Generalidades sobre la conjuntivitis

PorZeba A. Syed, MD, Wills Eye Hospital
Revisado/Modificado abr. 2023
Vista para pacientes

La inflamación conjuntival ocurre normalmente por infección, alergia o irritación. Los síntomas son hiperemia conjuntival, secreción ocular y, según la etiología, malestar y prurito. El diagnóstico es clínico; a veces están indicados los cultivos. El tratamiento depende de la etiología y puede consistir en antibióticos tópicos, antihistamínicos, estabilizadores de los mastocitos y corticoides.

La conjuntivitis infecciosa, normalmente viral o bacteriana, es contagiosa. Pocas veces existen infecciones mixtas o sin patógeno identificable. Numerosas sustancias pueden producir una conjuntivitis alérgica. La irritación conjuntival no alérgica puede ser el resultado de cuerpos extraños, viento, polvo, humo, gases, vapores químicos y otros tipos de polución ambiental, o a luz ultravioleta intensa de arcos eléctricos, lámparas solares y el reflejo de la nieve.

La conjuntivitis suele ser aguda, aunque tanto en casos infecciosos como alérgicos puede ser crónica. Otras enfermedades que causan conjuntivitis crónica, se encuentran el ectropión, el entropión, la blefaritis y la dacriocistitis crónica.

Síntomas y signos de la conjuntivitis

Cualquier causa de inflamación puede producir lagrimeo o secreción y dilatación vascular conjuntival difusa. La secreción puede hacer que los ojos se peguen por la noche. La secreción espesa puede enturbiar la visión, pero una vez que se elimina la secreción, no debe estar afectada la agudeza visual.

El prurito y la secreción acuosa predominan en la conjuntivitis alérgica. La quemosis y la hiperplasia papilar también sugieren conjuntivitis alérgica. La irritación o sensación de cuerpo extraño, la fotofobia y la secreción apuntan a la conjuntivitis viral infecciosa; la secreción purulenta sugiere una conjuntivitis bacteriana. Un dolor ocular inusualmente intenso sugiere escleritis.

Diagnóstico de la conjuntivitis

  • Evaluación clínica

  • A veces, cultivo

Normalmente, el diagnóstico de conjuntivitis se basa en la anamnesis y el examen (véase tabla Características diferenciadoras en la conjuntivitis aguda), que habitualmente incluye examen con lámpara de hendidura con tinción de fluoresceína de la córnea y, si se sospecha glaucoma, medición de la presión intraocular. Para evitar la transmisión de la infección a otros pacientes y al personal, es especialmente importante la desinfección meticulosa del equipo que toca el ojo después del examen de los pacientes que podrían tener conjuntivitis.

Otros trastornos pueden producir ojo rojo. El dolor profundo en el ojo afectado cuando se hace brillar una luz en el ojo no afectado (fotofobia verdadera) no ocurre en la conjuntivitis no complicada y sugiere un trastorno de la córnea o de la uvea anterior. La hiperemia conjuntival periquerática (a veces descrita como rubor ciliar) es producida por vasos profundos, rectos y finos dilatados que irradian de 1 a 3 mm desde el limbo, sin hiperemia importante de las conjuntivas bulbar ni tarsal. El rubor ciliar ocurre con uveítis, glaucoma agudo y algunos tipos de queratitis (véase Trastornos de la córnea) pero no con la conjuntivitis no complicada.

Perlas y errores

  • Sospechar otra causa de ojos rojos (p. ej., uveítis, glaucoma, queratitis) si los pacientes tienen cierta fotofobia, pérdida de visión, o rubor ciliar y no tienen secreción ni lagrimeo importantes.

La causa de conjuntivitis es sugerida por los hallazgos clínicos. Sin embargo, están indicados los cultivos en los pacientes con síntomas graves, inmunocomprometidos, con un ojo vulnerable (p. ej., después de un trasplante de córnea, en la exoftalmía debida a enfermedad de Graves) o cuando hay una mala respuesta a la terapia inicial.

La diferenciación clínica entre la conjuntivitis infecciosa, viral y bacteriana no es muy precisa. Sin embargo, si la anamnesis y el examen sugieren fuertemente una conjuntivitis viral, es apropiado inicialmente no indicar antibióticos. Los antibióticos pueden ser prescritos más adelante cuando el cuadro clínico cambia o cuando persisten los síntomas.

Tabla

Tratamiento de la conjuntivitis

  • Prevenir la propagación

  • Tratamiento de los síntomas

  • Antibióticos si la causa es bacteriana

  • Antihistamínicos tópicos y estabilizadores de los mastocitos si la causa es alérgica

Los médicos deben seguir los siguientes pasos para evitar la transmisión de la conjuntivitis, que a menudo es muy contagiosa y se disemina a través de aerosoles respiratorios, fómites e inoculación mano-ojo:

  • Se deben usar desinfectantes para las manos o lavarse las manos correctamente (cubrir por completo las manos con espuma, frotarlas durante al menos 20 s, enjuagar bien y cerrar el grifo con una toalla de papel)

  • Desinfectar el equipo después de examinar a los pacientes

Los pacientes deben hacer lo siguiente:

  • Usar desinfectante para manos y/o lavarse bien las manos después de tocar sus ojos o secreciones nasales

  • Evitar el contacto con el ojo no infectado después de tocar el ojo infectado

  • Evitar compartir toallas o almohadas

  • Evitar nadar en piscinas

Hay que lavar la secreción de los ojos, que deben permanecer sin tapar. Los niños pequeños con conjuntivitis deben faltar el colegio para evitar la diseminación de la infección. Las compresas frías aplicadas en los ojos pueden ayudar a aliviar el ardor y el prurito local. Para algunas infecciones se utilizan antibióticos.

La conjuntivitis bacteriana aguda por lo general se trata con antibióticos (tópicos para todas las causas excepto gonocócica y por Chlamydia). La conjuntivitis gonocócica y la conjuntivitis de inclusión en el adulto requieren antibióticos sistémicos.

La conjuntivitis viral es típicamente autolimitada, pero los casos graves a veces requieren corticosteroides tópicos.

La conjuntivitis alérgica se trata con antihistamínicos tópicos, antiinflamatorios no esteroideos, estabilizadores de los mastocitos o una combinación de ellos. En los casos recalcitrantes, se utilizan corticoides tópicos o ciclosporina. Los antihistamínicos orales pueden ser útiles en los pacientes con otros síntomas alérgicos (p. ej., rinorrea).

Conceptos clave

  • La conjuntivitis ocurre normalmente por infección, alergia o irritación.

  • La conjuntivitis infecciosa es generalmente muy contagiosa.

  • Los hallazgos típicos son enrojecimiento (sin rubor ciliar) y secreción, sin dolor ni pérdida de la visión importantes.

  • El diagnóstico suele ser clínico.

  • El tratamiento consiste en medidas para prevenir la propagación y en el tratamiento de la causa (p. ej., veces antibióticos).

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