Viajes aéreos

PorChristopher Sanford, MD, MPH, DTM&H, University of Washington;
Alexa Lindley, MD, MPH, University of Washington School of Medicine
Revisado/Modificado ago. 2022
Vista para pacientes

Una planificación adecuada reduce los riesgos asociados con los viajes, incluidos los viajes aéreos. Antes de viajar, los pacientes y sus médicos deben revisar los itinerarios planificados y los antecedentes médicos relevantes, las vacunas requeridas, las medidas profilácticas contra infecciones como paludismo y diarrea del viajero, y asesoramiento sobre medidas de protección personal, incluidas las relacionadas con amenazas no infecciosas. En los viajeros mayores, las causas más comunes de muerte son ataque cardíaco y accidente cerebrovascular; Para otros viajeros, la causa más común de muerte son los accidentes de tránsito.

Los viajes aéreos pueden causar o empeorar ciertos problemas médicos; algunos son considerados una contraindicación para los vuelos, y otros pueden causar molestias. Las complicaciones graves son raras, y algunas precauciones simples pueden reducir varios de los problemas más comunes.

Durante un vuelo, puede solicitarse ayuda a cualquier médico presente entre los pasajeros para asistir a los demás compañeros de viaje que se enfermen. Además, la mayoría de los aviones comerciales llevan equipamiento de primeros auxilios, incluso un desfibrilador cardioversor externo automático y suministros médicos limitados. En la actualidad, el personal de la aerolínea recibe mayor capacitación en primeros auxilios de la que recibía en el pasado. Aunque los médicos que ayudan a los pasajeros enfermos o heridos suelen estar protegidos contra juicios por el concepto del buen samaritano, deben evitar realizar prácticas más allá de su formación o experiencia.

Mayor información sobre viajes aéreos puede obtenerse en el departamento médico de las principales aerolíneas, los recursos de información de viajes en línea o las clínicas de viajes locales.

Tabla

Cambios de la presión barométrica

Los aviones comerciales y los aviones a reacción están presurizados sólo para una altitud equivalente a 1.830 a 2.440 m (6.000 a 8.000 pies), no para la presión a nivel del mar. Así, el aire en las cavidades corporales u otros espacios cerrados se expande cerca de un 25%; esta expansión puede agravar ciertas enfermedades.

Ciertos problemas dentales no tratados o procedimientos dentales recientes pueden doler cuando cambia la presión del aire. Las personas con inflamación de las vías respiratorias superiores o rinitis alérgica pueden presentar una obstrucción de las trompas de Eustaquio (que puede causar barotitis media) o una obstrucción de los orificios de los senos (que puede causar barosinusitis). A menudo, estas situaciones pueden prevenirse o aliviarse realizando bostezos o al tragar con la nariz tapada durante el descenso, mediante el uso de aerosoles nasales descongestivos o de antihistamínicos antes o durante el vuelo. Algunas personas chupan caramelos duros durante el descenso.

Los viajes aéreos están contraindicados en pacientes que tienen neumotórax o son propensos a desarrollarlo (p. ej., los que presentan grandes bullas o cavidades pulmonares) y en quienes hay aire o gas atrapado (p. ej., pacientes con intestino incarcerado, quienes viajan < 10 días después de la cirugía torácica o abdominal, a quienes recibieron una inyección de gas intraocular), porque incluso la expansión modesta puede causar dolor o daño a los tejidos.

El aire debe ser sustituido por agua en los dispositivos asegurados por manguitos o balones llenos de aire (p. ej., tubos de alimentación, sondas urinarias). Los pacientes con una colostomía deben llevar una bolsa grande y saber que se va a llenar frecuentemente debido a la expansión de los gases intestinales.

Niños

Los niños son particularmente susceptibles a la barotitis media y se les debe dar líquidos o alimentos durante el descenso para estimular la deglución, que pueden igualar las presiones. Los bebés pueden ser alimentados con leche materna o biberón o se les puede colocar un chupete. Las precauciones para los niños con enfermedades crónicas (p. ej., cardiopatía congénita, enfermedad pulmonar crónica, anemia) son iguales que para los adultos.

