La sangre transporta oxígeno y nutrientes a través de los vasos sanguíneos hacia los órganos para mantenerlos sanos. Sin la sangre suficiente, usted se siente enfermo e incluso podría morir.
Cuando usted está lesionado y sangrando, su sangre forma un coágulo para sellar los vasos sanguíneos dañados y detener el sangrado. Para formar el coágulo, la sangre contiene sustancias especiales de coagulación y plaquetas (células sanguíneas muy pequeñas).
Las plaquetas son unas células sanguíneas diminutas que ayudan a que la sangre de su organismo se coagule. Un recuento elevado de plaquetas puede causar problemas relacionados con la coagulación de la sangre.
Un coágulo de sangre es una acumulación de material que produce su sangre para taponar el sangrado debido a un corte. Los coágulos de sangre están compuestos por sustancias especiales de coagulación y plaquetas (unas células sanguíneas muy pequeñas).
Los glóbulos blancos forman parte de las defensas del sistema inmunológico de su cuerpo contra las infecciones y el cáncer. Su cuerpo tiene varios tipos de glóbulos blancos. La mayoría de los glóbulos blancos se producen en la médula ósea.
La sangre es el líquido rojo que circula por sus arterias y venas. Proporciona el oxígeno, el agua y los nutrientes que sus tejidos y órganos necesitan para sobrevivir. Usted tiene alrededor de 5 litros de sangre en su cuerpo. Su corazón bombea constantemente sangre por todo su cuerpo.