Fiebre Tifoidea

(Fiebre entérica)

PorLarry M. Bush, MD, FACP, Charles E. Schmidt College of Medicine, Florida Atlantic University
Revisado/Modificado jun 2024
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La fiebre tifoidea está causada por ciertos tipos de bacterias gramnegativas Salmonella. Habitualmente provoca fiebre elevada y dolor abdominal.

  • La fiebre tifoidea se puede transmitir al consumir alimentos o agua contaminados con heces u orina de una persona infectada.

  • Las personas presentan síntomas parecidos a la gripe, a veces seguidos de delirio, tos, cansancio, en algunos casos erupción cutánea, y diarrea.

  • Las muestras de sangre, heces, otros líquidos o tejidos corporales se envían al laboratorio para realizar un cultivo bacteriano.

  • Las personas infectadas, con o sin síntomas, se tratan con antibióticos.

  • Para evitar la infección, las personas que viajen a zonas donde la fiebre tifoidea sea frecuente deben ser vacunadas y, mientras se encuentren en dichas zonas, deben evitar consumir ciertos alimentos y no beber agua que no sea embotellada.

(Véase también Introducción a las bacterias e Infecciones por Salmonella.)

La fiebre tifoidea es un tipo de infección causada por bacterias Salmonella. Existen muchos tipos de Salmonella, pero la mayoría de las fiebres tifoideas están causadas por Salmonella Typhi.

La fiebre tifoidea es frecuente donde las condiciones sanitarias son deficientes. En Estados Unidos, la mayoría de los casos de fiebre tifoidea ocurren en personas que vuelven a su hogar después de haber viajado a zonas del planeta donde la fiebre tifoidea es común. En todo el mundo, en 2019, se estima que 9,2 millones de personas recibieron un diagnóstico de fiebre tifoidea y 110 000 personas murieron. Las personas más afectadas vivían en regiones del sudeste de Asia, el Mediterráneo oriental y África.

¿Sabías que...?

  • Mary Mallon, apodada Typhoid Mary, fue una cocinera que propagó la fiebre tifoidea a muchas personas en los primeros años del siglo XX.

Transmisión

Salmonella typhi solo está presente en el ser humano;

las personas infectadas excretan las bacterias en las heces y, menos frecuentemente, en la orina. Algunas de las personas infectadas desarrollan una infección crónica de la vesícula biliar o del tracto urinario, y continúan excretando bacterias en las heces o la orina aun cuando no presenten ya ningún síntoma. A estas personas se las conoce como portadoras. Por lo tanto, no saben que pueden propagar la infección. A comienzos del siglo XX, una de estas personas, una cocinera llamada Mary Mallon, contagió la fiebre tifoidea a mucha gente, por lo que se la conoció como «Typhoid Mary».

Las bacterias Salmonella Typhi pueden contaminar los alimentos o bebidas si las personas que los manipulan no se lavan adecuadamente las manos después de defecar u orinar; los suministros de agua pueden estar contaminados si las aguas residuales no son tratadas de forma conveniente, y las moscas pueden transmitir la bacteria directamente de las heces a los alimentos.

En ocasiones, la fiebre tifoidea se propaga por contacto directo entre los niños durante el juego o entre adultos durante el sexo anal-oral.

Al igual que todas las bacterias Salmonella, debe ingerirse una gran cantidad de bacterias para que se produzca la infección. El ácido del estómago tiende a destruir las bacterias Salmonella, por lo que las personas que presentan concentraciones bajas de ácido estomacal, como los adultos mayores y las personas que toman medicamentos inhibidores del ácido, corren un mayor riesgo de infección. Las personas que toman antibióticos también corren un mayor riesgo porque los antibióticos pueden alterar la flora residente en el aparato digestivo que protege al cuerpo contra los organismos que causan enfermedades.

Diseminación a través del torrente sanguíneo

Las bacterias se propagan desde el aparato digestivo al torrente sanguíneo (causando bacteriemia) y pueden infectar órganos distantes como los siguientes:

Estas infecciones se desarrollan sobre todo cuando las personas no son tratadas o cuando se retrasa el tratamiento.

Síntomas de la fiebre tifoidea

Generalmente, aparece una enfermedad similar a la gripe, que comienza entre 8 y 14 días después de la infección. Los síntomas de la fiebre tifoidea comienzan de forma gradual. Las personas afectadas tienen fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta, dolores musculares y articulares, dolores abdominales y tos seca. Es posible que pierdan el apetito.

Después de unos días, la fiebre alcanza un máximo entre 39 o 40° C, se mantiene elevada durante otro período de entre 10 y 14 días y vuelve a la normalidad durante la cuarta semana después del inicio de los síntomas. A menudo el ritmo cardíaco se ralentiza y las personas afectadas se sienten agotadas. Cuando la infección es grave, pueden volverse delirantes o comatosos.

Durante la segunda semana, aparece una erupción de manchas planas de color rosado en el tórax y el abdomen en aproximadamente el 5-30% de las personas afectadas.

Fiebre tifoidea (manchas de color rosa)
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En cerca del 10 al 20% de las personas con fiebre tifoidea, aparecen manchas de color rosa (flechas) en el tórax y el abdomen, generalmente durante la segunda semana de infección.
Imagen cortesía de Charles N. Farmer, Armed Forces Institute of Pathology, via the Public Health Image Library of the Centers for Disease Control and Prevention.

