Bultos en la mama

PorLydia Choi, MD, Karmanos Cancer Center
Revisado/Modificado jun. 2022 | Modificado oct. 2023
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Datos clave

Un bulto mamario (masa) es un engrosamiento o protuberancia que se palpa diferente del tejido mamario circundante. Un bulto puede ser descubierto por la propia mujer o por el médico durante una exploración clínica rutinaria.

(Véase también Introducción a los trastornos de la mama.)

Los bultos en las mamas son relativamente frecuentes y, por lo general, son benignos.

¿Sabías que...?

  • La mayoría de los bultos en las mamas no son cancerosos, pero es necesario realizar pruebas porque es importante distinguir entre bultos cancerosos y no cancerosos.

Los bultos pueden ser dolorosos o indoloros. A veces van acompañados de secreción por el pezón o de cambios en la piel, tales como irregularidades, enrojecimiento, una textura formando hoyuelos (llamada piel de naranja o peau d'orange) o piel tirante.

Los bultos pueden ser bolsas llenas de líquido (quistes) o masas sólidas, habitualmente fibroadenomas. Los fibroadenomas son benignos y los quistes, por lo general, también son benignos.

Causas de los bultos mamarios

Causas frecuentes de los bultos mamarios

Las causas más frecuentes afectan el tejido fibroglandular (compuesto por tejido conjuntivo fibroso y glándulas) de la mama, incluyendo

  • Fibroadenomas

  • Cambios fibroquísticos

Generalmente, los fibroadenomas son bultos lisos, redondeados, con cierto movimiento e indoloros. Por lo general, se desarrollan en mujeres en edad fértil, y pueden disminuir de tamaño con el tiempo. Los fibroadenomas pueden confundirse con un tumor mamario maligno, pero no lo son. Algunos tipos de fibroadenoma no parecen aumentar el riesgo de cáncer de mama. Otros pueden aumentar el riesgo ligeramente.

Los cambios fibroquísticos consisten en dolor, quistes y abultamientos en la mama. La mujer puede tener uno o más de estos síntomas. En las mamas se palpan bultos y están turgentes, y con frecuencia son sensibles al tacto. Estos cambios son más frecuentes entre las mujeres que comenzaron a menstruar pronto, tuvieron su primer bebé después de los 30 años o no han tenido un bebé.

En la mayoría de las mujeres, los cambios fibroquísticos se relacionan con las fluctuaciones mensuales en los niveles de las hormonas femeninas estrógenos y progesterona. Estas hormonas estimulan el tejido mamario. Los síntomas suelen desaparecer después de la menopausia.

Los cambios fibroquísticos no aumentan el riesgo de cáncer de mama.

Otras causas de los bultos mamarios

Los bultos a veces son el resultado de

  • Infecciones de las mamas, incluyendo acumulaciones de pus (abscesos), que son muy poco frecuentes excepto durante las primeras semanas después del parto

  • Una glándula obstruida (galactocele), que generalmente ocurre hasta 6 a 10 meses después de la retirada de la leche

  • Traumatismos que pueden ocasionar la formación de tejido cicatricial

  • Cáncer de mama

Las infecciones, los galactoceles y la formación de tejido cicatricial no aumentan el riesgo de cáncer de mama.

Evaluación de los bultos mamarios

Signos de alarma

Ciertos síntomas y características son motivo de preocupación:

  • Tumor adherido a la piel o a la pared torácica

  • Masa con una consistencia dura e irregular

  • Hoyuelos en la piel cerca del bulto

  • Engrosamiento y enrojecimiento de la piel sobre la mama

  • Una secreción sanguinolenta por el pezón

  • Ganglios linfáticos en la axila adheridos entre sí o pegados a la piel o a la pared torácica

Cuándo acudir al médico

Dado que los bultos mamarios pueden ser malignos (aunque generalmente no lo son), deben ser evaluados por un médico en un plazo de 3 a 7 días.

Un retraso de alrededor de una semana no es perjudicial a menos que haya signos de infección, como enrojecimiento, hinchazón y/o secreción de pus. Si aparecen estos síntomas se debe consultar a un médico en el plazo de 1 o 2 días.

Actuación del médico

El médico pregunta a la mujer sobre el bulto, por ejemplo durante cuánto tiempo ha estado presente, si va y viene o si es doloroso. El médico también pregunta acerca de otros síntomas, incluyendo cualquier secreción por el pezón y síntomas generales como pérdida de peso, fatiga y dolor en los huesos. Los médicos le preguntan a la mujer sobre sus antecedentes médicos y familiares, incluyendo la existencia de un diagnóstico previo de cáncer de mama y factores de riesgo para el cáncer de mama.