Trastorno de desfase horario (jet lag) (disritmia circadiana)

Los viajes rápidos a través de varias zonas horarias alteran el ritmo circadiano normal. La luz solar brillante restablece el reloj interno. La exposición a la luz brillante a última hora de la tarde o a la noche retrasa la aparición del momento de sueño normal, y la exposición a la luz en la madrugada adelanta el reloj biológico, de modo que el momento de dormir aparece antes de lo habitual. Por lo tanto, el manejo de exposición a la luz puede ayudar a la adaptación, sobre todo en los días posteriores a la llegada a una nueva zona horaria. Por ejemplo, las personas que viajan hacia el Oeste pueden maximizar la exposición a la luz brillante del atardecer para ayudar al retraso del momento de dormir; aquellas que viajan hacia el Este pueden maximizar la exposición a la luz brillante en la mañana temprano para ayudar a despertar y estimular el sueño más temprano, durante 3 a 4 días después de la llegada.

Los hipnóticos de acción corta (véase tabla Hipnóticos orales de uso habitual) pueden ayudar a las personas a quedarse dormido en el momento oportuno de la hora local después de viajes hacia el Este. Sin embargo, los hipnóticos pueden tener efectos adversos, como somnolencia diurna, amnesia e insomnio durante la noche. Los hipnóticos de acción prolongada aumentan el riesgo de confusión y caídas entre los ancianos y deben evitarse.

La melatonina, una hormona secretada por la glándula pineal, puede proporcionar una pista de la hora de la noche; sin embargo, no se cuenta con grandes ensayos clínicos controlados con placebo que muestren la seguridad y la eficacia de la melatonina. Tomar melatonina (0,5 a 5 mg por vía oral antes de la hora deseada de dormir) puede ayudar a las personas que necesitan dormirse antes porque han viajado hacia el Este a través de varias zonas horarias.

Algunos regímenes terapéuticos deben modificarse para compensar la disritmia circadiana. Por ejemplo, puede ser necesario realizar modificaciones de la dosificación y el esquema de administración de insulina dependiendo del número de zonas horarias atravesadas, el tiempo insumido hasta el destino, los alimentos disponibles y la actividad; la glucosa debe controlarse con frecuencia. Deben aumentarse las concentraciones ideales de glucosa plasmática; dado que tantos cambios afectan las concentraciones, el control estricto es más difícil y aumenta el riesgo de la hipoglucemia. Los regímenes pueden precisar modificaciones sobre la base del tiempo transcurrido en lugar de la hora local.

Disminución de la tensión de oxígeno

En los aviones de pasajeros a altitud de crucero, con las cabinas de los aviones típicamente presurizadas a 1830-2440 m sobre el nivel del mar, la presión parcial de oxígeno es aproximadamente un 25% menor que a nivel del mar y representa una disminución de la saturación arterial de oxígeno de solo 4,4% de acuerdo con la curva de disociación de oxígeno-hemoglobina (véase figura Curva de disociación de la oxihemoglobina), Esta disminución puede ser significativa para las personas con enfermedad cardíaca o pulmonar grave (véase tabla Contraindicaciones para los viajes aéreos) pero es inofensiva para la mayoría de las personas; sin embargo, después de 3 a 9 h en el equivalente de esa altura, algunas personas refieren molestias (p. ej., cefalea, malestar general).

En general, cualquier persona que puede caminar 50 m o subir un tramo de escaleras y cuya enfermedad es estable puede tolerar las condiciones de cabina de un avión de pasajeros normal sin oxígeno adicional. Sin embargo, pueden surgir problemas para los viajeros con enfermedad pulmonar moderada o grave (p. ej., asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, fibrosis quística), insuficiencia cardíaca, anemia con hemoglobina < 8,5 g/dL (85 g/L), angina de pecho intensa, drepanocitosis (pero no para pacientes portadores del rasgo) y algunas cardiopatías congénitas. Cuando es esencial viajar en avión, estos pacientes pueden hacerlo en forma segura con un equipo de oxígeno continuo diseñado especialmente, que debe ser proporcionada por la aerolínea. Durante los vuelos largos, puede aparecer edema leve de los tobillos por estasis venosa y no debe confundirse con insuficiencia cardíaca.

