Pérdida de peso involuntaria

PorMichael R. Wasserman, MD, California Association of Long Term Care Medicine
Revisado/Modificado feb 2023
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La pérdida de peso involuntaria es aquella que se produce cuando una persona no está haciendo dieta o intentando perder peso.

El peso de una persona sube y baja ligeramente con el tiempo (como sucede durante una enfermedad), por lo que en general los médicos solo se preocupan por la pérdida de peso involuntaria cuando la persona pierde más de 10 libras (4 a 5 kilogramos) o, en personas más menudas, el 5% de su peso corporal. Esta pérdida de peso puede ser un signo de un trastorno físico, emocional o mental grave. Además de la pérdida de peso, pueden presentarse otros síntomas, como pérdida de apetito, fiebre, dolor o sudores nocturnos, causados por la enfermedad subyacente.

Causas de pérdidas de peso involuntarias y sus características

Muy a menudo, la pérdida de peso se debe a que la persona ingiere menos calorías de las que su cuerpo necesita. Es posible que consuma menos calorías porque su apetito ha disminuido o porque tiene un trastorno que impide que su tracto digestivo absorba nutrientes (malabsorción). Con menos frecuencia, las personas sufren un trastorno que les hace utilizar más calorías (por ejemplo, una glándula tiroidea hiperactiva). A veces, ambos mecanismos están involucrados. Por ejemplo, el cáncer tiende a disminuir el apetito, pero también aumenta el gasto calórico, lo que lleva a la pérdida de peso rápida.

Casi cualquier enfermedad prolongada que sea lo suficientemente grave puede provocar la pérdida de peso (por ejemplo, una insuficiencia cardíaca grave o un enfisema). Sin embargo, por lo general dichos trastornos ya se han diagnosticado cuando se produce la pérdida de peso; la presente explicación, en cambio, se centra en la pérdida de peso como primer signo de enfermedad. Las causas se pueden dividir en las de las personas cuyo apetito ha aumentado y las de las personas cuyo apetito ha disminuido.

En caso de aumento del apetito, las causas no reconocidas más comunes de pérdida de peso involuntaria son

En caso de disminución del apetito, las causas no reconocidas más comunes de pérdida de peso involuntaria son

Evaluación de una pérdida de peso involuntaria

La siguiente información puede ayudar a las personas con pérdida de peso involuntaria a decidir si es necesaria la valoración de un médico y a saber qué esperar durante la evaluación.

Dada la gran cantidad de trastornos que pueden causar pérdida de peso involuntaria, por lo general el médico debe llevar a cabo una exploración muy completa.

Signos de alarma

En personas con pérdida de peso involuntaria, ciertos síntomas y características son motivo de preocupación. Entre estos factores se incluyen los siguientes

  • Fiebre y sudoración nocturnas

  • Dolor óseo

  • Dificultad respiratoria, tos y expectoración de sangre

  • Sed excesiva y aumento de la micción

  • Dolor de cabeza, dolor en la mandíbula al masticar y/o alteraciones de la visión de nueva aparición (por ejemplo, visión doble, borrosa o puntos ciegos) en una persona de más de 50 años

Cuándo acudir al médico

Las personas con signos de alarma deben ver a un médico de inmediato. Las personas que no presentan signos de alarma deben ver a un médico cuando sea posible. Normalmente, un retraso de aproximadamente una semana no es perjudicial.

Actuación del médico

En primer lugar, el médico pregunta acerca de los síntomas del paciente y su historial médico y social. A continuación, realiza una exploración física. Los antecedentes clínicos y la exploración física a menudo sugieren la causa de la fatiga y las pruebas que pueden ser necesarias (véase la tabla Algunas causas comunes y características de la pérdida involuntaria de peso).

En primer lugar, el médico pregunta a la persona afectada cuánto peso ha perdido y en qué periodo de tiempo, así como

  • Los cambios en la talla de la ropa, el apetito y la ingesta de alimentos

  • Si tiene dificultad para tragar

  • Si los patrones intestinales han cambiado

  • Qué otros síntomas tiene, tales como fatiga, malestar general, fiebre y sudores nocturnos

  • Si tiene antecedentes de un trastorno que cause la pérdida de peso

  • Qué medicamentos está tomando, incluyendo los fármacos con o sin receta médica, si toma (y en caso afirmativo, cuáles son) drogas recreativas o productos hechos con hierbas.