Al principio estas personas tienen estreñimiento, pero después de 2 semanas cursan con diarrea. En cerca del 1-2% de los casos, el intestino se desgarra (perfora) o sangra. Algunas personas sufren hemorragias graves, a veces mortales.

Si la infección se propaga a otros órganos, también aparecen síntomas de esas infecciones.

En hasta el 8-10% de los casos no tratados, los síntomas reaparecen unas 2 semanas después de la desaparición de la fiebre.

Diagnóstico de la fiebre tifoidea

  • Examen y cultivo de muestras de sangre, heces u otros líquidos corporales o tejidos

Para confirmar el diagnóstico de fiebre tifoidea, el médico toma muestras de sangre, heces, orina, y a veces otros líquidos corporales o tejidos y las envía al laboratorio, donde, si hay presencia de bacterias, se realizan cultivos bacterianos. Las muestras se examinan y analizan para determinar la presencia de bacterias Salmonella.

Prueba analítica

También se realizan pruebas para determinar qué antibiótico va a ser el más efectivo (test de sensibilidad).

Tratamiento de la fiebre tifoidea

  • Antibióticos

  • Para las infecciones graves, corticoesteroides

Los médicos suelen administrar uno de los siguientes antibióticos:

  • Ceftriaxona administrada por vía intravenosa

  • Se administran fluoroquinolonas (como ciprofloxacina, levofloxacina o moxifloxacina) por vía oral o mediante inyección

  • Azitromicina administrada por vía oral

La resistencia a los antibióticos es frecuente y está aumentando en áreas donde la fiebre tifoidea es habitual. La resistencia también está aumentando en Estados Unidos debido a los viajeros a estas zonas que regresan infectados.

Si la infección es grave, también se administran corticoesteroides mediante inyección, sobre todo cuando la persona está delirando, en estado de coma o en estado de choque.

Se aconseja el reposo en cama mientras la persona tenga fiebre. Una dieta líquida absoluta puede ayudar a minimizar la diarrea. La aspirina, los laxantes o los enemas no están indicados.

Después de la interrupción del tratamiento pueden producirse recaídas. Esta infección es más leve que la enfermedad inicial pero se trata de la misma manera.

Tratamiento de los portadores

Los profesionales de la salud notifican los portadores identificados al departamento de salud local. El departamento de salud local se pone en contacto con los portadores y toma medidas para evitar una mayor propagación.

A los portadores no se les permite trabajar con los alimentos hasta que las pruebas demuestren que las bacterias han sido erradicadas. El tratamiento con antibióticos durante un periodo de 4 a 6 semanas permite erradicar la bacteria en muchos portadores.

Si los portadores sufren una enfermedad vesical, la cirugía para extirpar la vesícula biliar puede ser eficaz. Sin embargo, este tipo de cirugía no garantiza que las bacterias sean erradicadas.

Pronóstico de la fiebre tifoidea

Sin tratamiento, la fiebre tifoidea es mortal en alrededor del 10 al 15% de las personas afectadas. Con tratamiento, la fiebre tifoidea es mortal solo en el 1% de las personas afectadas. La mayoría de las personas que mueren están desnutridas, son niños muy pequeños o son personas muy ancianas.

La recuperación completa puede tardar semanas o meses.

Son signos de infección grave y de un mal pronóstico el estupor (un estado de falta de respuesta que solo se altera mediante una estimulación vigorosa), el coma y el choque (shock).

Prevención de la fiebre tifoidea

Las personas que viajen a zonas donde la fiebre tifoidea sea frecuente deben evitar comer verduras crudas u otros alimentos servidos o almacenados a temperatura ambiente.

Debe asumirse que el hielo y el agua (a menos que sea hervida o clorada antes de su uso) son potencialmente peligrosos. Para lavarse los dientes se debe utilizar agua embotellada que no haya sido desprecintada antes.

Por lo general, se puede consumir de forma segura lo siguiente:

  • Alimentos que se sirven muy calientes inmediatamente después de cocinarlos

  • Bebidas embotelladas o enlatadas que están selladas

  • Té o café calientes

  • Frutas que haya pelado la propia persona.

Vacunación

Una vacuna contra la fiebre tifoidea administrada por vía oral (oral) y una vacuna polisacárida administrada mediante inyección intramuscular pueden ayudar a prevenir la fiebre tifoidea. La vacuna oral tiene una efectividad del 40 al 80%. Se puede administrar a personas mayores de 6 años. La vacuna inyectada tiene una efectividad del 50 al 80%. Se puede administrar a personas mayores de 2 años. Ambas vacunas tienen pocos efectos secundarios.

Se recomienda la vacunación en los siguientes casos

  • Quienes viajen a regiones donde las fiebres tifoideas son frecuentes

  • Personas que compartan la vivienda con portadores, o que mantengan un contacto cercano con ellos

  • Trabajadores de un laboratorio donde se manipulen bacterias de este tipo

Las personas en continuo riesgo deben recibir una vacuna de refuerzo 2 años después de recibir la vacuna inyectada y 5 años después de recibir la vacuna oral.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Typhoid Fever (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC por sus siglas en inglés: Fiebre tifoidea): un recurso que proporciona información sobre la fiebre tifoidea, incluyendo información para viajeros

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