Síndrome de Down (trisomía 21)

(Síndrome de Down, trisomía G)

PorNina N. Powell-Hamilton, MD, Sidney Kimmel Medical College at Thomas Jefferson University
Reviewed ByAlicia R. Pekarsky, MD, State University of New York Upstate Medical University, Upstate Golisano Children's Hospital
Revisado/Modificado Modificado sept 2025
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Vista para pacientes

El síndrome de Down es una anomalía del cromosoma 21 que puede causar discapacidad intelectual, microcefalia, talla baja y cara característica. El diagnóstico se sugiere ante el hallazgo de anomalías físicas y de desarrollo anormal y se confirma mediante cariotipo y otros análisis citogenéticos.; el manejo consiste en cuidados paliativos y en el tratamiento de las manifestaciones y las anomalías específicas de la enfermedad.

(Véase también Generalidades sobre las anomalías cromosómicas).

El síndrome de Down es la anomalía cromosómica más frecuente. Es causado por la presencia de un cromosoma 21 adicional (trisomía 21) y se caracteriza por discapacidad intelectual y un fenotipo variable que típicamente incluye hipotonía, características craneofaciales distintivas y una variedad de anomalías congénitas (1). El grado de discapacidad intelectual suele ser leve o moderado, pero rara vez puede ser grave. Las personas afectadas tienen mayor riesgo de numerosas comorbilidades.

La incidencia global en los Estados Unidos es de aproximadamente 1/700 nacidos vivos (2), y el riesgo aumenta gradualmente con el aumento de la edad materna. Según un estudio exhaustivo, a los 20 años de edad materna, las probabilidades previstas son de 1/1476 nacimientos; a los 35, de 1/352; y a los 40, de 1/85 (3). Sin embargo, como la mayoría de los nacimientos ocurren en mujeres más jóvenes, la mayoría de los niños con síndrome de Down son hijos de mujeres < 35 años; y sólo el 20% de los niños con síndrome de Down son hijos de madres > 35 años.

Referencias generales

  1. 1. Bull MJ. Down Syndrome. N Engl J Med. 2020;382(24):2344-2352. doi:10.1056/NEJMra1706537

  2. 2. Mai CT, Isenburg JL, Canfield MA, et al. National population-based estimates for major birth defects, 2010-2014. Birth Defects Res. 2019;111(18):1420-1435. doi:10.1002/bdr2.1589

  3. 3. Morris JK, Mutton DE, Alberman E. Revised estimates of the maternal age specific live birth prevalence of Down's syndrome. J Med Screen. 2002;9(1):2-6. doi:10.1136/jms.9.1.2

Etiología del síndrome de Down

En aproximadamente el 95% de los casos, el síndrome de Down es causado por la falta de disyunción que resulta en un cromosoma 21 adicional (trisomía 21), que procede en forma tipicade la madre (1). La no disyunción se refiere al fallo de los cromosomas homólogos o las cromátidas hermanas para separarse adecuadamente durante la meiosis de los gametos. Las personas afectadas tienen 47 cromosomas en lugar de los 46 normales.

Cariotipo del síndrome de Down
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El síndrome de Down se caracteriza por un cromosoma 21 adicional (véase flecha).

L. WILLATT, EAST ANGLIAN REGIONAL GENETICS SERVICE/SCIENCE PHOTO LIBRARY

Aproximadamente el 4% de los casos de síndrome de Down se deben a una translocación genética (2). En una traslocación equilibrada, el material genético se intercambia con el material de otro cromosoma no homólogo, y el recuento de cromosomas se mantiene en 46. En una traslocación desequilibrada, se gana o se pierde material genético, lo que ocasiona un desequilibrio genético y anomalías clínicas subsiguientes.

La translocación más común es t (14; 21), en la que el cromosoma 21 está unido al cromosoma 14; esta es una translocación no balanceada, lo que resulta en un recuento de 45 cromosomas, En alrededor de la mitad de los casos con translocación t(14;21), ambos padres tienen cariotipos normales, lo que indica una traslocación de novo. En la otra mitad, uno de los padres (casi siempre la madre), que no tiene síndrome de Down, tiene solo 45 cromosomas, uno de los cuales es t(14; 21). En teoría, la probabilidad de que una madre portadora tenga un hijo con síndrome de Down es de 1:3, pero el riesgo real es más bajo (alrededor de 1:10). Si el padre es el portador, el riesgo es sólo de 1:20.