A continuación realiza un examen físico, centrándose en la exploración mamaria y de las zonas próximas (véase Cribado). El médico inspecciona la mama con el fin de detectar anomalías, incluyendo cambios en la piel y secreciones por el pezón. También palpa el bulto para determinar

  • Qué tamaño tiene

  • Si es duro o blando

  • Si es liso o irregular

  • Si es doloroso

  • Si se mueve libremente o bien está adherido a la piel o a la pared torácica

La presencia de bultos dolorosos y gomosos en una mujer joven suele corresponder a cambios fibroquísticos, sobre todo si se han tenido bultos similares antes.

El médico determina si las mamas son similares en forma y tamaño y explora las dos mamas para detectar anomalías y, en particular, signos de alarma. El cáncer es más probable si están presentes los signos de alarma.

El médico también palpa los ganglios linfáticos situados en las axilas y por encima de la clavícula para detectar ganglios linfáticos agrandados o dolorosos.

Pruebas complementarias

Por lo general, es necesario realizar pruebas complementarias porque determinar si un tumor mamario es benigno o maligno mediante la exploración es difícil, y porque no identificar el cáncer tiene graves consecuencias.

En primer lugar se suele hacer una ecografía para tratar de diferenciar los nódulos sólidos de los quistes, que en raras ocasiones son malignos.

Si el bulto parece ser un quiste y provoca síntomas (como por ejemplo dolor o secreción por el pezón), se puede introducir en su interior una aguja y con una jeringa se extrae el líquido (procedimiento denominado aspiración) y se examina. El líquido se analiza para detectar células cancerosas sólo si se presenta cualquiera de las circunstancias siguientes:

  • Es turbio o sanguinolento.

  • Se obtiene poco líquido.

  • El bulto permanece después de la aspiración.

De lo contrario, la mujer se vuelve a explorar en 4 a 8 semanas. Si el quiste no se puede palpar, se considera que es benigno. Si reaparece, se realiza una nueva aspiración, y se remite el líquido para su análisis, con independencia de su aspecto. Si el quiste reaparece por tercera vez o si un bulto sigue presente después de ser aspirado, se extrae una muestra de tejido del bulto o el bulto entero y se examina al microscopio (biopsia).

Si el bulto parece ser sólido, normalmente se realiza una mamografía, seguida de una biopsia. Los médicos pueden hacer varios tipos de biopsia:

  • Biopsia por aspiración mediante aguja fina: se extraen algunas células de la masa utilizando una aguja fina unida a una jeringa.

  • Biopsia por punción con aguja gruesa: se utiliza una aguja más gruesa con una punta especial para extraer una muestra más grande de tejido mamario.

  • Biopsia abierta (quirúrgica): el médico practica una pequeña incisión en el tejido de la piel y de la mama y elimina parte de un bulto o la totalidad. Este tipo de biopsia se indica cuando no es posible una biopsia por punción (por ejemplo, porque no se palpa ningún bulto). También se puede hacer después de una biopsia por punción que no detecta cáncer para asegurarse del resultado.

La ecografía o la mamografía se utilizan a menudo para guiar la colocación de la aguja de la biopsia. La mayoría de las mujeres no necesitan ser hospitalizadas para someterse a estos procedimientos. Por lo general, solo se utiliza anestesia local.

Tratamiento de los bultos mamarios

El tratamiento de los cambios fibroquísticos depende de la causa y de si existen síntomas.

En los cambios fibroquísticos, para aliviar los síntomas se recomienda usar un sujetador de soporte suave (como por ejemplo un sujetador de deporte) y tomar analgésicos, como paracetamol (acetaminofeno) o un fármaco antiinflamatorio no esteroideo (AINE).

A veces, se drenan los quistes.

Los fibroadenomas se extirpan por lo general si aumentan de tamaño, causan dolor o bien la afectada quiere que se extirpen. Si los fibroadenomas son pequeños, se pueden destruir con frío (crioablación). Por lo general, para este procedimiento solo se requiere anestesia local. Sin embargo, cuando se extirpa un fibroadenoma, pueden aparecer otros fibroadenomas en otras partes de la mama. Después de extirpar varios tumores y comprobar que son benignos, la paciente y su médico pueden decidir no extirpar otros nuevos que puedan desarrollarse. Independientemente de si los fibroadenomas se extirpan o no, la afectada debe someterse a chequeos regulares para que su médico pueda ver si hay cambios.

Si el bulto es un galactocele (una glándula productora de leche obstruida), se drena (aspira). Por lo general, se resuelve después de este tratamiento.

El tratamiento del cáncer de mama, si se diagnostica, consiste generalmente en cirugía para extirpar el tumor más radioterapia, quimioterapia y/o fármacos hormonales.

Conceptos clave

  • La mayoría de los nódulos mamarios no son cánceres.

  • Las mujeres con un bulto en la mama deben ver a un profesional de la salud, que examina la mama y, por lo general, realiza pruebas adicionales.

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