Introducción a los trastornos de ansiedad

PorJohn W. Barnhill, MD, New York-Presbyterian Hospital
Revisado/Modificado ago. 2023
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Datos clave

La ansiedad es una sensación de nerviosismo, preocupación o malestar que forma parte de la experiencia humana normal. También está presente en una amplia gama de problemas de salud mental, incluyendo el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de angustia y las fobias. Si bien cada uno de estos trastornos es diferente, todos presentan una aflicción y una disfunción específicamente relacionadas con la ansiedad y el miedo.

  • Cuando las personas experimentan ansiedad, a menudo también presentan síntomas físicos, como dificultad para respirar, mareos, sudoración, taquicardia y/o temblores.

  • Los trastornos de ansiedad a menudo cambian sustancialmente el comportamiento diario de las personas, llevándolas incluso a evitar ciertas cosas y situaciones.

  • Estos trastornos se diagnostican utilizando criterios médicos estándar.

  • Los medicamentos, la psicoterapia o ambos pueden ayudar sustancialmente a la mayoría de las personas con trastornos de ansiedad.

La ansiedad es una respuesta normal a una amenaza o una situación de estrés psicológico. Está relacionada con la sensación de miedo y cumple una importante función en la supervivencia. Cuando alguien tiene que afrontar una situación peligrosa, la ansiedad desencadena una respuesta de lucha o huida. Esta respuesta proporciona al cuerpo, a través de distintos cambios fisiológicos como el incremento del flujo sanguíneo en los músculos y en el corazón, la energía y la fuerza necesarias para afrontar situaciones amenazantes para la vida, como huir de un animal agresivo o enfrentarse a un atracador. La ansiedad puede ayudar a una persona a adaptarse a factores estresantes más comunes al motivarla a prepararse, practicar y ensayar. Incluso puede incitar a una persona a abordar situaciones potencialmente peligrosas con la debida cautela.

Sin embargo, la ansiedad se considera un trastorno cuando

  • Ocurre en momentos inapropiados

  • Ocurre con frecuencia

  • Es de tal intensidad y duración que interfiere en el desarrollo de la actividad habitual de la persona (es decir, conduce a un comportamiento inadaptado)

Los trastornos de ansiedad son más frecuentes que cualquier otra clase de trastorno mental y afectan aproximadamente a un tercio de los adultos en Estados Unidos en algún momento de su vida. La ansiedad significativa puede persistir durante años y la persona afectada puede comenzar a sentirla como algo normal. Por esta y otras razones, los trastornos de ansiedad a menudo no se diagnostican ni se tratan. También pueden estar asociados con pensamientos e intentos de suicidio.

Existen muchos trastornos de ansiedad:

La mayoría de estos trastornos se desarrollan en la edad adulta, pero la ansiedad por separación y el mutismo selectivo suelen empezar durante la infancia. El médico también evalúa a las personas que presentan ansiedad grave por trastorno de ansiedad inducido por sustancias o por medicación y ansiedad debida a otra afección médica.

Otros trastornos que a menudo se presentan con ansiedad prominente son el trastorno de estrés agudo, los trastornos de adaptación, y el trastorno por estrés postraumático (TEPT). Estos trastornos son la consecuencia de experiencias traumáticas o estresantes (véase Introducción a los trastornos relacionados con traumas y factores de estrés).

Los trastornos de ansiedad tienden a ocurrir junto con otras afecciones médicas y de salud mental:

¿Cómo afecta la ansiedad al rendimiento?

Los efectos de la ansiedad sobre el rendimiento de una persona se pueden representar mediante una curva. A medida que el nivel de ansiedad aumenta, la eficiencia del rendimiento aumenta de forma proporcional, pero solo hasta cierto punto. A partir de ese punto, si la ansiedad sigue aumentando, la eficiencia del rendimiento disminuye. Antes del máximo de la curva, la ansiedad se considera adaptativa, porque ayuda a la persona a prepararse para una crisis y mejorar su actividad global. Más allá del máximo de la curva, la ansiedad se considera inadaptativa, ya que produce angustia y perjudica el desempeño de las actividades globales de la persona.

Causas de los trastornos de ansiedad

Las causas de los trastornos de ansiedad no son totalmente conocidas, pero pueden estar implicados los siguientes factores:

  • Factores ambientales y del entorno (como el hecho de experimentar estrés o un acontecimiento traumático)

  • Factores genéticos (incluidos antecedentes familiares de trastorno por ansiedad)

  • Una afección física (por ejemplo, una glándula tiroidea hiperactiva, una insuficiencia cardíaca)

  • Medicamentos, drogas ilegales u otras sustancias (por ejemplo, cafeína, corticoesteroides, cocaína)

Un trastorno de ansiedad puede desencadenarse como una respuesta al estrés ambiental, por ejemplo ante la ruptura de una relación importante o la exposición a un desastre que amenaza la vida de la persona. Sin embargo, muchas personas desarrollan un trastorno de ansiedad en ausencia de un desencadenante identificable.

