Hipercalcemia (concentración alta de calcio en la sangre)

PorJames L. Lewis III, MD, Brookwood Baptist Health and Saint Vincent’s Ascension Health, Birmingham
Revisado/Modificado sept 2023
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La hipercalcemia consiste en una concentración demasiado alta de calcio en la sangre.

  • Un alto nivel de calcio puede deberse a una afección en las glándulas paratiroideas, a la alimentación, al cáncer o a trastornos que afecten a los huesos.

  • Al principio, aparecen problemas digestivos, se siente sed y se orina mucho, pero si la hipercalcemia se agrava provoca confusión y, en última instancia, el coma. Si no se identifica ni se trata, puede ser mortal.

  • La hipercalcemia se suele detectar en un análisis de sangre rutinario.

  • Puede que sea suficiente con ingerir mucho líquido, pero los diuréticos pueden aumentar la eliminación de calcio y, si fuera necesario, se pueden utilizar ciertos medicamentos para reducir la liberación de calcio de los huesos.

(Véase también Introducción a los electrólitos y Introducción al papel del calcio en el organismo.)

El calcio es uno de los electrólitos del cuerpo, es decir, minerales que llevan una carga eléctrica cuando se encuentran disueltos en los líquidos corporales tales como la sangre (pero la mayoría de calcio del cuerpo no tiene carga eléctrica). El organismo controla con precisión la cantidad de calcio que circula en la sangre.

Causas de la hipercalcemia

Entre las causas de la hipercalcemia se incluyen las siguientes:

  • Hiperparatiroidismo: una o más de las cuatro glándulas paratiroideas segregan demasiada hormona paratiroidea, que participa en la regulación de la concentración sanguínea de calcio.

  • Demasiada ingesta de calcio: en algunos casos, la hipercalcemia aparece en presencia de úlcera péptica si, además, se toma mucha leche y antiácidos a base de calcio para aliviar la acidez del dolor ulceroso. Este trastorno se denomina síndrome de leche y alcalinos.

  • Demasiada ingesta de vitamina D: cuando se ingieren dosis diarias muy altas de vitamina D durante varios meses, la cantidad de calcio absorbido en el tubo digestivo aumenta en gran medida.

  • Cáncer: las células de los cánceres renales, pulmonares y ováricos pueden secretar grandes cantidades de una proteína que, al igual que la hormona paratiroidea, aumenta la concentración de calcio en la sangre. Estos efectos, llamados hipercalcemia humoral de malignidad, se consideran un síndrome paraneoplásico. También se libera calcio a la sangre cuando el cáncer se extiende (metastatiza) al hueso y destruye las células óseas. Esta destrucción ósea se produce con mayor frecuencia en los cánceres de próstata, mama y pulmón. El mieloma múltiple (un cáncer de la médula ósea) también ocasiona la destrucción del hueso y provoca hipercalcemia. Otros tipos de cáncer aumentan la concentración de calcio en la sangre mediante mecanismos que aún no se han entendido por completo.

  • Trastornos óseos: si se produce destrucción del hueso (resorción o reabsorción ósea), se libera calcio en la sangre, lo que, en ocasiones, provoca hipercalcemia. En la enfermedad de Paget también hay resorción ósea, pero la concentración sanguínea de calcio suele ser adecuada. Sin embargo, el nivel de calcio puede elevarse demasiado si, además de la enfermedad de Paget, se produce deshidratación o se pasa demasiado tiempo sentado o acostado, situaciones en las que los huesos no aguantan peso. El hipertiroidismo grave también puede causar hipercalcemia, debido al aumento de la resorción de tejido óseo.

  • Inactividad: en pocas ocasiones, cuando se está inmovilizado, como las personas con parálisis o las que deben guardar cama durante mucho tiempo, aparece hipercalcemia porque el calcio óseo se libera en la sangre si los huesos dejan de aguantar peso durante largo tiempo.

Los trastornos granulomatosos, como la sarcoidosis, la tuberculosis y la lepra, ciertos medicamentos, los trastornos endocrinos y algunos otros trastornos, también pueden causar hipercalcemia.

¿Sabías que...?

  • La inmovilidad aumenta el nivel de calcio porque los huesos se debilitan y liberan calcio en la sangre.

Hiperparatiroidismo

(Véase también Hiperparatiroidismo.)

Las glándulas paratiroideas liberan hormona paratiroidea, que

  • Aumenta la absorción de calcio del tracto digestivo

  • Provoca que los riñones eliminen menos calcio

  • Hace que los huesos liberen calcio

La hormona paratiroidea incita a los riñones a eliminar más fosfato, pero también provoca que los huesos liberen fosfato a la sangre. El equilibrio entre estos dos efectos determina que el nivel de fosfato permanezca normal o disminuya.

Si las glándulas paratiroideas segregan demasiada hormona paratiroidea, aparece hiperparatiroidismo. Cuando se padece esta afección, la concentración sanguínea de calcio es demasiado alta, pero la de fosfato es demasiado baja o normal.