La siguiente traslocación en orden de frecuencia es la t(21;22). En estos casos, las madres portadoras tienen una probabilidad de aproximadamente 1:10 de tener un hijo con síndrome de Down; la probabilidad es incluso menor para los padres portadores.

La translocación 21q;21q, que ocurre cuando el cromosoma 21 adicional está unido a otro cromosoma 21, es mucho menos común. Determinar si un padre es portador o mosaico para la translocación 21q;21q es importante para comprender los riesgos para sus hijos. Un padre portador (es decir, uno que tiene una translocación equilibrada) tiene un 100% de probabilidad de tener un hijo con síndrome de Down porque toda la descendencia viable tendría síndrome de Down o monosomía 21. La monosomía 21 es típicamente incompatible con la vida.

En el síndrome de Down, el mosaicismo se debe presumiblemente a la falta de disyunción durante la división celular en el embrión. Las personas con mosaicismo del síndrome de Down tienen 2 líneas celulares: una con los 46 cromosomas normales y otra con 47 cromosomas, incluido un cromosoma 21 adicional, o un número diferente de cromosomas, dependiendo de la translocación. Aunque su riesgo de tener un hijo con síndrome de Down está notablemente aumentado, los padres también pueden tener hijos con cromosomas normales. En las personas con mosaicismo del síndrome de Down, es probable que el pronóstico de inteligencia y el riesgo de complicaciones médicas dependa de la proporción de células anormales (p. ej. trisomía 21) en los distintos tejidos, incluido el encéfalo. Sin embargo, en la práctica, este riesgo no puede predecirse porque no es factible determinar el cariotipo en cada célula del cuerpo. Algunas personas con mosaicismo del síndrome de Down tienen signos clínicos muy sutiles y pueden tener una inteligencia normal; sin embargo, incluso las personas con síndrome de Down sin mosaicismo pueden tener hallazgos clínicos variables. Esto también es cierto para las personas afectadas que no son mosaicos.

Referencias de la etiología

  1. 1. Antonarakis SE: Parental origin of the extra chromosome in trisomy 21 as indicated by analysis of DNA polymorphisms. Down Syndrome Collaborative Group. N Engl J Med 324(13):872-876, 1991. doi: 10.1056/NEJM199103283241302

  2. 2. Mutton D, Alberman E, Hook EB: Cytogenetic and epidemiological findings in Down syndrome, England and Wales 1989 to 1993. National Down Syndrome Cytogenetic Register and the Association of Clinical Cytogeneticists. J Med Genet 33(5):387-394, 1996. doi: 10.1136/jmg.33.5.387

Fisiopatología del síndrome de Down

Como en la mayoría de los cuadros que se deben a un desequilibrio cromosómico, el síndrome de Down afecta múltiples sistemas y causa defectos estructurales y funcionales (véase tabla Algunas complicaciones del síndrome de Down). No todos los defectos están presentes en cada persona.

Tabla
Tabla

La mayoría de las personas afectadas tienen cierto grado de alteración cognitiva, que varía de grave (CI de 20 a 35) a leve (CI de 50 a 75). Los retrasos de la motricidad gruesa y del lenguaje también son evidentes en etapas tempranas de la vida. A menudo se observa reducción de la talla y existe mayor riesgo de obesidad.

Alrededor del 50% de los recién nacidos afectados sufre cardiopatías congénitas; los defectos más frecuentes son comunicación interventricular y defecto del tabique auriculoventricular (también llamado defecto de las almohadillas endocárdicas o defecto del canal auriculoventricular) (1, 2).

Aproximadamente el 6% de las personas presentan malformaciones digestivas, en particular atresia duodenal, a veces junto con páncreas anular. Asimismo, son más frecuentes la enfermedad de Hirschsprung y la enfermedad celíaca (3).

Muchos presentan endocrinopatías, como enfermedad tiroidea (la mayoría de las veces hipotiroidismo) y diabetes.

