Neurofibromatosis

PorM. Cristina Victorio, MD, Akron Children's Hospital
Revisado/Modificado dic. 2023
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Datos clave

La neurofibromatosis es un grupo de trastornos genéticos en el que se forman tumores blandos y carnosos de tejido nervioso (neurofibromas) bajo la piel y en otras partes del cuerpo, y en el que a menudo se desarrollan en la piel manchas no protuberantes de color café con leche (manchas café-au-lait).

  • La neurofibromatosis está causada por mutaciones en ciertos genes.

  • Además de los tumores bajo la piel y de las manchas de color café con leche (café-au-lait) en la piel, las personas afectadas pueden sufrir anomalías en el hueso, pérdida de la coordinación, debilidad, sensibilidad alterada o problemas auditivos o visuales.

  • Los médicos practican una exploración clínica, consultan los criterios establecidos y, a veces, solicitan una prueba de imagen de la cabeza para detectar bultos y crecimientos.

  • Los tumores pueden extirparse quirúrgicamente o, en caso de ser cancerosos, se pueden tratar con radioterapia o con quimioterapia.

La neurofibromatosis es un síndrome neurocutáneo. Un síndrome neurocutáneo causa problemas que afectan el cerebro, la columna vertebral y los nervios (neuro) y la piel (cutáneo).

Los neurofibromas son tumores benignos de color carne de las células de Schwann (que forman una envoltura alrededor de las fibras nerviosas periféricas) y otras células que albergan nervios periféricos (los nervios situados fuera del encéfalo y de la columna vertebral).

Estructura típica de una neurona

Una célula nerviosa (neurona) se compone de un gran cuerpo celular y de fibras nerviosas (una prolongación alargada denominada axón para enviar impulsos y habitualmente muchas ramificaciones denominadas dendritas para recibirlos). Los impulsos procedentes del axón cruzan una sinapsis (la unión entre 2 células nerviosas o neuronas) hacia la dendrita de otra célula.

Muchas células nerviosas grandes tienen axones rodeados por oligodendrocitos en el cerebro y en la médula espinal y por células de Schwann en el sistema nervioso periférico. Las membranas de estas células están compuestas por una sustancia grasa (lipoproteína) denominada mielina. Las membranas envuelven estrechamente el axón, formando una cubierta de múltiples capas. Esta vaina de mielina se asemeja a un aislante, como el que recubre un cable eléctrico. Los impulsos nerviosos viajan mucho más rápido a través de los nervios recubiertos con una vaina de mielina que a través de los que carecen de ella.

Los neurofibromas, que se pueden palpar como pequeños bultos bajo la piel, suelen empezar a aparecer después de la pubertad.

Tipos de neurofibromatosis

Hay 3 tipos de neurofibromatosis:

Neurofibromatosis tipo 1 (NF1)

La NF1 (también conocida como enfermedad de von Recklinghausen) afecta aproximadamente a 1 de cada 4.650 personas. Los neurofibromas se desarrollan a lo largo de los nervios periféricos (por ejemplo, por debajo o dentro de la piel y justo en el exterior de la médula espinal). A veces se desarrollan tumores en los nervios que conectan el cerebro con los ojos (nervios ópticos). Los huesos y los tejidos blandos (como los músculos) también pueden resultar afectados.

Schwannomatosis relacionada con NF2

La NF2 afecta aproximadamente a 1 de cada 25.000 personas. Causa tumores en el nervio auditivo (que conecta el oído interno con el cerebro), llamados schwannomas vestibulares y, a veces, tumores en el encéfalo o en los tejidos que cubren el cerebro o la médula espinal (meninges). Los tumores en las meninges se denominan meningiomas. Estos tumores no son cancerosos.

Schwannomatosis no-NF2

La schwannomatosis es poco frecuente. Los schwannomas son crecimientos compuestos principalmente por células de Schwann. Se desarrollan alrededor de los nervios raquídeos, craneales y periféricos, pero no se desarrollan schwannomas vestibulares.

Causas de las neurofibromatosis

Cerca de la mitad de las personas con neurofibromatosis la heredan. Para desarrollar el trastorno solo se requiere un gen para la neurofibromatosis, procedente de uno de los progenitores (herencia dominante), y cada hijo de un progenitor afectado tiene una probabilidad del 50% de heredar el trastorno. La mayoría de los genes relacionados con la neurofibromatosis han sido identificados.

En el resto de las personas, la neurofibromatosis es el resultado de una mutación genética espontánea (no heredada). Por lo tanto, en estos casos no existen antecedentes familiares del trastorno.

