El intertrigo se desarrolla cuando la fricción y la humedad en las áreas intertriginosas causan maceración de la piel e inflamación con la formación de parches o placas. La infección por bacterias y levaduras también es frecuente. Las localizaciones típicas son los pliegues submamarios, abdominal, interdigital, axilar, subglúteo y genitocrural.
Diagnóstico
El diagnóstico del intertrigo se basa en el aspecto clínico; los preparados en fresco con hidróxido de potasio y los cultivos ayudan a guiar el tratamiento.
El diagnóstico diferencial del intertrigo incluye:
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Tiña crural (para el intértrigo inguinal)
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Intertrigo candidiásico
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Inverso SORIASIS (Psoriasis de zonas intertriginosas)
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En ocasiones, dermatitis alérgica de contacto (como resultado del uso de toallas húmedas después de ir al baño o la aplicación axilar de antitranspirantes/desodorantes)
Tratamiento
Si no se detectan bacterias o levaduras, se debe tratar con agentes desecantes. Las opciones de tratamiento efectivo incluyen talco (mejor que el almidón de maiz, que puede favorecer el crecimiento de hongos), compresas con solución de Burow, y polvos superabsorbentes.
Si hay bacterias o levaduras, se administran lociones antibacterianas tópicas y cremas antimicóticas como adyuvantes de los agentes desecantes (ver Opciones para el tratamiento de infecciones micóticas superficiales*).