Cuando una persona responde con intensidad a los factores estresantes o está abrumada por los acontecimientos, puede aparecer un trastorno de ansiedad. Por ejemplo, algunas personas encuentran estimulante hablar en público. Otras, en cambio, temen hacerlo, y ante tales situaciones experimentan ansiedad, miedo, sudoración, temblores y aumento de la frecuencia cardíaca. Pueden incluso llegar a evitar hablar en un pequeño grupo.

La ansiedad suele ser una característica familiar. Los médicos creen que esta tendencia a la ansiedad puede ser en parte hereditaria, pero también es probable que tenga un componente aprendido al vivir con personas ansiosas.

¿Sabías que...?

  • Los trastornos de ansiedad constituyen los trastornos mentales más frecuentes.

  • Las personas con trastorno de ansiedad presentan un riesgo más elevado de depresión que el resto de la población.

Ansiedad causada por una afección médica o un medicamento

La ansiedad puede aparecer debido a la existencia de un trastorno orgánico o por el consumo o la interrupción (abstinencia) del consumo de una sustancia. Los problemas médicos que pueden causar ansiedad son los siguientes:

Es normal que las personas tengan cierto nivel de ansiedad cuando tienen una afección médica que temen que les haga enfermar o incluso causar la muerte. No existe una respuesta correcta sobre cuánta ansiedad es razonable o excesiva para una persona o una enfermedad en particular. Sin embargo, si causa angustia o interfiere en el funcionamiento diario, la persona puede tener un trastorno de ansiedad que requiere tratamiento.

La fiebre también puede originar ansiedad.

Las drogas, medicamentos u otras sustancias que pueden desencadenar la ansiedad son los siguientes:

  • Alcohol

  • Estimulantes (como anfetaminas)

  • Cafeína

  • Cannabis (marihuana) en algunas personas

  • Cocaína

  • MDMA (éxtasis)

  • Muchos de los medicamentos de venta con receta, como los corticoesteroides

  • Algunos medicamentos de venta libre, como antihistamínicos y descongestionantes

  • Algunos productos adelgazantes de venta libre, como los que contienen hierba de guaraná, cafeína o ambos

La abstinencia de alcohol o sedantes, como las benzodiazepinas (utilizadas para tratar los trastornos de ansiedad; véase la entrada apropiada en la tabla Fármacos utilizados para el tratamiento de los trastornos de ansiedad), puede causar ansiedad y otros síntomas, como insomnio e inquietud.

Muchas personas desarrollaron ansiedad y trastornos relacionados con el trauma y estrés durante la pandemia del COVID-19, y algunas personas continúan teniendo ansiedad asociada con la pandemia o una infección por COVID-19. Los factores que causaron miedo y ansiedad o empeoraron la situación incluyen el riesgo de enfermedad o muerte, síntomas como dificultad respiratoria, tratamiento con corticosteroides, enfermedad o muerte de un ser querido, la necesidad de medidas preventivas (mascarillas, lavado de manos, confinamientos) y muchos otros factores personales o sociales (como cambios importantes en las rutinas diarias, aislamiento social o cambios en la escuela, el trabajo, la familia o la comunidad). Además, algunos expertos creen que la infección por COVID-19 induce una respuesta inmunitaria del huésped que conduce a síntomas neuropsiquiátricos (por ejemplo, ansiedad, cambios de humor, disfunción neuromuscular). Estas reacciones neuropsiquiátricas pueden ser agudas o formar parte de un síndrome conocido como COVID persistente.

La ansiedad también puede ocurrir en personas con una afección potencialmente mortal como resultado del miedo a la muerte, el dolor y la dificultad para respirar (véase Síntomas durante una enfermedad mortal: depresión y ansiedad).

Síntomas de los trastornos de ansiedad

La ansiedad puede aparecer de manera repentina, como en el caso de la angustia, o gradual, en el transcurso de minutos, horas o días. La duración de la ansiedad es muy variable, de pocos segundos hasta varios años. Además varía en intensidad, desde una inquietud apenas perceptible hasta una verdadera crisis de angustia, durante la cual la persona puede experimentar sensación de ahogo o de falta de aire, mareos, aumento de la frecuencia cardíaca y temblores.

Los trastornos de ansiedad pueden inducir muchos síntomas físicos, que incluyen

  • Náuseas, vómitos, diarrea

  • Dificultad respiratoria, asfixia

  • Mareos, desmayos, sudoración, sofocos

  • Palpitaciones, aceleración de la frecuencia cardíaca

  • Tensión muscular, dolor u opresión torácica

Puede ser útil para la persona llevar un diario detallado del pánico o preocupación para escribir las descripciones de los síntomas y los factores que se asociaron con ellos (día, hora, cualquier causa conocida de la ansiedad). Después de los hechos, puede resultar difícil recordar los detalles para informar al médico. Las estrategias de tratamiento con mayor éxito suelen depender de abordar los detalles específicos.

