El síntoma principal del cáncer anal es el sangrado durante la defecación. El diagnóstico se realiza por endoscopia. Las opciones de tratamiento incluyen exéresis, quimioterapia y radioterapia.
El cáncer anal representa aproximadamente 10.540 casos y alrededor de 2190 muertes en los Estados Unidos anualmente (1).
El carcinoma epidermoide (no queratinizante o basaloide) es la forma histológica más frecuente de cáncer de ano-recto. El carcinoma basocelular, la enfermedad de Bowen (carcinoma epidermoide intradérmico), la enfermedad de Paget extramamaria, el carcinoma cloacógeno y el melanoma maligno son tipos menos comunes de cáncer anal. Otros tumores son el linfoma y los diversos sarcomas. Las metástasis siguen los linfáticos del recto hacia los ganglios linfáticos inguinales.
Los factores de riesgo para el cáncer de ano incluyen los siguientes:
Relaciones sexuales anorreceptivas
Fístulas crónicas
Piel anal irradiada
Infección del linfogranuloma venéreo
Infección por Condyloma acuminatum
Tabaquismo
La infección por VPH es el factor de riesgo más común para el cáncer anal, particularmente los serotipos 16 y 18 del VPH, responsables de más del 80% de los casos (2). Las personas que practican coito anal pasivo tienen mayor riesgo. Los pacientes con infección por HPV pueden presentar displasia de epitelio anal ligeramente anormal o de aspecto normal (neoplasia intraepitelial anal, que se clasifica histológicamente en grado I, II o III). Estos cambios son más comunes en pacientes infectados por VIH (véase Cáncer epidermoide de ano y vulva). Los grados más altos pueden progresar a carcinoma invasor. El estudio aleatorizado ANCHOR demostró que la erradicación de las lesiones intraepiteliales escamosas de alto grado disminuyó la tasa de progresión a cáncer anal futuro en un 57%. Aunque el cribado en individuos de alto riesgo (principalmente VIH positivos) ha sido respaldado por el Departamento de Salud de los EE.UU. como resultado de este estudio, el cribado aún no ha sido adoptado formalmente en varias guías de sociedades (p. ej., las Guías Nacionales para Práctica Clínica en Oncología [NCCN], de la American Society of Colon and Rectal Surgeons [ASCRS]), aunque puede considerarse (3).
Referencias
1. Siegel RL, Giaquinto AN, Jemal A. Cancer statistics, 2024 [published correction appears in CA Cancer J Clin. 2024 Mar-Apr;74(2):203. doi: 10.3322/caac.21830]. CA Cancer J Clin. 2024;74(1):12-49. doi:10.3322/caac.21820
2. Lin C, Franceschi S, Clifford GM. Human papillomavirus types from infection to cancer in the anus, according to sex and HIV status: a systematic review and meta-analysis. Lancet Infect Dis. 2018 Feb;18(2):198-206. doi: 10.1016/S1473-3099(17)30653-9
3. Palefsky JM, Lee JY, Jay N, et al. Treatment of Anal High-Grade Squamous Intraepithelial Lesions to Prevent Anal Cancer. N Engl J Med. 2022;386(24):2273-2282. doi:10.1056/NEJMoa2201048
Síntomas y signos del cáncer anal
El síntoma inicial más frecuente del cáncer anal es el sangrado con la defecación. Algunos pacientes refieren dolor, tenesmo o sensación de evacuación incompleta; otros no presentan síntomas. Se puede palpar una masa en el tacto rectal.
Esta fotografia muestra un tumor maligno que surge del ano.
Diagnóstico del cáncer anal
Anoscopía rígida
Biopsia
Se realiza una anoscopia rígida para evaluar el área (1). Se puede realizar sigmoidoscopia flexible, proctoscopia rígida o colonoscopia si hay otros síntomas compatibles con cáncer colorrectal (p. ej., cambios en la función intestinal, distensión abdominal) o si la enfermedad se extiende proximalmente hacia el recto y no puede visualizarse por completo solo con anoscopia. Puede ser necesaria una biopsia de piel por un dermatólogo o un cirujano para las lesiones cercanas a la unión escamocilíndrica (línea Z). Siempre que se produce rectorragia, aun en pacientes con hemorroides evidentes o diagnóstico de enfermedad diverticular, se debe descartar cáncer coexistente.
Una vez diagnosticado el cáncer anal, se requiere la estadificación con TC de tórax, abdomen y pelvis; RM; o tomografía por emisión de positrones (PET) para descartar enfermedad metastásica.
Referencia del diagnóstico
1. Benson AB, Venook AP, Al-Hawary MM, et al. Anal Carcinoma, Version 2.2023, NCCN Clinical Practice Guidelines in Oncology. J Natl Compr Canc Netw. 2023 Jun;21(6):653-677. doi: 10.6004/jnccn.2023.0030
Tratamiento del cáncer anal
Quimioterapia y radioterapia combinadas (quimiorradioterapia)
A veces, resección quirúrgica para el tratamiento de la enfermedad refractaria o recurrente
La quimiorradioterapia es la terapia inicial en la mayoría de los casos y da lugar a una tasa elevada de curación cuando se usa para carcinomas epidermoides que causan cáncer anal (1).
La regresión tumoral continúa hasta 6 meses después de finalizada la quimiorradiación (2). La observación de una respuesta completa durante este período es aceptable antes de considerar la cirugía.
Está indicada la resección abdominoperineal cuando la radioterapia y la quimioterapia no inducen la regresión completa del tumor o existe enfermedad recurrente.
Referencias del tratamiento
1. Benson AB, Venook AP, Al-Hawary MM, et al. Anal Carcinoma, Version 2.2023, NCCN Clinical Practice Guidelines in Oncology. J Natl Compr Canc Netw. 2023 Jun;21(6):653-677. doi: 10.6004/jnccn.2023.0030
2. James RD, Glynne-Jones R, Meadows HM, et al. Mitomycin or cisplatin chemoradiation with or without maintenance chemotherapy for treatment of squamous-cell carcinoma of the anus (ACT II): A randomised, phase 3, open-label, 2 × 2 factorial trial. Lancet Oncol. 14(6):516–524, 2013. doi: 10.1016/S1470-2045(13)70086-X
