En los países industrializados, el síndrome metabólico es un problema grave. Es muy frecuente: en los Estados Unidos, > 40% de las personas > 50 años pueden sufrirlo. Los niños y los adolescentes pueden desarrollar un síndrome metabólico, aunque en estos grupos etarios no se ha establecido una definición.
El desarrollo de un síndrome metabólico depende de la distribución y la cantidad de grasa. El exceso de grasa en el abdomen (constitución corporal "en forma de manzana"), sobre todo cuando causa una relación alta entre la circunferencia de la cadera y la de la cintura (lo cual refleja una relación relativamente baja entre la masa muscular y la grasa), aumenta el riesgo. El síndrome es menos frecuente en las personas con exceso de grasa subcutánea alrededor de las caderas ("en forma de pera") y una relación baja entre las circunferencias de la cintura y de la cadera (lo cual refleja una relación relativamente mayor entre la masa muscular y la grasa).
El exceso de grasa abdominal lleva a un exceso de ácidos grasos libres en la vena porta, lo cual aumenta la acumulación de grasa en el hígado. La grasa también se acumula en las células. Se desarrolla resistencia a la Insulina, con hiperinsulinemia. Se altera el metabolismo de la glucosa y se desarrollan dislipidemia e hipertensión. Los niveles séricos de ácido úrico suelen estar elevados (lo que aumenta el riesgo de gota) y se desarrollan un estado protrombótico (con aumento de los niveles de fibrinógeno e inhibidor del activador del plasminógeno) y un estado inflamatorio.
Los riesgos de síndrome metabólico incluyen
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Síndrome de ovario poliquístico (en mujeres)
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Nivel plasmático bajo de testosterona, disfuncion erectil, o ambos (para hombres)
Diagnóstico
Es importante el cribado. Los antecedentes familiares más la medición de la circunferencia de la cintura y la presión arterial son parte de los exámenes sistemáticos. Si los pacientes con antecedentes familiares de diabetes mellitus de tipo 2, sobre todo los mayores de 40 años, tienen una circunferencia de cintura mayor que la recomendada para su sexo y etnia, deben solicitarse estudios de glucemia en ayunas y un perfil lipídico.
El síndrome metabólico tiene varias definiciones, aunque se diagnostica con mayor frecuencia cuando hay presentes ≥ 3 o más de los siguientes (véase tabla Criterios utilizados con frecuencia para diagnosticar el síndrome metabólico)
Criterios utilizados con frecuencia para diagnosticar el síndrome metabólico*
Tratamiento
Lo ideal es lograr una pérdida de peso sobre la base de una dieta sana y actividad física regular, que incluye una combinación de actividad aeróbica y entrenamiento de resistencia, reforzados con terapia cognitiva. Pueden ser útiles la metformina, un sensibilizador de la insulina, o una tiazolidindiona (p. ej., rosiglitazona, pioglitazona). La pérdida de peso de ≈ 7% puede ser suficiente para revertir el síndrome. De no ser así, cada aspecto del síndrome debe ser tratado para alcanzar las recomendaciones; el tratamiento farmacológico disponible es muy eficaz.
Deben tratarse otros factores de riesgo cardiovasculares (p. ej., dejar de fumar). El aumento de la actividad física tiene beneficios cardiovasculares aun si no se pierde peso.
Conceptos clave
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El exceso de grasa abdominal altera los niveles de glucemia en ayunas o la resistencia a la insulina y causa dislipidemias e hipertensión.
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El síndrome metabólico es muy común en los países desarrollados (p. ej., una posible prevalencia > 40% en personas > 50 años).
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Se debe determinar la circunferencia de la cintura, la tensión arterial, la glucemia en ayunas y el perfil lipídico.
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Se debe hacer hincapié en seguir una dieta saludable y hacer ejercicio, controlar los factores de riesgo cardiovascular y, si estas medidas no son del todo eficaces, se debe considerar el uso de metformina.