La hipermovilidad atloidooccipital y atlantoaxoidea, así como anomalías óseas de la columna cervical, puede causar inestabilidad atlantooccipital e inestabilidad cervical; puede provocar debilidad y parálisis.

Aproximadamente el 60% de las personas tienen problemas oculares, incluyendo cataratas congénitas, glaucoma, estrabismo y errores de refracción (4); sin embargo, esta prevalencia puede variar entre las diferentes poblaciones (5).

En la mayoría de los casos, hay hipoacusia, y las infecciones óticas son muy frecuentes.

Referencias de fisiopatología

  1. 1. Irving CA, Chaudhari MP. Cardiovascular abnormalities in Down's syndrome: Spectrum, management and survival over 22 years. Arch Dis Child. 2012;97(4):326-330. doi:10.1136/adc.2010.210534

  2. 2. de Groot-van der Mooren MD, Scheerman BC, Rammeloo LAJ, et al. Neonatal mortality and morbidity in Down syndrome in the time of prenatal aneuploidy testing: A retrospective cohort study. Eur J Pediatr. 2023;182(1):319-328. doi:10.1007/s00431-022-04686-3

  3. 3. Stoll C, Dott B, Alembik Y, Roth MP. Associated congenital anomalies among cases with Down syndrome. Eur J Med Genet. 2015;58(12):674-680. doi:10.1016/j.ejmg.2015.11.003

  4. 4. Afifi HH, Abdel Azeem AA, El-Bassyouni HT, Gheith ME, Rizk A, Bateman JB. Distinct ocular expression in infants and children with Down syndrome in Cairo, Egypt: myopia and heart disease. JAMA Ophthalmol. 2013;131(8):1057-1066. doi:10.1001/jamaophthalmol.2013.644

  5. 5. Bermudez BEBV, de Souza do Amaral ME, da Silva Gomes C, Novadzki IM, de Oliveira CM, Serpe CC. Ophthalmological abnormalities in Down syndrome among Brazilian patients. Am J Med Genet A. 2020;182(11):2641-2645. doi:10.1002/ajmg.a.61845

Síntomas y signos del síndrome de Down

Aspecto general

Los recién nacidos afectados tienden a ser tranquilos, rara vez lloran y presentan hipotonía. La mayoría tiene un perfil facial plano (en particular, aplanamiento del puente nasal), pero algunos no tienen características faciales evidentemente inusuales al nacer y luego desarrollan rasgos faciales típicos más notables durante la lactancia. Son frecuentes el occipital aplanado, la microcefalia y piel redundante alrededor de la nuca.

Las características físicas típicas de las personas con síndrome de Down incluyen las siguientes (1):

  • Los ojos tienen un ángulo hacia arriba en el borde lateral, suelen haber pliegues epicánticos en los ángulos internas, y pueden observarse manchas de Brushfield (manchas grises o blancas que remedan granos de sal alrededor de la periferia del iris).

  • La boca a menudo se mantiene abierta; una lengua protuberante y surcada puede carecer de fisura central.

  • Las orejas suelen ser pequeñas y redondeadas.

  • Las manos a menudo son cortas y anchas y con frecuencia tienen un solo pliegue palmar transversal, y los dedos a menudo son cortos, con clinodactilia (curvatura) del quinto dedo, que suele tener solo 2 falanges.

  • Los pies pueden tener una amplia separación entre el primer y segundo dedo (signo de la sandalia), y a menudo hay un pliegue plantar que se extiende hacia atrás por el pie.

Signos físicos característicos del síndrome de Down
Síndrome de Down (rasgos faciales)
Síndrome de Down (rasgos faciales)

Esta fotografía muestra un niño con síndrome de Down con un puente nasal aplanado, ojos en ángulo hacia arriba y pliegues epicánticos en los ángulos internos de los ojos.

Esta fotografía muestra un niño con síndrome de Down con un puente nasal aplanado, ojos en ángulo hacia arriba y pliegu

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© Springer Science+Business Media

Síndrome de Down (pliegues nucales redundantes)
Síndrome de Down (pliegues nucales redundantes)

Esta fotografía muestra pliegues nucales redundantes en un bebé con síndrome de Down.

