Estreñimiento en los niños

PorDeborah M. Consolini, MD, Thomas Jefferson University Hospital
Revisado/Modificado nov. 2022
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El estreñimiento consiste en el retraso o dificultad para eliminar las heces durante un periodo de por lo menos 1 mes en los lactantes y niños pequeños, y de 2 meses en los niños mayores (véase también Estreñimiento en adultos). Las heces son más duras y a veces más grandes de lo normal y pueden ocasionar dolor durante la evacuación. El estreñimiento es muy frecuente en los niños. Es responsable de hasta el 5% de las visitas de los niños al médico.

Los lactantes y los niños son particularmente propensos a padecer estreñimiento en tres periodos de tiempo.

La frecuencia y la consistencia de las deposiciones varía a lo largo de la niñez, y no hay una definición única de lo que es normal. Los recién nacidos suelen tener 4 o más deposiciones al día. Durante el primer año, los lactantes hacen de 2 a 4 deposiciones al día. Los niños amamantados tienen más deposiciones que los bebés alimentados con leche de fórmula, y suelen defecar después de cada toma. Las heces de los lactantes son sueltas, amarillas y con un aspecto como de contener semillas. Al cabo de 1 a 2 meses, algunos bebés amamantados defecan con menos frecuencia, pero las deposiciones siguen siendo pastosas o líquidas. Después del primer año de vida, la mayoría de los niños hacen 1 o 2 deposiciones diarias, blandas pero formadas. Sin embargo, algunos lactantes y niños pequeños defecan solo cada 3 o 4 días.

Las pautas para identificar el estreñimiento en lactantes y niños son

  • No hay deposiciones durante 2 o 3 días más de lo habitual

  • Deposiciones duras o dolorosas

  • Heces grandes que pueden obstruir el inodoro

  • Gotas de sangre en el exterior de las heces

En los lactantes, los signos de esfuerzo como apretar y llorar antes de realizar una deposición de consistencia blanda generalmente no indican estreñimiento. Estos síntomas son causados generalmente por falta de relajación de los músculos del suelo pélvico durante el paso de las heces y por lo general se resuelven espontáneamente.

Los padres a menudo se preocupan acerca de las deposiciones de su hijo, pero el estreñimiento por lo general no tiene consecuencias graves. Algunos niños con estreñimiento se quejan regularmente de dolor abdominal, especialmente después de las comidas. En ocasiones, la evacuación de heces grandes y duras puede causar un pequeño desgarro en el ano (fisura anal). Las fisuras anales son dolorosas y pueden causar hebras de sangre roja brillante que se observan en la parte externa de las heces o en el papel higiénico. En raras ocasiones, el estreñimiento crónico contribuye a la aparición de problemas urinarios, como infecciones u orinarse en la cama.

Causas de estreñimiento en los niños

Causas frecuentes

En el 95% de los niños, el estreñimiento está producido por

  • Problemas relacionados con la dieta

  • Problemas de comportamiento

El estreñimiento que resulta de problemas dietéticos o de comportamiento se llama estreñimiento funcional.

Los problemas relacionados con la dieta que causan estreñimiento incluyen una dieta que sea baja en líquidos y/o en fibra (las fibras se encuentra en las frutas, verduras y granos enteros).

Los problemas de comportamiento que pueden estar asociados con el estreñimiento incluyen el estrés (como el desencadenado cuando nace un hermano), la resistencia al uso del retrete, y la necesidad de control. Además, los niños pueden retrasar de forma intencionada la deposición (lo que se denomina retención fecal) porque tienen una fisura anal dolorosa o porque no quieren dejar de jugar. El abuso sexual puede resultar en estrés o lesiones que hacen que el niño retenga las heces.

Si el niño no defeca cuando llega el impulso fisiológico, el recto con el tiempo se distiende para acomodar las heces. Cuando el recto se ha distendido, el impulso de eliminar las heces disminuye, y se acumula más y más materia fecal, que se endurece. Esto puede dar lugar a un círculo vicioso, con estreñimiento progresivo. Si las heces acumuladas se endurecen, a veces bloquean el paso del contenido fecal, una afección llamada impactación fecal. Las heces más líquidas situadas por encima de las heces endurecidas pueden filtrarse alrededor de las heces retenidas, manchar la ropa interior del niño y derivar en una incontinencia fecal (encopresis). Los padres pueden entonces pensar que el niño tiene diarrea cuando el problema real es el estreñimiento.