El hábito de fumar puede agravar la hipoxia leve y debe evitarse antes de realizar el viaje en avión. La hipoxia y la disnea pueden aumentar los efectos del alcohol.

Cabina con baja humedad

Puede aparecer deshidratación debido a la humedad muy baja de la cabina. Esto puede evitarse con el consumo adecuado de líquidos y evitando el alcohol. Las personas que utilizan lentes de contacto y las que presentan sequedad ocular deben colocarse lágrimas artificiales con frecuencia para evitar la irritación de la córnea que resulta de la humedad baja de la cabina.

Cinetosis

La cinetosis a menudo se desencadena por la turbulencia y la vibración y se intensifica por el calor, la ansiedad, el hambre o el comer en forma excesiva. Los síntomas pueden incluir náuseas, vómitos, sudoración y vértigo.

La cinetosis puede minimizarse antes y durante el viaje mediante la ingesta moderada de alimentos, líquidos y alcohol. También puede ser de ayuda fijar los ojos en un objeto estacionario o en el horizonte, como yacer en posición acostada y mantener los ojos cerrados. Otras medidas incluyen elegir un asiento donde el movimiento se sienta menos (p. ej., en el centro de un avión, sobre el ala), abstenerse de leer y el uso de una ventilación de aire. A menudo, un parche de escopolamina o un antihistamínico de venta libre o recetado resulta útil, sobre todo si se toma antes de viajar. Sin embargo, estos medicamentos pueden causar somnolencia, sequedad de boca, confusión, cataratas y otros problemas en los ancianos.

Embarazo

El embarazo no complicado hasta las 36 semanas no es una contraindicación para los viajes en avión; los embarazos de alto riesgo deben ser evaluados individualmente. El vuelo durante el noveno mes puede requerir autorización por escrito de un médico emitida con fecha dentro de las 72 h de la salida y que indique la fecha de llegada esperada. Sin embargo, las políticas varian según la aerolínea. Los cinturones de seguridad deben usarse por debajo del abdomen, que pase por las caderas.

Para evitar los efectos sobre el desarrollo de la tiroides fetal, las mujeres embarazadas deben evitar el uso prolongado de comprimidos para la purificación del agua que contienen yodo. Las mujeres embarazadas deben considerar posponer los viajes a zonas donde el paludismo es endémico, porque esta enfermedad puede ser más virulenta en ellas. La mefloquina se considera segura para su uso durante los 3 trimestres del embarazo (véase también Prevención del paludismo). Al viajar, las mujeres embarazadas deben prestar especial atención a las guías de inocuidad de los alimentos y lavado de las manos. En vuelos largos, se recomienda deambular con frecuencia para prevenir la tromboembolia venosa (véase también Restricción de la movilidad).

Las mujeres embarazadas y las personas que planean embarazos en el futuro cercano no deben viajar a zonas con riesgo de infección por Zika.

Estrés psicológico

La hipnosis y la modificación del comportamiento benefician a algunas personas con miedo a volar o claustrofobia. Los pasajeros temerosos también pueden beneficiarse por un ansiolítico de acción corta (p. ej., zolpidem, alprazolam) tomada antes y, de acuerdo con la duración, durante el vuelo. Con frecuencia, la hiperventilación se asemeja a enfermedades cardíacas y puede causar síntomas similares a la tetania; la ansiedad y la hiperventilación pueden provocar pánico, paranoia y una sensación de muerte inminente. Las tendencias psicóticas pueden tornarse más agudas y problemáticas durante el vuelo. Los pacientes con tendencias violentas o impredecibles deben ser acompañados por un asistente y sedados de manera adecuada.

Restricción de la movilidad

La trombosis venosa profunda puede producirse en cualquier persona sentada durante períodos prolongados y puede resultar en un émbolo pulmonar. Los factores de riesgo son los mismos que para la trombosis venosa profunda no relacionada con las alturas (p. ej., trombosis venosa profunda previa, embarazo, uso de anticonceptivos orales; véase tabla Factores de riesgo para la trombosis venosa). Se recomienda la deambulación frecuente (cada 1 a 2 h), los ejercicios de movimiento corto mientras se está sentado y una hidratación adecuada; sin embargo, no se cuenta con estudios que demuestren el beneficio de estas medidas. La profilaxis con medicamentos (p. ej., aspirina, heparina) no está indicada, pero se recomienda a los viajeros con riesgo de tromboembolia venosa que usen medias de compresión graduada ajustadas en forma apropiada y que lleguen hasta debajo de la rodilla.

