Introducción a la trombocitopenia

PorDavid J. Kuter, MD, DPhil, Harvard Medical School
Revisado/Modificado jun. 2022 | Modificado sep. 2022
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Datos clave

La trombocitopenia es un número bajo de plaquetas (trombocitos) en la sangre y tiene como consecuencia un aumento del riesgo de sangrado.

  • Aparece cuando la médula ósea produce una escasa cantidad de plaquetas, o bien cuando muchas plaquetas se destruyen o se acumulan en el interior del bazo aumentado de tamaño.

  • Se manifiesta como hemorragias cutáneas y hematomas.

  • Los médicos emplean análisis de sangre para establecer el diagnóstico y determinar la causa.

  • A veces es preciso el tratamiento (por ejemplo, mediante transfusión de plaquetas, prednisona y medicamentos para aumentar la producción de plaquetas o extirpación del bazo).

(Véase también Introducción a los trastornos de las plaquetas.)

Las plaquetas son células producidas en la médula ósea que circulan por el torrente sanguíneo y ayudan a la coagulación de la sangre. La sangre contiene habitualmente entre 140 000 y 440 000 plaquetas por microlitro (140 a 440 × 109 por litro). Cuando este recuento cae por debajo de unas 50 000 plaquetas por microlitro de sangre (50 × 109 por litro), puede producirse una hemorragia incluso después de una lesión relativamente menor. Sin embargo, en general, el riesgo más grave de hemorragia se presenta cuando este número cae por debajo de 10 000 a 20 000 plaquetas por microlitro de sangre (10 hasta 20 × 109 por litro). Ante tan escaso número de plaquetas puede producirse un sangrado incluso sin contusiones o lesiones aparentes.

Causas de trombocitopenia

Muchos trastornos pueden causar trombocitopenia, pero se dividen en tres categorías principales:

  • Se producen muy pocas plaquetas

  • Se destruyen demasiadas plaquetas

  • Demasiadas plaquetas atrapadas en el bazo

Puede ocurrir si la médula ósea no produce suficientes plaquetas, como sucede en la leucemia o en otros trastornos de la médula ósea.

La infección por el virus de la hepatitis C, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH, el virus que causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida [sida]), el virus de Epstein-Barr (la causa más habitual de mononucleosis) y muchos otros virus puede dar lugar a trombocitopenia.

Las plaquetas pueden quedar atrapadas en el bazo si este está aumentado de tamaño, como ocurre en la mielofibrosis, la cirrosis hepática y la enfermedad de Gaucher, con lo cual se reduce el número de plaquetas en el torrente sanguíneo.

Las transfusiones masivas de eritrocitos diluyen la concentración de plaquetas en la sangre.

Finalmente, el organismo puede utilizar o destruir muchas plaquetas, como ocurre en algunas enfermedades, de las cuales las tres más notables son la trombocitopenia inmunitaria, la púrpura trombocitopénica trombótica y el síndrome urémico-hemolítico.

Algunos medicamentos como la heparina, ciertos antibióticos, el etanol, los medicamentos contra el cáncer y la quinina también pueden causar trombocitopenia. La citopenia inducida por fármacos puede ser consecuencia de

  • Una disminución de la producción de plaquetas por parte de la médula ósea (causada por la toxicidad de la médula ósea)

  • Un aumento de la destrucción de plaquetas (trombocitopenia inmunomediada)

Tabla

Síntomas de la trombocitopenia

La hemorragia en la piel puede ser la primera señal de que existe un número bajo de plaquetas. Con frecuencia aparecen pequeñas manchas rojas (petequias) en la piel de la parte inferior de las piernas, y cualquier golpe causa hematomas (equimosis o púrpura). Las encías sangran y es posible que se detecte sangre en las heces y en la orina. Las pérdidas en los periodos menstruales son excepcionalmente abundantes. Es probable que la hemorragia sea difícil de contener.