Causas menos frecuentes

En aproximadamente el 5% de los niños, el estreñimiento resulta de un trastorno físico, fármacos o tóxicos. Estos trastornos pueden estar presentes al nacimiento o desarrollarse más tarde. El estreñimiento que resulta de una enfermedad, fármacos o tóxicos se denomina estreñimiento orgánico y requiere ser evaluado por un médico.

En los recién nacidos y los lactantes, el trastorno más común que causa estreñimiento orgánico es

Otras causas de estreñimiento orgánico incluyen

Los niños con enfermedades abdominales graves (como apendicitis o una obstrucción intestinal) a menudo no hacen deposiciones. Sin embargo, estos niños suelen tener otros síntomas más llamativos, como dolor o distensión abdominal y/o vómitos. Estos síntomas por lo general llevan a los padres a buscar atención médica antes de que disminuya el número de deposiciones.

Evaluación del estreñimiento en los niños

El médico primero trata de determinar si el estreñimiento está producido por cuestiones dietéticas o conductuales (funcional) o por una enfermedad, tóxico o fármaco (orgánico).

Signos de alarma

Algunos síntomas son motivo de preocupación y deben plantear la sospecha de una causa orgánica del estreñimiento:

  • Ausencia de deposiciones durante las primeras 24 a 48 horas después del nacimiento

  • Pérdida de peso o retraso del crecimiento

  • Disminución del apetito

  • Sangre en las heces

  • Fiebre

  • Vómitos

  • Distensión abdominal

  • Dolor abdominal (en niños con edad suficiente para decirlo)

  • En los lactantes, pérdida de tono muscular (el niño aparece flácido o débil) y disminución de la capacidad para succionar

  • En los niños mayores, emisión involuntaria de orina (incontinencia urinaria), dolor de espalda, debilidad en las piernas o problemas para caminar

Cuándo acudir al médico

Los niños deben ser evaluados por un médico de inmediato si tienen cualquier signo de alarma. Si no hay signos de alarma, pero el niño hace deposiciones infrecuentes, duras o dolorosas, se debe llamar al médico. Dependiendo de la presencia o no de otros síntomas, el médico puede aconsejar el empleo de remedios caseros sencillos o recomendar a los padres que acudan para evaluar al niño.

Actuación del médico

En primer lugar, el médico pregunta acerca de los síntomas del niño y su historial médico. A continuación, realiza una exploración física. Los antecedentes clínicos y la exploración física a menudo sugieren la causa del estreñimiento y las pruebas que pueden ser necesarias (véase la tabla Algunas causas físicas y características del estreñimiento en lactantes y niños).

El médico determina si el recién nacido ha hecho alguna deposición (las primeras deposiciones se llaman meconio). Los recién nacidos que no han realizado una deposición dentro de 24 a 48 horas después del nacimiento se deben explorar minuciosamente para descartar la posibilidad de que padezcan una enfermedad de Hirschsprung, malformaciones anorrectales o cualquier otro problema grave.

En los lactantes y niños mayores, el médico pregunta si el estreñimiento se inició después de un evento concreto, como por ejemplo la introducción de cereales u otros alimentos sólidos, comer miel menores de 12 meses de edad, retirada del pañal, o comenzar la escuela. En todos los grupos de edad, el médico pregunta acerca de la dieta y sobre cualquier trastorno, tóxico o fármaco que pueda causar estreñimiento.

Durante la exploración, el médico primero realiza una exploración general en busca de signos de enfermedad y mide la altura y el peso del niño para determinar si hay signos de retraso en el crecimiento. Luego se centra en el abdomen, el ano (incluyendo el examen del recto con un dedo enguantado) y la función nerviosa (que puede afectar al funcionamiento del tubo digestivo).

