Dolor en la articulación metatarsofalángica

PorKendrick Alan Whitney, DPM, Temple University School of Podiatric Medicine
Revisado/Modificado oct. 2021
Vista para pacientes

El dolor en la articulación metatarsofalángica se debe a cambios tisulares debidos a una biomecánica aberrante del pie. Los signos y síntomas incluyen dolor al caminar y dolor a la presión. El diagnóstico es clínico; sin embargo, deben realizarse estudios para excluir infecciones o enfermedades reumáticas sistémicas (p. ej., la artritis reumatoide o la artritis psoriásica). El tratamiento incluye ortesis, a veces inyección local, y en ocasiones cirugía.

(Véase también Generalidades sobre las enfermedades del pie y el tobillo).

El dolor en las articulaciones metatarsofalángicas es una causa frecuente de metatarsalgia. El dolor en la articulación metatarsofalángica se debe por lo general a una desalineación de las superficies articulares con alteración de la biomecánica del pie, que produce subluxaciones articulares, desgarros de la placa flexora, pinzamientos capsulares y destrucción del cartílago articular (artrosis). La desalineación de las articulaciones puede producir un pinzamiento sinovial que puede causar calor e hinchazón local mínima (sinovitis osteoartrítica).

La segunda articulación metatarsofalángica es la más afectada. Por lo general, una función inadecuada del primer rayo (primer cuneiforme y primer metatarsiano) se debe a una pronación excesiva (los pies hacia el interior y la parte posterior del pie hacia afuera o en eversión), que a menudo produce capsulitis y dedo en martillo. La hiperactividad de los músculos de la cara anterior de la tibia en pacientes con pie cavo (arco alto) y tobillo equino (tendón calcáneo acortado que restringe la flexión dorsal del tobillo) tiende a causar subluxaciones de las articulaciones dorsales con retracción de los dedos (garras) y aumento de la presión retrógrada y dolor debajo de la cabeza metatarsiana.

Pueden producirse también subluxaciones en la articulación metatarsofalángica como consecuencia de una artropatía inflamatoria crónica, en particular, artritis reumatoide. El dolor en las articulaciones metatarsofalángicas con la carga de peso y una sensación de rigidez en la mañana pueden ser los primeros signos significativos de la artritis reumatoide temprana. La sinovitis inflamatoria y la atrofia muscular interósea en la artritis reumatoide también provoca subluxaciones de las articulaciones metatarsofalángicas menores, lo que resulta en deformidades de los dedos en martillo. En consecuencia, la almohadilla grasa del metatarso, que normalmente amortigua los golpes entre los metatarsianos y los nervios interdigitales durante la marcha, se mueve en sentido distal bajo los dedos de los pies; puede ocurrir neuralgia interdigital o neuroma de Morton. Para compensar la pérdida de la amortiguación, pueden aparecer callos y bolsas de adventicia. La coexistencia de nódulos reumatoides debajo o cerca de las cabezas de los metatarsianos en flexión plantar puede aumentar el dolor.

Un dolor en la articulación metatarsofalángica también puede deberse a una limitación funcional del dedo gordo, que limita el movimiento pasivo y activo en la primera articulación metatarsofalángica. El paciente presenta alteraciones de la pronación del pie que produce una elevación del primer rayo y baja el arco longitudinal medio en la posición de pie. Como consecuencia de la elevación del primer rayo, la falange proximal del dedo gordo no puede extenderse libremente sobre la cabeza del primer metatarsiano; esto produce una desalineación en la articulación dorsal que lleva a cambios artrósicos y pérdida del movimiento articular. Con el tiempo, puede aparecer dolor. Otra causa de dolor en la primera articulación metatarsofalángica debido a una limitación del movimiento es un trauma directo con estenosis del flexor corto del dedo gordo, por lo general dentro del túnel tarsiano. Si el dolor es crónico, la articulación pierde movilidad y aparece artrosis (hallux rigidus), que puede ser debilitante.

Una artritis aguda puede ser secundaria a artritis sistémicas como gota, y artritis reumatoideespondiloartropatía.

Huesos del pie

Signos y síntomas

Los síntomas de dolor en las articulaciones metatarsofalángicas incluyen dolor al caminar. Con frecuencia, hay dolor a la palpación en la articulación dorsal y plantar y durante la amplitud de movimiento pasiva. En sinovitis osteoartrítica, hay hinchazón leve con calor mínimo. En caso de calor, hinchazón y enrojecimiento intensos, esto sugiere una artropatía inflamatoria o infección.

Diagnóstico

  • Principalmente, evaluación clínica

  • Exclusión de infección o artropatía si hay signos de inflamación

El dolor en la articulación metatarsofalángica puede diferenciarse de una neuralgia o un neuroma de los nervios interdigitales por la falta de quemazón, entumecimiento y hormigueo y dolor en el espacio interdigital, aunque estos síntomas pueden deberse a una inflamación articular; en ese caso, la palpación puede ayudar a diferenciarlo.

El calor, enrojecimiento y hinchazón monoarticular indican infección hasta que se demuestre lo contrario, si bien es probable que se trate de gota. Si el calor, el eritema y el edema afectan múltiples articulaciones, debe evaluarse una causa sistémica de inflamación articular (p. ej., gota, artritis reumatoide, artritis psoriásica, artritis viral, artritis enteropática) con estudios de enfermedades reumáticas (p. ej., anticuerpos anti péptido citrulinado cítrico [anti-CCP], factor reumatoide, velocidad de sedimentación globular).

Tratamiento

  • Ortesis

Las ortesis del pie con almohadillas metatarsianas ayudan a redistribuir y aliviar la presión de las articulaciones no inflamadas. En una eversión subastragalina excesiva o cuando los pies están muy arqueados, debe prescribirse una ortesis que corrija estas anormalidades. Los zapatos con suela curva en forma de balancín también pueden ayudar. En una limitación funcional del dedo gordo, las modificaciones de la ortesis pueden ayudar a la flexión plantar del primer rayo para mejorar el movimiento de la articulación metatarsofalángica y reducir el dolor. Si la elevación del primer rayo no puede ser reducida por estos medios, puede ser útil una almohadilla de elevación del primer rayo extendida. En caso de una limitación más grave del movimiento de la primera articulación metatarsofalángica o de dolor, puede ser necesario el uso de ortesis rígidas, placas de fibra de carbón o barras de calzado externas o suelas en mecedora para reducir el movimiento en la articulación.

Puede ser necesaria una cirugía si los tratamientos conservadores son ineficaces. En caso de inflamación (sinovitis), la inyección local de una combinación de corticoide y anestésico puede ser útil (véase Consideraciones para el uso de corticoides inyectables).

Conceptos clave

  • El dolor en las articulaciones metatarsofalángicas a menudo se debe a una desalineación de las superficies articulares, provocando una compresion sinovial con mínimos síntomas de calor e hinchazón, pero puede ser la manifestación inicial de artritis reumatoide.

  • Los pacientes tienen dolor articular dorsal y plantar con signos mínimos de inflamación aguda.

  • El diagnóstico de dolor en la articulación metatarsofalángica se basa en la ausencia de ardor, entumecimiento, hormigueo y dolor en el espacio interdigital (que sugiere dolor del nervio interdigital) y a la palpación.

  • Corregir la biomecánica del pie con ortesis.

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