Dermatitis de las manos y los pies

(Dermatitis dishidrótica)

PorThomas M. Ruenger, MD, PhD, Georg-August University of Göttingen, Germany
Revisado/Modificado ene. 2023
Vista para pacientes

La dermatitis de manos y pies es una dermatitis que afecta las manos y/o los pies. Puede deberse a una dermatitis de contacto (alérgica o irritante) o a una dermatitis atópica. Las manifestaciones incluyen eritema, descamación y engrosamiento de la piel. Una característica única de la dermatitis de la mano y el pie es que suele manifestarse en primer lugar con pequeñas vesículas, para luego convertirse en una dermatitis dishidrótica (aunque aún de las manos y los pies). El diagnóstico es clínico. El tratamiento depende de la causa y puede incluir fármacos tópicos, fototerapia y a veces inmunosupresores sistémicos.

(Véase también Definición de dermatitis).

Fisiopatología de la dermatitis de manos y pies

Una característica histológica característica de la dermatitis es el edema entre los queratinocitos epidérmicos (espongiosis). Cuando se acumula suficiente edema, las uniones intercelulares (desmosomas) se rompen y se forman microvesículas. Las microvesículas se vuelven macroscópicamente visibles solo después de aumentar de tamaño. En otras áreas además de en las manos y los pies, estas vesículas suelen romperse con rapidez y pasan inadvertidas. Sin embargo, en las manos y los pies, debido a su estrato córneo más grueso, las vesículas tienden a persistir más tiempo y se hacen visibles. La visibilidad de estas vesículas indica dermatitis dishidrótica (un nombre inapropiado porque no tiene nada que ver con la sudoración o las glándulas sudoríparas anormales).

La forma más grave de dermatitis dishidrótica, el ponfólix, se caracteriza por la coalescencia de las vesículas, que forman ampollas más grandes. El ponfólix llamado queiroponfólix en las manos, podoponfólix en los pies y queiropodoponfólix tanto en las manos como en los pies.

Signos y síntomas de la dermatitis de manos y pies

El eritema, la descamación y el engrosamiento de la piel pueden progresar a vesículas o ampollas pruriginosas en las palmas, las caras laterales de los dedos o las plantas (llamada dermatitis dishidrótica), que pueden romperse y producir erosiones y costras. Las vesículas pueden ser el primer síntoma observado. De acuerdo con la etiología y la exposición, los síntomas pueden ser intermitentes.

El contacto frecuente o prolongado con el agua (p. ej., lavarse las manos con frecuencia, trabajo con agua o sustancias húmedas), en particular con detergentes, es un desencadenante común, en particular en pacientes con atopia.

Dermatitis dishidrótica
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Esta fotografía muestra vesículas e hiperqueratosis en la planta de un paciente con dermatitis dishidrótica del pie. Una pequeña ampolla en la base del quinto dedo del pie y una lesión ampollosa rota en la base del cuarto dedo del pie indican la progresión inicial a ponfólix que afecta el pie (podoponfólix).
DR P. MARAZZI/SCIENCE PHOTO LIBRARY

Diagnóstico de dermatitis de manos y pies

  • Evaluación clínica

En ocasiones, el diagnóstico de la dermatitis de las manos y pies puede por lo general realizarse según la localización y el aspecto de las lesiones cutáneas.

El diagnóstico diferencial de la dermatitis de manos y pies incluye

  • Infección micótica

  • Psoriasis palmoplantar

Las infecciones micóticas, que producen una reacción inflamatoria cutánea similar, también causan prurito, eritema y descamación. Pueden aparecer vesículas y ampollas (tiña ampollosa), típicamente visibles solo en las manos y los pies, como en la dermatitis de manos y pies. La característica diferencial más importante para la discriminación, cuando está presente, es la forma anular característica de la infección micótica debido al crecimiento centrífugo de los dermatofitos en la piel.

La psoriasis palmoplantar también puede ser difícil de diferenciar de la dermatitis de la mano y el pie. Las características de la psoriasis palmoplantar que pueden ayudar en la diferenciación incluyen placas eritematosas y escamosas de límites muy netos, pústulas estériles y otros signos de psoriasis, como cambios psoriásicos en las uñas y placas psoriásicas en otros sitios. Además, pueden aparecer esículas en la dermatitis de manos y pies, pero esta no es una característica de la psoriasis palmoplantar. Sin embargo, las vesículas y las pústulas pueden ser visibles, por ejemplo:

  • Cuando coexisten dermatitis dishidrótica y psoriasis palmoplantar

  • Cuando las vesículas de la dermatitis dishidrótica se sobreinfectan

  • Cuando los pacientes con psoriasis palmoplantar se sensibilizan (p. ej., a los corticosteroides tópicos) y desarrollan una dermatitis de contacto alérgica

  • Cuando la psoriasis palmoplantar es desencadenada (coebnerizada) por una reacción de contacto alérgica

Muchos trastornos distintos de la dermatitis pueden afectar las manos y los pies. Entre estos se encuentran

La queratólisis exfoliativa (también conocida como dishidrosis laminar o dishidrosis lamellosa sicca) no es una inflamación de la piel (y, por lo tanto, no es una dermatitis). Afecta las manos y los pies y se caracteriza por eritema anular sobre las superficies palmares de las manos y los pies con ampollas llenas de aire y posible descamación subsiguiente. Pequeños collaretes anulares de escamas blancas pueden afectar las palmas (menos a menudo las plantas), pero el dorso de las manos y los pies están conservados. No hay ampollas llenas de líquido. La queratólisis exfoliativa puede verse agravada por el clima cálido, la hiperhidrosis, la fricción y el contacto con el agua.

El síndrome mano-pie se conoce con una variedad de nombres, incluyendo eritema acral, eritrodisestesia palmo-plantar, eritema tóxico de las palmas y las plantas, reacción de Borgox y eritema tóxico de la quimioterapia. Representa la toxicidad cutánea causada por algunos quimioterápicos sistémicos (p. ej., capecitabina, citarabina, fluorouracilo, idarrubicina, doxorrubicina, taxanos, metotrexato, cisplatino y tegafur). Los síntomas comienzan con hormigueo en las palmas y/o las plantas, seguido por edema y eritema doloroso y simétrico, sobre todo sobre las almohadillas adiposas de las falanges distales. Puede desarrollarse dolor, entumecimiento, descamación o ampollas en las palmas y las plantas.

Tratamiento de la dermatitis de manos y pies

  • Tratamiento de la causa siempre que sea posible

  • Medidas sintomáticas

  • Fármacos tópicos y fototerapia

  • Para la enfermedad grave, a veces corticosteroides o inmunosupresores sistémicos

El tratamiento debe dirigirse a la causa cuando sea posible.

Los pacientes deben evitar alérgenos de contacto así como irritantes de la piel, en particular el contacto frecuente o prolongado con agua y detergentes.

Pueden usarse corticoides tópicos, cuya potencia depende de la gravedad de la dermatitis. Los antihistamínicos pueden ayudar a controlar el prurito.

La fototerapia con banda ultravioleta B (UVB) de banda estrecha o con baños de PUVA (en el que los pacientes sumergen sus manos y/o pies en una solución de psoraleno antes de la exposición a los rayos UVA) puede ayudar.

La sobreinfección se trata con antibióticos tópicos o sistémicos. Para la enfermedad grave, pueden usarse corticosteroides sistémicos, de preferencia solo a corto plazo. En ocasiones, si se requiere un tratamiento inmunosupresor sistémico a largo plazo, puede administrarse ciclosporina, micofenolato o metotrexato.

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