Turbulencia

La turbulencia puede causar cinetosis o lesiones. Mientras están sentados, los pasajeros deben mantener sus cinturones abrochados en todo momento.

Otros aspectos

Los viajeros con ciertas condiciones médicas o riesgos deben llevar la documentación, los medicamentos y los dispositivos apropiados.

  • Los viajeros con afecciones médicas conocidas deben llevar un resumen de la historia clínica (que incluya ECG para aquellos con antecedentes cardíacos significativos).

  • Los viajeros que sufren una enfermedad discapacitante (p. ej., epilepsia) o los que tienen enfermedades crónicas deben llevar un brazalete o collar de identificación médica.

  • Los viajeros con antecedentes conocidos de enfermedades recurrentes específicas (p. ej., infecciones urinarias, infecciones vaginales candidiásicas, migrañas) deben considerar realizar el viaje con medicamentos para el autotratamiento.

  • Los viajeros que necesitan llevar opiáceos, jeringas o grandes cantidades de fármacos deben llevar una receta o carta de verificación de un médico para evitar posibles complicaciones con la seguridad o en las aduanas.

Lo siguiente debe empacarse en una maleta de mano en caso de retraso, pérdida o robo del equipaje facturado:

  • Fármacos, en sus envases con las etiquetas originales

  • Gafas extras u otro tipo de lentes correctoras (así como una receta actualizada de ambas).

  • Baterías para audífonos

La US Transportation Safety Administration (TSA, Administración de Seguridad del Transporte de los Estados Unidos) prohíbe transportar contenedores con > 90 mL de líquido o gel en un vuelo comercial, pero la TSA permite mayor cantidad de líquidos, geles y aerosoles médicamente necesarios en cantidades razonables para el viaje. Estos artículos deben ser declarados a los oficiales de la TSA en el puesto de control para su inspección (véase TSA: Disabilities and Medical Conditions).

Casi todos los dispositivos cardíacos implantados, como los marcapasos y los desfibriladores cardioversores, están protegidos de manera eficaz contra la interferencia por dispositivos de seguridad. Sin embargo, el contenido metálico de algunos de estos dispositivos, así como de ciertas prótesis ortopédicas y férulas, pueden activar la alarma de los controles de seguridad. A fin de evitar las dificultades que puedan surgir con ellos, debe llevarse una nota emitida por un médico.

Las personas con necesidades dietéticas y médicas deben planificar cuidadosamente y llevar consigo sus propios alimentos y suministros. Con varios días de aviso, todas las compañías aéreas que salen de los Estados Unidos o llegan a dicho país (y muchos otros países) pueden hacer esfuerzos razonables para acomodar a los pasajeros con discapacidades físicas y necesidades especiales, como los que necesitan terapia con oxígeno. Las sillas de ruedas pueden ser transportadas en todas las aerolíneas de los Estados Unidos y la mayoría de las extranjeras, pero se recomienda realizar un aviso previo.

Algunas aerolíneas aceptan pasajeros que requieren equipamiento muy especializado (p. ej., líquidos intravenosos, respiradores) siempre que haya personal adecuado que acompañe al pasajero y se hayan hecho los arreglos de antemano. Si los viajeros no pueden ser admitidos en un avión comercial debido a una enfermedad grave, es necesario el servicio de ambulancia aérea.

Los viajeros de piel clara son más vulnerables a las quemaduras solares en latitudes tropicales y a gran altitud. Se recomienda el uso de protectores solares con alto FPS (factor de protección solar de 30 o más). Cuando se usa tanto protector solar como repelente de insectos, primero debe aplicarse protector solar y luego, después de al menos 15 minutos, repelente de insectos.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable por el contenido de este recurso.

  1. Centers for Disease Control and Prevention: Travelers' Health

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