Esta fotografía muestra pliegues nucales redundantes en un bebé con síndrome de Down.

© Springer Science+Business Media

Pliegue Palmar Transversal Único
Pliegue Palmar Transversal Único

RALPH C. EAGLE, JR./SCIENCE PHOTO LIBRARY

Síndrome de Down
Síndrome de Down

Esta fotografia muestra un adulto joven con varias características físicas típicas del síndrome de Down: baja talla, calvicie frontal, cabello fino, epicanto, cuello grueso y obesidad troncal leve.

Esta fotografia muestra un adulto joven con varias características físicas típicas del síndrome de Down: baja talla, ca

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By permission of the publisher. From Bird T, Sumi S: Atlas of Clinical Neurology. Edited by RN Rosenberg. Philadelphia, Current Medicine, 2002.

Crecimiento y desarrollo

A medida que los niños afectados crecen, se pone de manifiesto el retraso del desarrollo físico y mental. La estatura suele ser baja. El coeficiente intelectual promedio es de alrededor de 50, pero esto varía ampliamente. En la infancia, suele haber conducta sugestiva de trastorno de déficit de atención/hiperactividad, y se observa mayor incidencia de comportamiento asociado con trastorno del espectro autista (en particular, en niños con discapacidad intelectual profunda).

Se observa un aumento del riesgo de depresión en niños y adultos con síndrome de Down.

Manifestaciones cardíacas

Los síntomas de cardiopatía dependen del tipo y el grado de la anomalía cardíaca.

Los lactantes con cardiopatías congénitas, las más frecuentes de las cuales son comunicaciones interventriculares y defectos del tabique auriculoventricular, pueden ser asintomáticos o mostrar signos de insuficiencia cardíaca (p. ej., dificultad respiratoria, frecuencia respiratoria rápida, dificultad para alimentarse, sudoración, escaso aumento de peso).

Los soplos pueden no estar siempre presentes; sin embargo, existe la posibilidad de una serie de soplos diferentes.

Manifestaciones gastrointestinales

Por lo general, los lactantes con enfermedad de Hirschsprung tienen retraso en la eliminación de meconio. Los lactantes con compromiso grave pueden tener signos de obstrucción intestinal (p. ej., vómitos biliosos, ausencia de deposiciones, distensión abdominal).

La atresia o la estenosis duodenal pueden manifestarse por vómitos biliosos o ser asintomáticas, según el grado de estenosis. Estos defectos pueden detectarse mediante ecografía prenatal (signo de doble burbuja).

Signo de doble burbuja
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Esta radiografía muestra el típico signo de doble burbuja observado en la obstrucción duodenal completa. La burbuja más pequeña representa el duodeno proximal dilatado (flecha blanca); la burbuja más grande representa el estómago (flecha negra). Este signo puede observarse en la atresia duodenal, la membrana duodenal, el páncreas anular y la vena porta preduodenal. En raras ocasiones, también se puede ver con obstrucción duodenal completa como resultado de la presencia de bandas de Ladd en un paciente con malrotación.

By permission of the publisher. From Langer J: Gastroenterology and Hepatology: Pediatric Gastrointestinal Problems. Edited by M Feldman (series editor) and PE Hyman. Philadelphia, Current Medicine, 1997.

Referencia de los signos y los síntomas

  1. 1. Bull MJ, Trotter T, Santoro SL, et al: Health supervision for children and adolescents with Down syndrome. Pediatrics 149(5):e2022057010, 2022. doi: 10.1542/peds.2022-057010

Diagnóstico del síndrome de Down

  • Ecografía fetal

  • Pruebas de cribado materno en suero

  • Métodos de cribado prenatal no invasivos

  • Biopsia de vellosidades coriónicas y/o amniocentesis prenatal con análisis del cariotipo.

  • Muestra de sangre percutánea umbilical (cordocentesis) con cariotipo

  • Cariotipo posnatal

(Véase también Secuenciación de la próxima generación.)

La ecografía fetal y las pruebas en suero materno, así como métodos de cribado prenatal no invasivos, se ofrecen a todas las personas embarazadas en entornos de altos recursos como pruebas de cribado para anomalías cromosómicas, incluido el síndrome de Down.