El sangrado empeora a medida que disminuye el número de plaquetas. Las personas que tienen muy pocas plaquetas pueden perder mucha sangre en el tracto digestivo, o sufrir una hemorragia cerebral, potencialmente mortal, sin haber sufrido lesión alguna.

La velocidad de evolución de los síntomas puede variar según la causa y la gravedad de la trombocitopenia.

Hemorragia de la piel (cutánea)
Equimosis (hematomas)
Equimosis (hematomas)
Las equimosis son grandes hematomas de color púrpura que se ven aquí en la pierna.

DR P. MARAZZI/SCIENCE PHOTO LIBRARY

Petequias (piel)
Petequias (piel)
Las petequias son pequeñas manchas rojas, moradas o marrones como las que se ven aquí en la piel.

Con permiso del editor. De Deitcher S. En Atlas of Clinical Hematology. Editado por JO Armitage. Philadelphia, Current Medicine, 2004.

Petequias (boca)
Petequias (boca)
Las petequias son pequeñas manchas rojas como las que se ven aquí en la boca.

DR P. MARAZZI/SCIENCE PHOTO LIBRARY

Diagnóstico de la trombocitopenia

  • Análisis de sangre para llevar a cabo un recuento de plaquetas y determinar la coagulación

  • Otras pruebas para detectar trastornos que pueden causar un recuento bajo de plaquetas

Los médicos sospechan trombocitopenia en las personas que presentan hematomas y sangrados anormales o petequias. Se realiza periódicamente un recuento de plaquetas en las personas que padecen trastornos que causan trombocitopenia. En algunos casos los médicos descubren la trombocitopenia en personas que no han presentado hematomas ni hemorragias, al valorar los resultados de análisis de sangre solicitados por otras razones.

Es de crucial importancia determinar su causa para poder tratarla. Ciertos síntomas ayudan a establecer la causa. Por ejemplo, si la trombocitopenia está producida por una infección, el paciente tiene fiebre. Por el contrario, la púrpura trombocitopénica inmunitaria, la púrpura trombocitopénica trombótica y el síndrome urémico-hemolítico cursan sin fiebre.

El bazo aumentado de tamaño, que el médico puede detectar durante la exploración física, indica que el bazo está atrapando plaquetas y que, por tanto, la trombocitopenia es resultado del trastorno que causa su tamaño aumentado.

El recuento de plaquetas puede hacerse con un contador automatizado para determinar la gravedad de la trombocitopenia, y una muestra de sangre puede examinarse al microscopio para obtener información sobre su posible causa. Para tener información acerca de la producción de plaquetas por parte del organismo, en ocasiones puede ser necesario analizar al microscopio una muestra de médula ósea (aspirado y biopsia de médula ósea).

Tratamiento de la trombocitopenia

  • Tratamiento de la causa de la trombocitopenia

  • Evitar lesiones para minimizar el riesgo de sangrado

  • Fármacos que aumentan la producción o disminuyen la destrucción de las plaquetas

  • En ocasiones, transfusión de concentrados de plaquetas

La trombocitopenia también puede tratarse resolviendo su causa. La trombocitopenia causada por un medicamento suele corregirse al suspender su administración. La trombocitopenia causada por la destrucción autoinmunitaria de las plaquetas (como en la trombocitopenia inmunitaria) se trata con prednisona (un fármaco que deprime el sistema inmunológico para disminuir la destrucción de plaquetas), fármacos que estimulan la médula ósea para aumentar la producción de plaquetas y, a veces, mediante la extirpación del bazo (esplenectomía).

Las personas con un bajo número de plaquetas y sangrado anormal por lo general no deben tomar medicamentos que alteran la función plaquetaria (como la aspirina [ácido acetilsalicílico] o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos).

Los pacientes con un número de plaquetas muy bajo suelen recibir tratamiento en el hospital. Cuando se producen hemorragias graves, puede realizarse una transfusión de plaquetas, aunque a veces las plaquetas transfundidas también son destruidas por la enfermedad subyacente.

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