Dispepsia es una sensación de dolor o malestar en el hemiabdomen superior; a menudo es recurrente. Puede ser descrita como indigestión, gases, saciedad precoz, plenitud posprandial, dolor urente o ardor.
Etiología
Hay varias causas comunes de dispepsia (ver Algunas causas de dispepsia).
Algunas causas de dispepsia
Causa |
Hallazgos sugestivos |
Abordaje diagnóstico |
Molestias crónicas, indefinidas Más adelante, disfagia (esofágico) o saciedad precoz (gástrico) Pérdida de peso |
Endoscopia alta TC abdominal |
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Algunos pacientes describen los síntomas como gases o indigestión más que como dolor torácico Puede tener un componente de esfuerzo Factores de riesgo cardíaco |
ECG Marcadores cardíacos séricos En ocasiones, ergometría |
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Retraso de la evacuación gástrica (causada por diabetes, enfermedad viral o fármacos) |
Náuseas, distensión, plenitud |
Estudio gammagráfico de evacuación gástrica |
Fármacos (p. ej., bisfosfonatos, eritromicina y otros antibióticos macrólidos, estrógenos, hierro, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, opiáceos, potasio) |
El uso se evidencia durante el interrogatorio Síntomas coincidentes con el uso |
Evaluación clínica |
Dolor torácico retroesternal, con o sin disfagia para líquidos y sólidos |
Trago de bario (radiografía de esófago, estómago y duodeno con contraste de bario) Manometría esofágica |
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Pirosis A veces, reflujo de ácido o contenido gástrico hacia la boca A veces, el decúbito puede desencadenar los síntomas Alivio con antiácidos |
Evaluación clínica A veces, endoscopia A veces, pHmetría esofágica |
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El dolor urente o corrosivo puede aliviarse mediante el consumo de alimentos o de antiácidos Factores de riesgo: consumo de fármacos antiinflamatorios no esteroideos, tabaquismo, consumo de alcohol, infección por Helicobacter pylori |
Endoscopia alta |
Muchos pacientes presentan hallazgos en los estudios (p. ej., duodenitis, trastornos de motilidad, gastritis por Helicobacter pylori, deficiencia de lactasa, colelitiasis) que se correlacionan escasamente con los síntomas (es decir, la corrección del cuadro no alivia la dispepsia).
La dispepsia no ulcerosa (dispepsia funcional) se define como síntomas dispépticos en un paciente sin anomalías en la exploración clínica y en la endoscopia gastrointestinal (GI) alta y/o en otra evaluación (p. ej., análisis de laboratorio, pruebas de diagnóstico por la imagen).
Evaluación
Anamnesis
Los antecedentes de la enfermedad actual deben suministrar una descripción clara de los síntomas y establecer si son agudos o crónicos y recurrentes. Otros elementos son cronología y frecuencia de la recurrencia, cualquier dificultad deglutoria y relación de los síntomas con la ingesta alimentaria o la toma de medicamentos. Se observan factores que empeoran los síntomas (en particular, esfuerzo, ciertos alimentos o alcohol) o que los alivian (en particular, comer o tomar antiácidos).
La evaluación por aparatos y sistemas investiga síntomas digestivos concomitantes, como anorexia, náuseas, vómitos, hematemesis, pérdida de peso y deposiciones sanguinolentas o negras (melénicas). Otros síntomas son disnea y diaforesis.
Los antecedentes personales deben incluir diagnósticos digestivos y cardíacos conocidos, factores de riesgo cardíaco (p. ej., hipertensión, hipercolesterolemia) y los resultados de estudios previos realizados y tratamientos intentados. Los antecedentes de medicación deben incluir el uso de fármacos de venta bajo receta y drogas ilícitas, así como el consumo de alcohol.
Examen físico
El examen de los signos vitales debe registrar la presencia de taquicardia o pulso irregular.
La exploración general debe determinar si hay palidez o diaforesis, caquexia o ictericia. Se palpa el abdomen para investigar dolor a la palpación, masas y organomegalia. Se realiza un tacto rectal para detectar sangre macroscópica u oculta.
Signos de alarma
Interpretación de los hallazgos
Algunos hallazgos son útiles (ver Algunas causas de dispepsia).