La ecografía fetal puede detectar anomalías incluyendo aumento de la translucencia nucal, defecto septal auriculoventricular y atresia duodenal, pero estas pueden no estar presentes en todos los fetos con trisomía 21.

La prueba de cribado en suero materno puede mostrar niveles anormales de proteína plasmática A a fines del primer trimestre y de alfa-fetoproteína, beta-hCG (gonadotropina coriónica humana), estriol no conjugado e inhibina a principios del segundo trimestre (15-16 semanas de edad gestacional).

Los métodos de cribado prenatal no invasivos, en los que se analiza la presencia de aneuploidía en el ADN fetal libre de células obtenido de la circulación materna, representan actualmente la opción de cribado para la trisomía 21 en entornos de recursos elevados porque tienen buena sensibilidad y especificidad (1).

Si se sospecha síndrome de Down según las pruebas de detección en el suero materno, ecografía o métodos de cribado prenatal no invasivos, se recomienda realizar pruebas de confirmación diagnósticas fetales o postnatales. Los métodos de confirmación fetal incluyen muestra de vellosidades coriónicas y/o amniocentesis con pruebas de cariotipo como prueba de elección, pero también se puede confirmar con FISH (por las siglas en inglés de Citología por cepillado e hibridación in situ con fluorescencia) y con análisis de micromatrices cromosómicas.

La obtención de una muestra de sangre del cordón umbilical por vía percutánea (PUBS), también conocida como cordocentesis, es un procedimiento invasivo que se utiliza para obtener sangre fetal directamente del cordón umbilical, lo que permite una evaluación rápida del cariotipo y la confirmación de la trisomía 21. PUBS se reserva típicamente para situaciones donde otros métodos diagnósticos no son concluyentes o cuando se requieren resultados rápidos, pero tiene un perfil de riesgo más alto y generalmente se realiza en una etapa más avanzada del embarazo (después de las 18 semanas).

La cariotipificación es la prueba de elección para excluir una translocación asociada, de modo que los padres puedan recibir el asesoramiento genético adecuado respecto del riesgo de recurrencia. La opción de la prueba de confirmación prenatal se ofrece a todos los pacientes con un resultado anormal, indeterminado o poco claro de la prueba de inmunodeficiencia adquirida. Las decisiones de gestión no deben basarse únicamente en el resultado de los métodos de cribado prenatal no invasivos.

El análisis de micromatrices cromosómicas es capaz de detectar deleciones y duplicaciones a nivel submicroscópico y ha reemplazado al cariotipo convencional en muchos países (2); sin embargo, el cariotipo sigue siendo la prueba de elección cuando se sospecha aneuploidía.

En países con altos recursos, la detección sistemática en suero materno y la investigación diagnóstica del síndrome de Down suelen estar dispo para todas las mujeres que concurren a la atención prenatal antes de las 20 semanas de edad gestacional, independientemente de su edad.

El American College of Obstetricians and Gynecologists Committee on Practice Bulletins (Boletines del Comité de Prácticas del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos) aconseja que el análisis de ADN fetal libre de células se ofrezca a todas las pacientes embarazadas, independientemente de la edad o de factores de riesgo adicionales (3).

Si no se efectúa el diagnóstico prenatal, el diagnóstico neonatal se basa en las anomalías físicas y se confirma por análisis citogenético, preferiblemente cariotipo.

Enfermedades médicas concomitantes

Las pruebas de cribado de rutina específicas para la edad de los lactantes y los niños afectados pueden ayudar a identificar las condiciones asociadas con el síndrome de Down (4):

  • Ecocardiografía: en la visita prenatal o al nacer

  • Detección sistemática de función tiroidea (niveles de tirotropina [TSH]): al nacer, a los 6 meses, 12 meses y anualmente de ahí en adelante

  • Recuento sanguíneo completo (hemograma completo) con recuento diferencial y combinación de ferritina y proteína C reactiva (PCR) o una combinación de hierro sérico y capacidad total de unión al hierro (TIBC): al año y anualmente a partir de entonces

  • Evaluaciones auditivas: al nacer, luego cada 6 meses hasta establecer una audición normal (alrededor de los 4 años); después, anualmente (con mayor frecuencia si está indicado)

