Tosferina (Pertusis)

(Tosferina)

PorLarry M. Bush, MD, FACP, Charles E. Schmidt College of Medicine, Florida Atlantic University
Revisado/Modificado abr. 2022 | Modificado ago. 2023
VER VERSIÓN PROFESIONAL

La tosferina (pertussis) es una infección muy contagiosa causada por la bacteria gramnegativa Bordetella pertussis, que origina ataques de tos que suelen terminar en una inspiración prolongada y profunda acompañada de la emisión de un sonido agudo (el gemido ferino).

  • La tosferina suele afectar a niños y adolescentes.

  • Se producen síntomas leves, parecidos a los de un resfriado, seguidos de intensos ataques de tos, con recuperación gradual.

  • El diagnóstico se basa en el sonido característico de la tos y en el examen de la mucosa de la nariz y la garganta.

  • La mayoría de los niños con tosferina se recuperan lentamente pero por completo.

  • La vacunación contribuye a evitar la infección.

  • Los niños muy enfermos suelen ser hospitalizados y tratados con antibióticos para eliminar la infección.

(Véase también Introducción a las bacterias.)

La tosferina, que fue muy frecuente en épocas anteriores, ahora está mejor controlada, aunque no se ha erradicado por completo. En 2019, se declararon casi 18 600 casos de tosferina en Estados Unidos. Se producen epidemias locales en las personas no inmunizadas entre cada 3 y 5 años.

La tosferina sigue siendo un problema importante en las zonas del mundo donde la cobertura de vacunación es baja.

La tosferina se está volviendo más frecuente a pesar de que se puede prevenir mediante una vacuna. Este incremento puede tener su origen en

Antes de que las vacunas fueran ampliamente utilizadas, la tos ferina era una enfermedad que afectaba a los niños pequeños. Ahora, una persona puede desarrollar la tos ferina a cualquier edad. Más de la mitad de los casos afectan a adolescentes y adultos. Sin embargo, la tosferina es más grave en niños menores de 2 años y casi todas las muertes por esta enfermedad ocurren en niños menores de 1 año. La mayoría de las muertes están causadas por la neumonía y por complicaciones que afectan al encéfalo. La tosferina es también grave en las personas mayores.

Un brote de tosferina no siempre garantiza una inmunidad de por vida, pero el segundo brote, si ocurre, suele ser leve y no siempre se reconoce como tal. De hecho, algunos adultos con diagnóstico de neumonía errante tienen en realidad tosferina.

Una persona infectada propaga las bacterias en el aire a través de las gotitas de humedad que expulsa al toser. Cualquiera que esté cerca puede inhalar estas gotas e infectarse. La tosferina generalmente no es contagiosa después de la tercera semana de infección.

Síntomas de la tosferina

La enfermedad empieza entre 1 y 2 semanas después de la exposición a las bacterias. Si no se presentan complicaciones, la tosferina dura de 6 a 10 semanas, evolucionando en 3 fases:

  • Síntomas similares a los de un resfriado leve

  • Accesos fuertes de tos

  • Recuperación gradual

Los síntomas de resfriado incluyen estornudo, goteo de la nariz, pérdida de apetito, apatía, tos nocturna pertinaz y sensación de malestar general. Los pacientes pueden presentar afonía pero no suelen tener fiebre.

Los accesos de tos se desarrollan al cabo de 10 a 14 días. Estos accesos consisten por lo general en 5 o más golpes de tos violenta consecutivos seguidos a menudo del gemido ferino (una inspiración prolongada, de alta frecuencia y profunda). Solo cerca de la mitad de los afectados presentan el gemido ferino característico. Los niños vacunados pueden ser menos propensos a presentar el gemido ferino. Después de un acceso de tos, la respiración se normaliza, pero poco después se produce un nuevo acceso de tos.

La tos a menudo produce grandes cantidades de moco espeso (que suele ser deglutido por los lactantes y los niños o se ve como grandes burbujas en los orificios de la nariz).

En los niños más pequeños, un prolongado ataque de tos suele ir seguido de vómitos. En los lactantes las crisis de ahogo y pausas en la respiración (apnea), que dan un color azulado a la piel, son más frecuentes que los gemidos ferinos.

Alrededor de una cuarta parte de los niños desarrollan neumonía, con el resultado de dificultad respiratoria. Con frecuencia se presentan también infecciones del oído (otitis media). La tosferina en niños puede afectar el cerebro, pero es muy poco frecuente. La hemorragia, la hinchazón y/o la inflamación del cerebro pueden causar convulsiones, confusión, lesión cerebral y discapacidad intelectual. Las convulsiones son frecuentes entre los lactantes, pero poco frecuentes en los niños mayores.

A las 4 semanas aproximadamente, los accesos de tos van desapareciendo gradualmente, pero durante muchas semanas o incluso meses los niños pueden continuar presentando accesos de tos.

La mayoría de los niños con tosferina se recuperan completamente, aunque de forma lenta. Sin embargo, unos cuantos niños de menos de 1 año mueren.