Pueden ocurrir diferentes tipos de mutaciones, ya sean hereditarias o espontáneas. La gravedad del trastorno depende del tipo de mutación.

Síntomas de la neurofibromatosis

Neurofibromatosis tipo 1 (NF1)

La NF1 no suele causar síntomas, pero la mayoría de las personas con NF1 desarrollan las manchas características de café con leche o los bultos bajo la piel. La persona afectada puede no notar estas manchas o estos bultos. Sin embargo, si los neurofibromas ejercen presión sobre el nervio que rodean, la persona puede notar hormigueo o debilidad en áreas cercanas a los bultos.

Las manchas café con leche se desarrollan en aproximadamente el 90% de los niños afectados. Son de un tono marrón como el del café con leche y aparecen en la piel del tórax, la espalda, la pelvis y los pliegues de codos y rodillas. Estos lunares planos existen por lo general desde el nacimiento o aparecen durante la infancia. Los niños que no tienen neurofibromatosis pueden tener 2 o 3 manchas café con leche, pero los niños que tienen neurofibromatosis de tipo 1 tienen 6 manchas o más.

Neurofibromas y manchas café
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Esta foto muestra múltiples neurofibromas (protuberancias rosadas o parduzcas elevadas) y manchas de color café con leche (manchas planas parduzcas) en la espalda de una persona que sufre neurofibromatosis.
DR HAROUT TANIELIAN/SCIENCE PHOTO LIBRARY

Los neurofibromas que se desarrollan en la piel son frecuentes. Entre los 10 y los 15 años de edad, pueden empezar a aparecer neurofibromas de tamaños y formas distintas. Puede haber menos de 10 tumores de este tipo o hasta miles de ellos. Pueden ser del color de la piel o tener una coloración rosada o tostada y por lo general no causan otros síntomas.

Los neurofibromas que se desarrollan bajo la piel pueden causar anomalías estructurales, como una columna curvada de forma anómala (cifoescoliosis), deformidades costales, huesos de los brazos y de las piernas más grandes de lo normal y defectos óseos de los huesos de las piernas o del cráneo. La afectación del hueso que rodea el globo ocular provoca ojos saltones. Los neurofibromas que se desarrollan debajo de la piel también pueden afectar los nervios que emergen desde el cerebro a varias partes de la cabeza, el cuello y el tronco (nervios craneales).

Los neurofibromas que se desarrollan en los nervios pueden afectar cualquier nervio del cuerpo. Con frecuencia crecen en las raíces de los nervios raquídeos (las partes del nervio raquídeo que emergen de la médula espinal a través de la columna vertebral). Allí suelen causar pocos problemas o ninguno. Sin embargo, si presionan (o comprimen) la médula espinal, producen parálisis o trastornos de la sensibilidad en diferentes partes del cuerpo según la zona de la médula espinal que quede comprimida. Si el neurofibroma comprime los nervios periféricos, su funcionalidad puede verse alterada y, en consecuencia, puede aparecer dolor, hormigueo, entumecimiento o debilidad. Los tumores que afectan los nervios craneales pueden producir ceguera, vértigo, incoordinación o debilidad.

Pueden desarrollarse otros problemas. Entre estos problemas se incluyen los siguientes

  • Un tumor en el nervio óptico (llamado glioma óptico)

  • Nódulos de Lisch (crecimientos benignos en el iris, la parte coloreada del ojo)

  • Protuberancias en las paredes de las arterias (aneurismas) u obstrucciones en las arterias

  • Cabeza ligeramente agrandada

  • Trastornos del aprendizaje

  • Leucemia

  • Tumores cancerosos, a veces en el cerebro o a lo largo de los nervios periféricos

Los gliomas ópticos pueden no causar ningún síntoma o pueden agrandarse lo suficiente para ejercer presión sobre el nervio óptico e impedir la visión o incluso causar ceguera. Estos tumores generalmente se pueden identificar cuando los niños tienen 5 años de edad y rara vez se desarrollan después de los 10 años.

Nódulos de Lisch en la neurofibromatosis
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En esta foto se muestran nódulos de Lisch, los crecimientos parduzcos en el iris (la parte coloreada del ojo).
Con permiso del editor. De Kotagal S, Bicknese A, Eswara M: Atlas of Clinical Neurology. Editado por RN Rosenberg. Philadelphia, Current Medicine, 2002.

La neurofibromatosis suele progresar lentamente. Según va aumentando el número de neurofibromas, mayor es la probabilidad de desarrollar problemas neurológicos.