Pruebas complementarias

Si la causa del estreñimiento parece ser funcional, no se necesitan pruebas a menos que el niño no responda al tratamiento. Si el niño no responde al tratamiento o si se sospecha que la causa es otra enfermedad, se obtiene una radiografía del abdomen y se realizan pruebas para otros trastornos en función de los resultados de la exploración.

Tabla

Tratamiento del estreñimiento en los niños

El tratamiento del estreñimiento depende de la causa.

Para el estreñimiento orgánico, se trata, se corrige o se elimina el trastorno, el fármaco o la toxina causantes.

Para el estreñimiento funcional, las medidas incluyen

  • Cambios en la dieta

  • Modificaciones de la conducta

  • A veces, uso de ablandadores de heces o laxantes

Cambios en la dieta

El cambio en la dieta de los lactantes incluye darles 30 a 120 mL de zumo de ciruela, pera o manzana cada día. Para los bebés menores de 2 meses, se puede agregar 1 cucharadita (5 mL) de jarabe de maíz a su biberón por la mañana y por la tarde.

Los lactantes y los niños más mayores deben aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales ricos en fibra, y disminuir el consumo de alimentos que producen estreñimiento, como la leche y el queso.

Modificaciones de la conducta

Realizar algunas modificaciones del comportamiento puede ayudar a los niños de más edad. Estas medidas son

  • Animar a los niños que no usan pañales a sentarse en el inodoro durante 5 a 10 minutos después de las comidas y felicitarles cuando hacen progresos (por ejemplo, anotando los progresos en un gráfico en la pared)

  • En los niños en los que se está retirando el pañal, hacer una pausa hasta que se resuelva el estreñimiento

Sentarse en el inodoro después de las comidas puede ser útil porque la comida desencadena el reflejo defecatorio. Con frecuencia, el niño no hace caso de las señales de este reflejo y pospone la evacuación intestinal. Esta técnica utiliza el reflejo para ayudar a reentrenar el tubo digestivo, establecer una rutina de deposiciones y ayuda a obtener mayor regularidad en las evacuaciones intestinales.

Ablandadores de heces y laxantes

Si el estreñimiento no responde a los cambios en la dieta y de hábitos, el médico puede recomendar ciertos fármacos que ayudan a ablandar las heces (ablandadores de heces) y/o a aumentar el movimiento espontáneo del sistema digestivo (laxantes). Estos fármacos incluyen polietilenglicol, lactulosa, aceite mineral, leche de magnesia (hidróxido de magnesio), senna y bisacodilo. Muchos de estos fármacos se pueden adquirir actualmente sin receta médica. Sin embargo, las dosis deben estar basadas en la edad y el peso corporal del niño, así como en la gravedad del estreñimiento. Por lo tanto, los padres deben consultar a un médico sobre la dosis y el número apropiado de dosis por día antes de usar estos tratamientos. El objetivo del tratamiento es la realización de una deposición blanda por día.

Si el niño tiene una retención fecal, las opciones incluyen enemas suaves y agentes orales (como aceite mineral o polietilenglicol) tomados con grandes volúmenes de líquido. Si estos tratamientos no son eficaces puede ser necesario hospitalizar al niño para resolver la impactación.

Por lo general los lactantes no requieren ningún tratamiento de este tipo, pero suele ser adecuado un supositorio de glicerina.

Para mantener una evacuación intestinal regular, los médicos pueden recomendar que los niños consuman suplementos de fibra (como el psyllium), que se pueden obtener sin receta médica. Para que estos suplementos sean eficaces, los niños deben beber 1 a 2 L de agua al día.

Conceptos clave

  • Por lo general, el estreñimiento está producido por problemas de comportamiento o dietéticos (llamado estreñimiento funcional).

  • Los niños deben ser evaluados por un médico si el intervalo entre las deposiciones ha sido de 2 o 3 días más de lo normal, si sus heces son duras o grandes, si las heces causan dolor o sangrado, o si tienen otros síntomas.

  • Si un recién nacido no realiza una deposición dentro de 24 a 48 horas después del nacimiento, se debe realizar una evaluación minuciosa para descartar la presencia de la enfermedad de Hirschsprung u otro trastorno grave.

  • La adición de fibra a la dieta o la modificación del comportamiento pueden ayudar cuando las cuestiones dietéticas o conductuales son la causa.

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