Los trastornos de ansiedad pueden provocar un intenso malestar e interferir significativamente en la vida habitual de la persona, a veces de manera tal que conducen a la aparición de una depresión. De hecho, el riesgo de padecer depresión es al menos dos veces mayor en las personas con trastornos de ansiedad (con excepción de algunas fobias muy específicas, como el miedo a las arañas) que en la población general. A veces, las personas primero sufren depresión y luego desarrollan un trastorno de ansiedad. Las personas pueden tratar de controlar su ansiedad consumiendo alcohol o drogas, en cuyo caso desarrollan un trastorno por consumo de sustancias.

Diagnóstico de los trastornos de ansiedad

  • Evaluación médica, basada en los criterios estándar de diagnóstico psiquiátrico

En ocasiones, puede resultar complicado decidir cuándo la ansiedad es lo suficientemente grave como para ser considerada un trastorno. La capacidad de tolerar la ansiedad varía entre las personas, de modo que determinar cuándo existe una ansiedad anómala puede no ser tarea fácil. Por lo general, se siguen los siguientes criterios específicos establecidos por la comunidad médica:

  • La ansiedad es muy angustiante.

  • La ansiedad interfiere con el funcionamiento normal de las personas.

  • La ansiedad es duradera o sigue regresando.

Los médicos buscan otros trastornos que puedan causar ansiedad, como una depresión o una alteración del sueño. También preguntan si los familiares han tenido síntomas similares, porque los trastornos de ansiedad tienden a ser hereditarios.

También se realiza una exploración física. Se pueden realizar análisis de sangre y otras pruebas con objeto de detectar otras enfermedades orgánicas que puedan provocar síntomas de ansiedad.

Tratamiento de los trastornos de ansiedad

  • Tratamiento de la causa, si se encuentra una afección médica

  • Educación

  • Técnicas de relajación

  • Psicoterapia

  • Medicamentos

El diagnóstico preciso es importante porque el tratamiento varía según el trastorno de ansiedad. Además, es necesario distinguir entre la existencia de trastornos de ansiedad y la de aquellos otros trastornos de la salud mental que incluyen síntomas de ansiedad, y que requieren enfoques terapéuticos distintos.

Si la causa de la ansiedad es otro trastorno médico o un medicamento, se intenta corregir la causa. Se espera que la ansiedad remita tras el tratamiento del trastorno orgánico o una vez transcurrido el tiempo suficiente desde la supresión del fármaco para que se produzca la desaparición de cualquier síntoma de abstinencia. Si la ansiedad persiste, se emplean fármacos ansiolíticos o psicoterapia (como la terapia conductual).

Muchas personas con trastornos de ansiedad se automedican con sustancias como alcohol, marihuana y benzodiazepinas (medicamentos ansiolíticos). No solo les puede dar vergüenza admitirlo ante su médico, sino que también pueden no estar dispuestos a renunciar a estas sustancias hasta que su médico presente una alternativa viable. Automedicarse de esta manera es peligroso y puede conducir a un círculo vicioso de ansiedad de rebote al dejar el consumo, seguido de la necesidad urgente de automedicarse una y otra vez.

Si se diagnostica un trastorno de ansiedad, los fármacos y la psicoterapia (como la terapia cognitivo-conductual), ambas en combinación o empleadas de manera aislada, pueden reducir de manera significativa el malestar de la persona y la disfunción asociada. Se pueden utilizar diferentes tipos de psicoterapias, como la terapia cognitivo-conductual, la reducción del estrés basada en la conciencia plena, la hipnosis y la psicoterapia de apoyo.

Las benzodiazepinas (como el diazepam) se prescriben habitualmente. Para muchas personas, los antidepresivos, tales como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), funcionan tanto para los trastornos de ansiedad como para la depresión.

Todos los trastornos de ansiedad pueden ocurrir junto con otras afecciones de salud mental. El médico debe tratar todas las afecciones relacionadas con la ansiedad. Por ejemplo, los trastornos de ansiedad a menudo ocurren junto con un trastorno por consumo de alcohol. Es poco probable que el tratamiento del trastorno por consumo de alcohol sin tratar la ansiedad sea eficaz, ya que la persona puede estar usando el alcohol para disminuir la ansiedad. Por otro lado, tratar la ansiedad sin abordar el trastorno por consumo de alcohol puede no tener éxito porque los cambios diarios en la cantidad de alcohol en la sangre pueden hacer que los niveles de ansiedad fluctúen.

Tabla

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

  1. National Institute of Mental Health, Anxiety Disorders: (Instituto nacional de salud mental, Ansiedad): información general sobre muchos aspectos de todos los trastornos de ansiedad, incluyendo teléfonos de ayuda (líneas de crisis) y programas educativos

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