Diagnóstico de tosferina

  • Cultivo de una muestra de moco

  • Algunas veces otras pruebas, utilizando una muestra de mucosidad

El médico sospecha el diagnóstico de tosferina al observar la tos característica u otros síntomas. Se confirma el diagnóstico mediante el cultivo de una muestra de la mucosidad de la cara posterior de la nariz o de la garganta. En las personas con tosferina, los resultados del cultivo suelen ser positivos durante las dos primeras etapas de la enfermedad, pero a menudo son negativos después de varias semanas de enfermedad. Los resultados del cultivo pueden tardar hasta 7 días.

La prueba más útil es la prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) realizada sobre muestras de la nariz o de la garganta. En dicha prueba se incrementa la cantidad de ADN de la bacteria, con lo que esta se puede detectar más rápido e identificar con mayor facilidad.

Prevención de la tosferina

Vacunación

Los niños se vacunan sistemáticamente contra la tosferina. La vacuna contra la tosferina (P) se suele combinar con vacunas contra la difteria (D) y el tétanos (Ta) en forma de DTaP. La DTaP se administra a los 2, 4 y 6 meses, a los 15 a 18 meses y a los 4 a 6 años ( ver figura Calendarios de vacunación infantil). La inmunidad obtenida con la vacuna tiende a disminuir entre 5 y 10 años después de la administración de la última dosis, por lo que se recomienda una dosis de refuerzo de Tdap (tétanos-difteria-tosferina) entre los 11 y los 12 años de edad (véase Vacuna contra la Difteria-Tétanos-Tosferina).

Después de la exposición a la tosferina

Se administran antibióticos a ciertos grupos de personas, hayan sido vacunadas o no, después de haber estado expuestas a una persona con tos ferina. Estos antibióticos (llamados antibióticos posteriores a la exposición) se administran dentro de los 21 días posteriores al día en que la persona con tos ferina desarrolló por primera vez la tos:

  • Contactos domésticos (personas que viven en la misma unidad de vivienda) de una persona que tiene tos ferina

Los antibióticos posteriores a la exposición también se administran a ciertas personas de alto riesgo dentro de los 21 días posteriores a la exposición a una persona con tos ferina:

  • Bebés de menos de 12 meses de edad.

  • Mujeres en el 3º trimestre del embarazo

  • Todas las personas con patologías que pueden empeorar con la tos ferina (como asma moderada a grave, enfermedad pulmonar crónica o trastornos que debilitan el sistema inmunológico)

  • Personas que tienen contacto cercano con bebés menores de 12 meses, mujeres embarazadas o personas con afecciones que pueden provocar enfermedades graves o complicaciones si se infectan

  • Todas las personas en entornos donde hay bebés menores de 12 meses o mujeres en el tercer trimestre del embarazo (como ocurre en los centros de cuidado infantil, maternidades y unidades de cuidados intensivos neonatales)

Como medida preventiva, se administra a personas de todas las edades expuestas a la tosferina el antibiótico eritromicina. Para bebés menores de 1 mes, se prefiere la azitromicina.

Si los niños menores de 7 años han recibido menos de 4 dosis de la vacuna y tienen contacto estrecho con alguien que sufre tosferina, también deben vacunarse.

Tratamiento de la tosferina

  • Para los lactantes gravemente enfermos, hospitalización y aislamiento

  • Antibióticos

Los lactantes gravemente enfermos suelen ser hospitalizados, dado que respirar puede llegar a resultarles tan difícil que necesitan respiración mecánica mediante un tubo colocado en la tráquea. Algunos pueden necesitar que se les succione el moco de la garganta. Otros necesitan oxígeno adicional y líquidos intravenosos. Los que están gravemente enfermos se mantienen aislados (para evitar que otras personas se expongan a las gotitas infectadas en el aire, lo que se denomina aislamiento respiratorio) hasta haberles suministrado antibióticos durante 5 días. Debido a que cualquier perturbación puede desencadenar un acceso de tos, a estos niños se les mantiene en una habitación tranquila y oscura perturbados lo menos posible.

Los niños de más edad con enfermedad leve reciben tratamiento domiciliario con antibióticos. Los niños tratados en el hogar deben ser aislados durante 4 semanas por lo menos después del comienzo de los síntomas y hasta que estos desaparezcan.

La eficacia de los medicamentos para la tos es dudosa y no suelen emplearse.

Para erradicar las bacterias que causan la tosferina suelen prescribirse los antibióticos eritromicina o azitromicina, por vía oral.

También se utilizan antibióticos para combatir las infecciones que acompañan a la tosferina, como la neumonía y la otitis.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

  1. Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Pertussis (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC por sus siglas en inglés: Tosferina): un recurso que proporciona información sobre la tosferina, incluidos los brotes y la vacunación

quizzes_lightbulb_red
Test your KnowledgeTake a Quiz!
ANDROID iOS
ANDROID iOS
ANDROID iOS