  • Si ha sufrido algún cambio en su vida (por ejemplo, la pérdida de un ser querido, la pérdida de independencia o de trabajo, la pérdida de una rutina de alimentación común)

Durante la exploración física, los médicos miden las constantes vitales para determinar si existen fiebre, palpitaciones, respiración rápida o hipotensión arterial. La exploración física general es muy completa, ya que muchos trastornos pueden causar la pérdida de peso involuntaria. Se examinan el corazón, los pulmones, el abdomen, la cabeza y el cuello, los senos, el sistema nervioso, el recto (que incluye un examen de próstata para los hombres y pruebas de sangre oculta en heces), los genitales, el hígado, el bazo, los ganglios linfáticos, las articulaciones y la piel El médico también evalúa el estado de ánimo.

Se mide el peso y se calcula el índice de masa corporal.

Tabla
Tabla

Pruebas complementarias

Los síntomas y los resultados de la exploración física sugieren la causa de la pérdida de peso en, aproximadamente, la mitad de las personas, incluyendo muchas a las que finalmente se les diagnostica un cáncer.

Las pruebas de cribado para detectar cánceres comunes (por ejemplo, la colonoscopia para el cáncer de colon o la mamografía para el cáncer de mama) se realizan a menudo. También se realizan otras pruebas en función de qué trastornos se sospechan. Cuando los antecedentes clínicos y la exploración física no sugieren causas específicas, algunos médicos llevan a cabo una serie de pruebas, incluyendo una radiografía de tórax, un análisis de sangre y de orina, para reducir el número de causas posibles. Después de realizar estas pruebas se hacen otras más específicas según sea necesario.

Si todos los resultados son normales, los médicos suelen revaluar a la persona al cabo de unos meses para ver si se han desarrollado nuevos síntomas o signos.

Tratamiento de la pérdida de peso involuntaria

Se trata el trastorno subyacente que causa la pérdida de peso involuntaria.

Para ayudar a la persona afectada a comer más, los médicos a menudo prueban con medidas comportamentales, tales como animar a la persona a comer, ayudándole con la alimentación, proporcionando alimentos favoritos o de sabor fuerte y ofreciendo solo porciones pequeñas.

Si las medidas de comportamiento son ineficaces, se puede probar con suplementos alimenticios de alta nutrición.

La alimentación a través de un tubo insertado en el estómago es el último recurso, y vale la pena solo en ciertas situaciones específicas. Por ejemplo, la alimentación por sonda puede ser útil si una persona tiene un trastorno que puede curarse o resolverse con el tiempo, mientras que la alimentación por sonda puede no ser útil si una persona deja de comer debido a la enfermedad de Alzheimer grave.

Aspectos esenciales para las personas mayores: pérdida de peso involuntaria

La incidencia de la pérdida de peso involuntaria aumenta con la edad, y a menudo alcanza el 50% entre los residentes de hogares de ancianos. Las personas de edad avanzada son más propensas a sufrir pérdida de peso involuntaria, ya que los trastornos que causan la pérdida de peso son más comunes en estas personas. También hay cambios normales relacionados con la edad que contribuyen a la pérdida de peso. Por lo general, muchos factores están involucrados.

Los cambios normales relacionados con la edad que pueden contribuir a la pérdida de peso son:

  • Disminución de la sensibilidad a ciertos mediadores estimulantes del apetito y aumento de la sensibilidad a ciertos mediadores inhibitorios

  • Disminución de la tasa de vaciamiento gástrico (prolongando la sensación de saciedad)

  • Disminución de la sensibilidad del gusto y del olfato

  • Pérdida de masa muscular (sarcopenia)

Además, el aislamiento social es común en las personas de edad avanzada, con lo que tiende a disminuirse la ingesta de alimentos. La depresión y la demencia son factores contribuyentes muy comunes, especialmente entre los residentes de hogares de ancianos. Los problemas dentales (por ejemplo, la periodontitis) se vuelven más frecuentes con el envejecimiento y pueden comprometer la ingesta de nutrientes y la digestión. A menudo resulta difícil separar la contribución exacta de los factores específicos.

Las personas de edad avanzada pueden beneficiarse de los complementos nutricionales para corregir carencias de vitaminas (por ejemplo de vitaminas D y B12). Sin embargo, los suplementos deben administrarse entre las comidas y antes de acostarse. De lo contrario, los suplementos podrían disminuir el apetito a la hora de comer. La ayuda a la hora de comer y comprar también puede ser útil para algunas personas.

Conceptos clave

  • La pérdida de peso involuntaria de más de 4 o 5 kg, o del 5% del peso corporal, durante un periodo de unos pocos meses es motivo de preocupación.

  • Las pruebas se realizan en función de los síntomas y de los resultados de la exploración física.

  • No suele ser necesario llevar a cabo un amplio rango de pruebas para identificar la causa de la pérdida de peso.

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