. El diagnóstico es clínico. El tratamiento es con antibióticos tópicos, apoyado por antibioticoterapia sistémica en los casos graves.

La mayoría de las conjuntivitis bacterianas son agudas; la conjuntivitis bacteriana crónica se debe a Chlamydia y rara vez a Moraxella. La conjuntivitis por clamidia incluye el tracoma y la conjuntivitis de inclusión del adulto o la conjuntivitis de inclusión neonatal.

(Véase también Generalidades sobre la conjuntivitis).

Etiología de la conjuntivitis bacteriana aguda

La conjuntivitis bacteriana suele ser causada por Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae, especies de Haemophilus, Moraxella catarrhalis o, menos frecuentemente, Chlamydia trachomatis. Neisseria gonorrhoeae produce conjuntivitis gonocócicas, que suelen ser el resultado del contacto sexual con una persona que tiene una infección genital.

La oftalmía neonatal (conjuntivitis neonatal) se debe a una infección gonocócica o por clamidia de la madre. La conjuntivitis neonatal aparece en el 20 al 40% de los recién nacidos cuyo parto se produce a través de un canal del parto infectado.

Signos y síntomas de la conjuntivitis bacteriana aguda

Los síntomas son normalmente unilaterales, pero a menudo se extienden al otro ojo en pocos días. La secreción típica es purulenta.

Las conjuntivas bulbar y tarsal están intensamente hiperémicas y edematosas. Es típica la ausencia de hemorragias subconjuntivales petequiales, quemosis, fotofobia y adenopatías preauriculares. A menudo, el edema palpebral es moderado.

En la conjuntivitis gonocócica del adulto, los síntomas aparecen en las 12 a 48 h de la exposición. Se produce edema palpebral grave, quemosis y una secreción purulenta abundante. Las complicaciones raras incluyen ulceración de la córnea, absceso, perforación, panoftalmitis y ceguera.

La oftalmía neonatal secundaria a infección gonocócica suele presentarse entre los 2 y los 5 días del parto. En la oftalmía neonatal por clamidias, los síntomas se inician tras 5 a 14 días. Se produce una conjuntivitis papilar intensa bilateral con edema palpebral, quemosis y secreción mucopurulenta.

Diagnóstico de la conjuntivitis bacteriana aguda

  • Evaluación clínica

  • A veces cultivo de frotis o raspados conjuntivales

El diagnóstico de la conjuntivitis y la diferenciación entre la conjuntivitis bacteriana, viral y no infecciosa (véase tabla Características diferenciadoras en la conjuntivitis aguda) suele ser clínico. Sin embargo, la diferenciación entre conjuntivitis bacteriana y viral a menudo es difícil sobre la base de criterios clínicos porque los síntomas muchas veces se superponen. Deben obtenerse frotis y cultivos bacterianos si los síntomas son acusados, en los pacientes inmunosuprimidos, si fracasa el tratamiento inicial y en ojos vulnerables (p. ej., tras un trasplante de córnea, en el exoftalmos por enfermedad de Graves). Los frotis y raspados conjuntivales deben examinarse al microscopio y teñirse con el método de Gram para identificar bacterias y con el método de Giemsa para identificar los cuerpos de inclusión citoplasmáticos basófilos de las células epiteliales característicos de la conjuntivitis por clamidia (véase ).

Tabla

Tratamiento de la conjuntivitis bacteriana aguda

  • Antibióticos (tópicos para todas las causas excepto gonocócica y por clamidias)

La conjuntivitis bacteriana es muy contagiosa y deben seguirse medidas de control estándar.

Los médicos evitan la transmisión de la infección si hacen lo siguiente:

  • Se deben usar desinfectantes para las manos o lavarse las manos correctamente (cubrir por completo las manos con espuma, frotarlas durante al menos 20 s, enjuagar bien y cerrar el grifo con una toalla de papel)

  • Desinfectar el equipo después de examinar a los pacientes

Los pacientes deben hacer lo siguiente:

  • Usar desinfectante para manos y/o lavarse bien las manos después de tocar sus ojos o secreciones nasales

  • Evitar el contacto con el ojo no infectado después de tocar el ojo infectado

  • Evitar compartir toallas o almohadas

  • Evitar nadar en piscinas

Si no se sospecha una infección por gonococos ni por clamidia, la mayoría de los médicos tratan empíricamente con colirios de moxifluoxacina al 0,5% 2-4 veces al día durante 7 a 10 días u otra fluoroquinolona o trimetoprim/polimixina B 2-4 veces al día. Una mala respuesta clínica después de 2 a 3 días indica que la causa es una bacteria resistente, un virus o una alergia. Se deben realizar los cultivos y los estudios de sensibilidad (cuando no se realizaron antes); los resultados determinan el tratamiento subsiguiente.

Debido a la resistencia antimicrobiana y porque los pacientes con gonorrea a menudo tienen infección genital por Chlamydia, la conjuntivitis gonocócica en adultos requiere terapia dual con una dosis única de ceftriaxona de 1 g IM más azitromicina en dosis de 1 g por vía oral (para tratar la posible coinfección por Chlamydia [tracoma]) o con doxiciclina en dosis de 100 mg por vía oral dos veces al día durante 7 días en caso de alergia a la azitromicina. Ya no se recomienda la fluoroquinolona porque la resistencia actualmente es amplia. Puede utilizarse pomada oftálmica de bacitracina 500 U/g o ungüento oftálmico de gentamicina al 0,3% instilado en el ojo afectado cada 2 h además del tratamiento sistémico. También deben recibir tratamiento los compañeros sexuales. Los pacientes deben ser evaluados para otras infecciones de transmisión sexual y las autoridades locales de salud pública (por lo menos en los Estados Unidos) necesitan ser notificadas.

La oftalmía neonatal se previene con el uso sistemático de colirio de nitrato de plata (no disponible en los Estados Unidos) o de eritromicina al nacer. Las infecciones que no responden requieren un tratamiento sistémico. En el caso de la infección gonocócica, se administra una sola dosis de ceftriaxona de 25 a 50 mg/kg IV o IM (sin exceder los 125 mg). La infección por clamidias se trata con 4 dosis diarias de 12,5 mg/kg de eritromicina por vía oral o IV 4 veces al día durante 14 días. También deben ser tratados los padres.

Conceptos clave

  • La conjuntivitis bacteriana aguda tiende a diferir de la conjuntivitis viral por la presencia de secreción purulenta y la ausencia de quemosis y de adenopatía preauricular.

  • Las formas de conjuntivitis bacteriana que necesitan ser tratadas de manera diferente incluyen la conjuntivitis neonatal, la conjuntivitis gonocócica, el tracoma y la conjuntivitis de inclusión (un tipo de conjuntivitis por clamidia).

  • El diagnóstico suele ser clínico.

  • El tratamiento incluye medidas para prevenir la propagación y antibióticos (tópicos, tales como una fluoroquinolona, para las distintas causas excepto la conjuntivitis gonocócica y por clamidias).

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