(Véase también Introducción a los trastornos de la alimentación).
El trastorno por atracones afecta a alrededor del 3,5% de las mujeres y el 2% de los hombres en la población general durante toda su vida. A diferencia de la bulimia nerviosa, el trastorno por atracones se presenta sobre todo en personas son sobrepeso u obesas porque contribuye a la ingestión calórica excesiva; puede aparecer en ≥ 30% de los pacientes en algunos programas de reducción de peso. En comparación con las personas con anorexia nerviosas o bulimia nerviosas, aquellos con trastorno por atracones son más grandes y es más probable que sean varones.
Signos y síntomas
Durante un episodio de atracón, las personas comen cantidad mucho más grande de alimento de lo que comerían la mayoría de las personas en un período similar en circunstancias semejantes. Durante y después de un atracón, las personas sienten que han perdido el control. El atracón no es seguido por purgas (vómito autoinducido, abuso de laxantes, diuréticos o enemas), ejercicio excesivo o ayuno. Comer en exceso ocurre en episodios; no implica comer en exceso constantemente.
Las personas que tienen un trastorno por atracones están afligidas por ello. Leve a moderada la depresión y la preocupación por la forma corporal o el peso son más frecuentes en las personas obesas con trastorno por atracones que en las obesas que no lo tienen.
Diagnóstico
Los criterios clínicos para el diagnóstico del trastorno por atracones requieren atracones al menos 1 vez/semana durante 3 meses y una sensación de falta de control sobre la alimentación, además de la presencia de ≥ 3 de los siguientes:
El trastorno por atracón se diferencia de la bulimia nerviosa (que también implica atracones) por la ausencia de conductas compensatorias (p. ej., vómitos autoinducidos, uso de laxantes o diuréticos, ejercicio excesivo, ayunos).
Tratamiento
La terapia cognitivo-conductual es el tratamiento mejor estudiado y avalado para el trastorno por atracones. Tanto la terapia cogntivo-conductual como la psicoterapia interpersonal tienen tasas de remisión de ≥ 60%; la mejoría suele mantenerse bien a largo plazo. Estos tratamientos no producen una pérdida de peso importante en los pacientes obesos.
El tratamiento convencional conductual de la pérdida de peso tiene eficacia a corto plazo para reducir los atracones, pero los pacientes suelen recidivar. Los fármacos antidepresivos (p. ej., ISRS) también tiene eficacia a corto plazo para eliminar los atracones, pero se desconoce su eficacia a largo plazo. La lisdexamfetamina está aprobada para el tratamiento del trastorno por atracones de moderado a grave. Puede reducir el número de días con atracones y parece causar una ligera pérdida de peso, pero se desconoce su eficacia a largo plazo. Los medicamentos supresores del apetito (p. ej., topiramato) o medicamentos para perder peso (p. ej., orlistat) pueden ofrecer un beneficio.
Conceptos clave
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Las personas con trastorno por atracones tienden a tener sobrepeso y obesidad.
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Diagnostique el trastorno por atracones sobre la base de criterios clínicos (como comer en exceso al menos 1 vez/semana durante 3 meses, una sensación de falta de control sobre la alimentación).
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Trate con terapia cognitivo conductual o psicoterapia interpersonal y, a veces, con medicamentos (p. ej., ISRS, lisdexanfetamina).