Un paciente que debuta con un episodio agudo aislado de dispepsia es preocupante, en particular si los síntomas se acompañan de disnea, diaforesis o taquicardia; estos pacientes pueden presentar una isquemia coronaria aguda. Los síntomas crónicos que aparecen con el esfuerzo y se alivian con el reposo pueden representar una angina de pecho.
Lo más probable es que las causas digestivas se manifiesten como trastornos crónicos. En ocasiones, los síntomas se clasifican como de tipo ulcerososo, de tipo dismotilidad o de tipo reflujo; estas clasificaciones sugieren, pero no confirman, una etiología. Los síntomas de tipo ulcerosos consisten en dolor localizado en epigastrio, que aparece con frecuencia antes de las comidas y es parcialmente aliviado por alimentos, antiácidos o bloqueantes H2. Los síntomas de tipo dismotilidad consisten en saciedad precoz, plenitud posprandial, náuseas, vómitos, distensión y síntomas que empeoran con la ingesta de alimentos; por regla general no hay dolor. Los síntomas de tipo reflujo son pirosis o regurgitación ácida. Sin embargo, suele haber superposición de los síntomas.
El estreñimiento y la diarrea alternantes, con dispepsia, sugieren síndrome del intestino irritable o uso excesivo de laxantes o antidiarreicos de venta libre.
Estudios complementarios
Los pacientes cuyos síntomas sugieren isquemia coronaria aguda, en particular aquellos con factores de riesgo, deben ser enviados al departamento de emergencias para evaluación urgente, incluidos ECG y marcadores cardíacos séricos. Las pruebas para trastornos cardíacos deben preceder a las pruebas para trastornos GI, como la endoscopia.
En los pacientes con síntomas crónicos, inespecíficos, los de rutina son un hemograma completo (para descartar anemia causada por pérdida digestiva de sangre) y una evaluación bioquímica de la sangre. Si los resultados son anormales, deben considerarse otras pruebas (p. ej., estudios por la imagen, endoscopia). Dado el riesgo de cáncer, los pacientes > 60 y aquellos con signos de alarma de aparición reciente deben ser sometidos a una endoscopia digestiva alta. En pacientes < 60 sin signos de alarma, algunos especialistas recomiendan tratamiento empírico durante 4 a 8 semanas con agentes antisecretores (p. ej., inhibidores de la bomba de protones, IBP), seguido de endoscopia en caso de fracaso terapéutico. Otros recomiendan investigar infección por H. pylori mediante una prueba de 14C-urea en aire espirado o un análisis de materia fecal (ver Infección por Helicobacter pylori : Pruebas no invasivas). Sin embargo, se requiere precaución al usar el H. pylori o cualquier otro hallazgo inespecífico para explicar los síntomas.
Está indicada la manometría esofágica y los estudios de pH si persisten los síntomas de reflujo después de la endoscopia digestiva alta y una prueba de 4-8 semanas con un inhibidores de la bomba de protones.
Tratamiento
Se tratan las enfermedades específicas. Los pacientes sin cuadros identificables se observan a lo largo del tiempo, y se los tranquiliza. Los síntomas se tratan con inhibidores de la bomba de protones, bloqueantes H2 o un agente citoprotector (ver Algunos fármacos orales contra la dispepsia). En pacientes con dispepsia de tipo dismotilidad, también pueden probarse los fármacos procinéticos (p. ej., metoclopramida, eritromicina) administrados como una suspensión líquida. Sin embargo, no hay evidencia clara de que compatibilizar la clase de fármaco con los síntomas específicos (p. ej., reflujo versus dismotilidad) resulte más eficaz. El misoprostol y los anticolinérgicos no son eficaces en la dispepsia funcional. Los fármacos que alteran la percepción sensitiva (p. ej., antidepresivos tricíclicos) pueden ser útiles.
Algunos fármacos orales contra la dispepsia
Conceptos clave
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Hay posibilidad de isquemia coronaria en un paciente con meteorismo agudo.
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Está indicada la endoscopia en pacientes > 60 o con signos de alarma.
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El tratamiento empírico con un bloqueante de ácido es razonable en pacientes < 60 años sin signos de alarma; los pacientes que no responden en 4-8 semanas requieren evaluación adicional.