La acrocianosis es una cianosis simétrica persistente e indolora de las manos, los pies o la cara causada por el vasoespasmo de los pequeños vasos de la piel, que suele exacerbarse con el frío.
La acrocianosis es más frecuente en las mujeres y no se asocia con enfermedad arterial oclusiva. Los dedos y las manos o los pies, y a veces la nariz o las orejas, están persistentemente fríos y azulados, sudan profusamente y pueden hincharse. En pacientes con piel más oscura, la piel puede no parecer azul, pero todavía hay se observa una diferencia de color evidente (1). Los hallazgos clínicos se deben al vasoespasmo de los vasos pequeños y pueden ser desencadenados o exacerbados por la exposición al frío o al estrés. La etiología es desconocida, y la condición puede estar asociada con una entidad comórbida subyacente, como una enfermedad reumatológica o una neoplasia maligna.
En la acrocianosis, a diferencia del fenómeno de Raynaud, la cianosis persiste y no se revierte fácilmente, no se producen cambios tróficos (piel delgada, brillante o decolorada; pérdida de cabello; uñas quebradizas) ni úlceras, y no hay dolor. Los pulsos son normales. La cianosis que ocurre en condiciones sistémicas y refleja hipoxemia puede ser central o periférica dependiendo de la cantidad de hemoglobina desoxigenada, pero la acrocianosis involucra solo las manos y los pies y no involucra disminución de la saturación de oxígeno arterial.
Los profesionales de la salud diagnostican el trastorno sobre la base de síntomas que se limitan al compromiso simétrico de las manos o los pies del paciente y que persisten aunque los pulsos en las arterias más grandes (como en la muñeca y el tobillo) sean normales.
Además de tranquilizar al paciente y evitar el frío, no suele requerir tratamiento. Puede intentarse la administración de vasodilatadores, aunque en general son ineficaces.
Nótese que a diferencia de la acrocianosis en adultos, en los recién nacidos es tanto común como normal. La acrocianosis neonatal se resuelve en forma típica en días a semanas, aunque puede persistir durante la lactancia.
Referencia
1. Kurklinsky AK, Miller VM, Rooke TW. Acrocyanosis: the Flying Dutchman [published correction appears in Vasc Med. 2011 Oct;16(5):409]. Vasc Med 2011;16(4):288-301. doi:10.1177/1358863X11398519