Hiperparatiroidismo primario

Hiperparatiroidismo primario: la secreción excesiva de la hormona paratiroidea se debe a una anomalía. En cerca del 90% de los casos de hiperparatiroidismo primario, la anomalía es la presencia de un tumor benigno (adenoma) en una de las glándulas paratiroideas. En el 10% restante, las glándulas simplemente se hipertrofian y producen demasiada hormona. En contadas ocasiones, la causa del hiperparatiroidismo es un cáncer de las glándulas paratiroideas.

El hiperparatiroidismo primario es más frecuente en las mujeres que en los hombres. Es más fácil que aparezca en personas de edad avanzada o que hayan recibido radioterapia en el cuello. A veces, se engloba dentro del síndrome de neoplasia endocrina múltiple, un trastorno de carácter hereditario poco frecuente.

El tratamiento habitual consiste en la extirpación quirúrgica de una o más de las glándulas paratiroideas. El objetivo es extirpar todo el tejido paratiroideo que produce demasiada hormona. La cirugía es efectiva en casi el 90% de los casos.

Hiperparatiroidismo secundario

En el hiperparatiroidismo secundario, se libera un exceso de hormona paratiroidea en respuesta a una gran disminución de la concentración de calcio en la sangre, como puede ocurrir en la insuficiencia renal crónica y en la carencia de vitamina D.

El tratamiento depende de la causa.

Hiperparatiroidismo terciario

En el hiperparatiroidismo terciario se libera un exceso de hormona paratiroidea con independencia de la cantidad de calcio en la sangre. El hiperparatiroidismo terciario generalmente se presenta en personas que han sufrido desde hace mucho tiempo hiperparatiroidismo secundario.

El tratamiento depende de la causa.

Hipercalcemia hipocalciúrica familiar

El síndrome de hipercalcemia hipocalciúrica familiar es un trastorno hereditario debido a que las glándulas paratiroides subestiman la cantidad de calcio en la sangre y, en respuesta, por error secretan un exceso de hormona paratiroidea. La cirugía paratiroidea no es eficaz para este trastorno y, por regla general, no se requiere ningún otro tratamiento.

Síntomas de la hipercalcemia

La hipercalcemia suele producir pocos síntomas. Los primeros síntomas de la hipercalcemia suelen ser estreñimiento, náuseas, vómitos, dolor abdominal e inapetencia. La micción es inusualmente abundante, lo que da lugar a deshidratación y a sed excesiva.

Si la hipercalcemia se alarga en el tiempo o es grave, suele evolucionar a cálculos renales con gran contenido de calcio. En algunos casos, se produce insuficiencia renal, pero suele remitir con el tratamiento. Sin embargo, si se acumula cierta cantidad de calcio en los riñones, el daño es irreversible.

Cuando la hipercalcemia es muy grave, aparece disfunción cerebral acompañada de confusión, alteración psíquica, delirio, alucinaciones y coma; también puede haber debilidad muscular, junto con arritmias y muerte.

Diagnóstico de la hipercalcemia

  • Determinación del nivel de calcio en sangre

La hipercalcemia se suele detectar al realizar análisis de sangre rutinarios.

Una vez detectada la hipercalcemia, pueden ser necesario realizar pruebas adicionales para determinar la causa. Pueden hacerse análisis de sangre y de orina adicionales. También puede ser necesaria una radiografía de tórax para buscar la presencia de cáncer o de un trastorno pulmonar que pueda causar hipercalcemia. Se pueden realizar pruebas genéticas cuando los médicos buscan una causa hereditaria.

Tratamiento de la hipercalcemia

  • Administración de líquidos y medicamentos para aumentar la excreción de calcio

Cuando la hipercalcemia no es grave, el tratamiento se enfoca a corregir la causa. Si la hipercalcemia es leve o si existen factores de riesgo que pueden causarla aunque los riñones funcionen de forma adecuada, se aconseja ingerir mucho líquido. El líquido estimula a los riñones a que eliminen el calcio y ayuda a prevenir la deshidratación.

En ocasiones, se recomienda tomar suplementos minerales que contienen fosfato, el cual impide la absorción de calcio.

Si los niveles de calcio son muy elevados o si aparecen síntomas de disfunción cerebral o de debilidad muscular, se recetan líquidos y diuréticos por vena (vía intravenosa), siempre que los riñones funcionen con normalidad. La diálisis es un tratamiento fiable, seguro y muy eficaz, pero en general solo se utiliza cuando la hipercalcemia es grave y no puede tratarse con otros métodos.

Existen varios medicamentos para tratar la hipercalcemia, como los bisfosfonatos, la calcitonina, los corticoesteroides y, en contadas ocasiones, la plicamicina. El efecto de estos fármacos consiste principalmente en ralentizar la liberación de calcio de los huesos.

La hipercalcemia causada por el cáncer es especialmente difícil de tratar. A veces, resulta útil la administración de un fármaco llamado denosumab. Si el cáncer no se puede controlar, la hipercalcemia vuelve a aparecer aunque se aplique el mejor de los tratamientos.

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