(Véase también Generalidades sobre los trastornos parafílicos).
El fetichismo es una forma de parafilia, pero la mayoría de las personas que presentan fetichismo no cumplen con los criterios clínicos de un trastorno parafílico, el cual requiere que el comportamiento, fantasías o impulsos intensos de la persona provoquen malestar clínicamente significativo o deterioro funcional. La afección también debe haber estado presente durante ≥ 6 meses.
Existen muchos fetiches; los habituales son delantales, zapatos, prendas de cuero o látex y ropa interior de mujer. El fetiche puede reemplazar a la actividad sexual habitual con una pareja o puede integrarse en una actividad sexual con una pareja que lo consienta. La conducta fetichista menor como adyuvante de una conducta sexual consensual no se considera un trastorno porque no hay angustia, discapacidad ni disfunción significativas. Los patrones y los comportamientos de excitación fetichistas obligatorios, más intensos y altamente compulsivos pueden provocar problemas en las relaciones o consumir por completo y destruir la vida de la persona.
Los fetiches pueden incluir la ropa del sexo opuesto (p. ej., ropa interior de las mujeres), pero si la excitación sexual se produce principalmente por vestir la prenda (del sexo opuesto) en vez de usarla de alguna otra manera, la parafilia es considerada travestismo.
El tratamiento del trastorno fetichista puede consistir en psicoterapia, medicación o ambas. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) han tenido eficacia limitada en algunos pacientes que solicitan tratamiento.