  • Evaluación oftalmológica: a los 6 meses, luego anualmente hasta los 5 años; luego cada 2 años hasta los 13 años y cada 3 años hasta los 21 años (o con mayor frecuencia si está indicado)

  • Crecimiento: talla, peso, y circunferencia cefálica graficados en cada control de salud usando una gráfica de crecimiento para síndrome de Down

  • Estudio del sueño para la apnea obstructiva del sueño: completo para los 4 años

No se recomienda el cribado para la inestabilidad atlantoaxial y la enfermedad celíaca; se realizan otras pruebas en los niños si existe sospecha clínica. Se recomienda radiografía de columna cervical en posición neutra en pacientes con antecedentes de dolor de cuello, dolor radicular, debilidad, o algún otro síntoma neurológico que sugiera mielopatía; si no se observan anomalías sospechosas, se deben hacer radiografías en posiciones de flexión y extensión.

Las guías de atención médica de adultos con síndrome de Down publicadas por un panel de expertos incluyen recomendaciones para detectar las siguientes enfermedades asociadas (con recomendación de la edad para comenzar el cribado) (5):

  • Diabetes: hemoglobina A1C o glucosa en ayunas cada 2 a 3 años a partir de los 30 o a partir de los 21 años para las personas con obesidad comórbida

  • Hipotiroidismo: hormona tiroideoestimulante (TSH) cada 1-2 años a partir de los 21 años

  • Demencia de tipo Alzheimer: evaluación anual a partir de los 40 años

Referencias del diagnóstico

  1. 1. Kagan KO, Sonek J, Kozlowski P. Antenatal screening for chromosomal abnormalities. Arch Gynecol Obstet. 2022;305(4):825-835. doi:10.1007/s00404-022-06477-5

  2. 2. Bedei I, Wolter A, Weber A, Signore F, Axt-Fliedner R. Chances and Challenges of New Genetic Screening Technologies (NIPT) in Prenatal Medicine from a Clinical Perspective: A Narrative Review. Genes (Basel). 2021;12(4):501. Published 2021 Mar 29. doi:10.3390/genes12040501

  3. 3. American College of Obstetricians and Gynecologists’ Committee on Practice Bulletins—Obstetrics; Committee on Genetics; Society for Maternal-Fetal Medicine. Screening for Fetal Chromosomal Abnormalities: ACOG Practice Bulletin, Number 226. Obstet Gynecol. 2020;136(4):e48-e69. doi:10.1097/AOG.0000000000004084

  4. 4. Bull MJ, Trotter T, Santoro SL, et al. Health supervision for children and adolescents with Down syndrome. Pediatrics. 2022;149(5):e2022057010. doi:10.1542/peds.2022-057010

  5. 5. Tsou AY, Bulova P, Capone G, et al. Medical Care of Adults With Down Syndrome: A Clinical Guideline. JAMA. 2020;324(15):1543-1556. doi:10.1001/jama.2020.17024

Tratamiento del síndrome de Down

  • Tratamiento de manifestaciones específicas

  • Pruebas de cribado para detectar complicaciones y enfermedades asociadas

  • Asesoramiento genético

La anomalía genética subyacente no se puede curar. Los enfoques de tratamiento que se centran en el manejo de manifestaciones específicas y la vigilancia en busca de complicaciones o enfermedades asociadas son bastante similares para todos los niños (véase Enfermedades concomitantes).

Algunas anomalías cardíacas o gastrointestinales congénitas se reparan quirúrgicamente. Otras enfermedades (p. ej., hipotiroidismo, enfermedad celíaca, leucemia) se tratan según corresponda.

La atención de los niños con síndrome de Down y de sus familias también debe incluir asesoramiento genético para la familia, apoyo social y programas educativos apropiados para el nivel de funcionamiento intelectual (véase Discapacidad intelectual).