Schwannomatosis relacionada con NF2

En la NF2 aparecen schwannomas vestibulares en uno o ambos nervios auditivos. Los tumores comprimen los nervios y pueden causar pérdida de audición, zumbido de oídos (tinnitus), inestabilidad, mareo y, a veces, dolor de cabeza o debilidad en partes de la cara. Los síntomas pueden aparecer por primera vez durante la niñez o la edad adulta.

La personas afectadas también pueden tener otro tipo de tumores, entre los que se incluyen gliomas y meningiomas, y algunas desarrollan cataratas prematuramente.

Schwannomatosis no-NF2

En la schwannomatosis pueden desarrollarse tumores benignos (llamados schwannomas) en casi cualquier nervio del cuerpo, excepto los nervios auditivos, por lo que las personas con schwannomatosis no NF2 no tienen schwannomas vestibulares. Algunas personas tienen muchos schwannomas, pero otras tienen sólo unos pocos.

El primer síntoma de la schwannomatosis suele ser el dolor, que puede aparecer en cualquier lugar del cuerpo y que puede llegar a ser crónico e intenso. Algunas personas presentan entumecimiento, hormigueo o debilidad en los dedos de las manos y los pies. Pueden aparecer también otros síntomas según cuál sea la localización de los schwannomas. Los síntomas aparecen cuando los schwannomas comprimen los nervios de la cabeza, la columna vertebral o el tronco.

Diagnóstico de las neurofibromatosis

  • Evaluación médica

  • Imagen por resonancia magnética o tomografía computarizada

  • A veces, estudios genéticos

En la mayoría de los casos, la neurofibromatosis se identifica cuando la persona afectada acude a una revisión de rutina, acude al médico debido a consultas cosméticas sobre las manchas o debe ser valorada porque tiene antecedentes familiares de neurofibromatosis.

Los médicos basan el diagnóstico de los 3 tipos de neurofibromatosis en los hallazgos observados durante una exploración clínica detallada, como manchas de color café con leche o bultos bajo la piel a lo largo de los nervios. Los médicos utilizan criterios establecidos para ayudarles a determinar qué tipo de neurofibromatosis puede tener la persona.

Los médicos suelen indicar una resonancia magnética nuclear (RMN) o una tomografía computarizada (TC) para detectar crecimientos en la cabeza y cerca de la médula espinal en personas que presentan síntomas neurológicos.

Los médicos realizan pruebas genéticas a las personas que creen que podrían tener neurofibromatosis pero no cumplen todos los criterios necesarios.

Tratamiento de la neurofibromatosis

  • Para los neurofibromas que causan síntomas, posiblemente cirugía o extirpación con láser o electrocauterio

  • En tumores cancerosos, se administra quimioterapia

  • Para los schwannomas vestibulares, a veces bevacizumab

  • Para la schwannomatosis no NF2, manejo del dolor

No hay ningún tratamiento conocido que pueda detener o curar la progresión de la neurofibromatosis.

Los neurofibromas aislados que causan síntomas graves se suelen extirpar quirúrgicamente o, si son de pequeño tamaño, se eliminan mediante láser o una corriente eléctrica (electrocauterización). En algunas ocasiones, la extirpación quirúrgica del neurofibroma también requiere a menudo la extirpación del nervio.

Si se desarrollan tumores cancerosos, se puede usar quimioterapia.

El tratamiento de los schwannomas vestibulares consiste principalmente en la extirpación quirúrgica. Los tumores de crecimiento lento pueden no requerir cirugía inmediata. Los tumores de crecimiento rápido pueden tratarse con inyecciones de un medicamento llamado bevacizumab, que bloquea el factor de crecimiento endotelial vascular. Los schwannomas vestibulares pueden afectar la audición, por lo que todas las personas con schwannomatosis relacionada con NF2 deben ser evaluadas por un audiólogo (un profesional de la salud que identifica, evalúa y trata los trastornos de la audición y el equilibrio).

El tratamiento de los schwannomas en la schwannomatosis no NF2 consiste a menudo en el tratamiento del dolor a largo plazo. Los schwannomas se extirpan quirúrgicamente solo si la persona afectada presenta dolor incontrolado o si causan problemas neurológicos como debilidad u hormigueo.

Debido a que la neurofibromatosis puede ser hereditaria, se recomienda consejo genético cuando las personas con este trastorno están considerando tener hijos. Los hijos de las personas con neurofibromatosis tienen un 50% de probabilidades de padecer el trastorno. En el caso de progenitores que no sufren este trastorno pero cuyo hijo sí lo sufre, el riesgo de que otro de sus hijos lo padezca es muy bajo.

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