La torsión anexial no es común, y se produce más a menudo durante los años reproductivos. En general, indican una anomalía ovárica.
Los factores de riesgo para la torsión anexial incluyen los siguientes:
Los tumores benignos son más propensos a la torsión que los malignos. La torsión de una anexo normal, que es rara, es más común entre las niñas que entre las mujeres adultas.
Normalmente está comprometido un ovario, pero a veces también está involucrada la trompa uterina. La torsión puede provocar una peritonitis.
Signos y síntomas
La torsión anexial causa un dolor pelviano repentino intenso y, en ocasiones, náuseas y vómitos. Durante días o a veces semanas antes del dolor repentino, la mujer siente dolores cólicos intermitentes, presumiblemente debido a la torsión parcial que resuelve de forma espontánea. Son usuales el dolor cervical a la movilización, una masa anexial dolorosa unilateral y signos peritoneales.
Diagnóstico
La torsión anexial se sospecha en base a los síntomas típicos (es decir, dolor pélvico intermitente, grave) y signos peritoneales inexplicables más dolor intenso a la movilización cervical o una masa anexial. El dolor puede ser unilateral. Deben descartarse otras causas comunes de dolor pélvico (p. ej., apendicitis, embarazo ectópico, enfermedad inflamatoria pélvica, absceso tuboovárico).
El diagnóstico clínico de torsión anexial está respaldado por imágenes, como ecografía transvaginal, que muestra un ovario agrandado o una masa ovárica. La ecografía Doppler color que muestra un flujo sanguíneo disminuido o ausente en el ovario respalda aún más el diagnóstico.
Si se sospecha una torsión anexial, se indica de inmediato una cirugía exploradora. La presencia de una torsión ovárica confirma el diagnóstico.
Tratamiento
Si se sospecha una torsión anexial, debe realizarse una laparoscopia o una laparotomía en forma inmediata para confirmar el diagnóstico y para intentar salvar el ovario y la trompa uterina desrotándolos. La salpingooforectomía es necesaria si hay tejido necrótico o no viable.
Si hay un quiste o una masa ovárica y el ovario puede ser preservado, se realiza una quistectomía. De lo contrario, se requiere la ooforectomía.
Conceptos clave
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La torsión anexial, que es poco común, es más probable como resultado de tumores benignos que de tumores malignos.
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La torsión causa dolor pélvico repentino y grave, y algunas veces náuseas y vómitos; puede estar precedido por días u ocasionalmente semanas de dolor cólico intermitente, presumiblemente como resultado de una torsión intermitente.
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La torsión anexial se sospecha en función de los síntomas y la ecografía Doppler transvaginal; la cirugía exploradora debe realizarse de inmediato para confirmar el diagnóstico y tratarlo.
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Si se diagnostica una torsión anexial, se debe intentar inmediatamente salvar el ovario y la trompa uterina desenrollándolos por vía laparoscópica o por laparotomía; si hay tejido no viable o necrótico o un quiste o masa ovárica, se requiere extirpación quirúrgica (salpingoooforectomía, quistectomía).