Pronóstico del síndrome de Down

El proceso de envejecimiento puede estar acelerado (1). En las últimas décadas, y de acuerdo con estudios realizados sobre personas que viven en entornos de altos recursos, la mediana de la esperanza de vida ha aumentado a unos 60 años, y se sabe que algunas personas afectadas viven hasta los 80 años (2). Las comorbilidades que contribuyen a la disminución de la expectativa de vida incluyen enfermedades del corazón, mayor susceptibilidad a las infecciones y leucemia. Existe un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer a una edad temprana y, en la autopsia, los encéfalos de los adultos con síndrome de Down muestran hallazgos microscópicos típicos (p. ej., angiopatía amiloide cerebral) (3). Investigaciones recientes indican que los niños de etnia negra con síndrome de Down tienen una expectativa de vida sustancialmente más corta que los de etnia blanca (4, 5). Este hallazgo puede ser el resultado de determinantes sociales de la salud, incluyendo los impactos del acceso reducido a la atención médica, la menor calidad y la menor utilización.

Las mujeres afectadas tienen una probabilidad de aproximadamente el 50% de que sus hijos también presenten síndrome de Down; sin embargo, parece haber un mayor riesgo de aborto espontáneo. Los hombres con síndrome de Down suelen ser infértiles debido a la alteración de la espermatogénesis, a excepción de aquellos con mosaicismo.

Referencias del pronóstico

  1. 1. Horvath S, Garagnani P, Bacalini MG, et al. Accelerated epigenetic aging in Down syndrome. Aging Cell. 2015;14(3):491-495. doi:10.1111/acel.12325

  2. 2. Englund A, Jonsson B, Zander CS, et al. Changes in mortality and causes of death in the Swedish Down syndrome population. Am J Med Genet A. 2013;161A(4):642-649. doi:10.1002/ajmg.a.35706

  3. 3. Davidson YS, Robinson A, Prasher VP, Mann DMA. The age of onset and evolution of Braak tangle stage and Thal amyloid pathology of Alzheimer's disease in individuals with Down syndrome. Acta Neuropathol Commun. 2018;6(1):56. doi:10.1186/s40478-018-0559-4

  4. 4. Kucik JE, Shin M, Siffel C, Marengo L, Correa A; Congenital Anomaly Multistate Prevalence and Survival Collaborative. Trends in survival among children with Down syndrome in 10 regions of the United States. Pediatrics. 2013;131(1):e27-e36. doi:10.1542/peds.2012-1616

  5. 5. Santoro SL, Esbensen AJ, Hopkin RJ, et al. Contributions to Racial Disparity in Mortality among Children with Down Syndrome. J Pediatr. 2016;174:240-246.e1. doi:10.1016/j.jpeds.2016.03.023

Conceptos clave

  • El síndrome de Down implica un cromosoma 21 adicional, ya sea un cromosoma separado o una translocación en otro cromosoma.

  • Podría existir mosaicismo, en el que algunas células tienen un cromosoma 21 afectado y algunas son genotípicamente normales; tales pacientes pueden tener características más sutiles, pero la presentación es muy variable.

  • Puede sospecharse el diagnóstico antes del nacimiento en función de las anomalías detectadas en la ecografía fetal (p. ej., aumento de la translucencia nucal, defecto cardíaco, atresia duodenal) o en el análisis del ADN fetal libre de células en sangre materna o en pruebas de múltiples marcadores maternos para identificar los niveles de proteína plasmática A a fines del primer trimestre y de alfa-fetoproteína, gonadotropina coriónica humana beta (beta-hCG), estriol no conjugado e inhibina a principios del segundo trimestre.

  • El análisis del cariotipo es la prueba de confirmación de elección y puede realizarse prenatalmente en una biopsia de vellosidades coriónicas en el primer trimestre o una amniocentesis en el segundo trimestre, o después del nacimiento con cordocentesis o una muestra de sangre neonatal.

  • Se debe hacer estudios de detección específicos por edad para detectar condiciones médicas asociadas (p. ej., anomalías cardíacas, hipotiroidismo).

  • Se deben tratar las manifestaciones específicas, y proporcionar apoyo social y educativo y consejo genético.

  • La expectativa de vida disminuye principalmente debido a la cardiopatía y, en menor grado, por la mayor susceptibilidad a infecciones, leucemia mielocítica aguda y enfermedad de Alzheimer de inicio temprano; sin embargo, ha aumentado notablemente en las últimas décadas, y algunas personas viven hasta su novena década de vida.

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