Disreflexia autónoma de la médula espinal

PorMichael Rubin, MDCM, New York Presbyterian Hospital-Cornell Medical Center
Revisado/Modificado feb. 2023
Vista para pacientes

La disreflexia autónoma es un trastorno de desregulación del sistema nervioso autónomo que se produce en pacientes con una lesión de la médula espinal y que puede provocar hipertensión potencialmente letal.

Ocurre en el 20 al 70% de los pacientes, 1 mes a 1 año después de la lesión de la médula espinal.

La lesión medular suele estar por encima del nivel de T6, y es poco probable que ocurra disreflexia con una lesión por debajo del nivel T10. La hipertensión potencialmente letal es provocada por un estímulo nocivo por debajo del nivel de la lesión de la médula espinal; en alrededor del 85% de los pacientes, el estímulo es un trastorno urológico, como distensión de la vejiga o infección urinaria. En hasta el 85% de los casos, la causa es la distensión de la vejiga, a menudo debido a un catéter vesical bloqueado. La distensión intestinal y la impactación fecal son los segundos desencadenantes más frecuentes; representan el 13 al 19% de los casos.

Fisiopatología de la disreflexia autónoma de la médula espinal

La estimulación visceral o cutánea por debajo del nivel de la lesión de la médula espinal provoca actividad simpática refleja, lo que provoca vasoconstricción difusa y aumento de la tensión arterial (TA). En general, el aumento de la tensión arterial estimula la compensación parasimpática con vasodilatación y corrección de la tensión arterial. Sin embargo, si se lesiona la médula espinal, la respuesta parasimpática no puede avanzar por debajo de la lesión en la médula espinal y la vasoconstricción continua produce una hipertensión nociva continua. Con una lesión por debajo de T10, la inervación del lecho vascular esplácnico permanece intacta, lo que permite la dilatación parasimpática compensadora en esta región. Los estímulos provocadores incluyen la distensión de una víscera hueca (p. ej., intestino o vejiga), las úlceras de decúbito, la infección urinaria, las fracturas, los procedimientos médicos o quirúrgicos e incluso las relaciones sexuales.

Síntomas y signos de la disreflexia autónoma de la médula espinal

Los síntomas de la disreflexia autónoma son variables e intermitentes. y generalmente de comienzo súbito. Incluyen cefalea, náuseas y vómitos, problemas visuales, congestión nasal y sentimientos de ansiedad y fatalidad. La sudoración profusa, el rubor y la piloerección ocurren por encima del nivel de lesión de la médula espinal; la vasoconstricción con piel seca y pálida ocurre por debajo del nivel de la lesión.

La hipertensión puede provocar crisis hipertensivas, con edema pulmonar, hemorragia intracraneal, convulsiones, desprendimiento de retina, infarto de miocardio y muerte.

Diagnóstico de disreflexia autónoma de la médula espinal

  • Evaluación clínica

La disreflexia autónoma debe sospecharse en un paciente con una lesión de la médula espinal por encima del nivel de T6, hipertensión grave y aumento de la actividad simpática, en especial si es provocada por la distensión de una víscera hueca.

Los médicos deben sospechar una disreflexia autónoma si los pacientes tienen una lesión de la médula espinal en T6 o superior e informan cefalea. En estos pacientes, debe medirse la tensión arterial de inmediato y corregirse según sea necesario. Cualquier estímulo que cause dolor o molestias (p. ej., úlceras de decúbito, uñas encarnadas) en un paciente sin lesión de la médula espinal puede provocar disreflexia autónoma en pacientes con lesión de la médula espinal. Puede ser necesaria una evaluación médica exhaustiva.

Tratamiento de la disreflexia autónoma de la médula espinal

  • Manejo del estímulo provocativo

  • Control de la tensión arterial

El tratamiento de la disreflexia autónoma requiere una estrecha monitorización de los signos vitales. Los estímulos de provocación deben corregirse y/o eliminarse. La hipertensión gracese trata de inmediato con fármacos de acción rápida como nitratos, hidralazina, labetalol o nifedipina.

Las mujeres embarazadas pueden requerir atención obstétrica especializada.

Prevención de la disreflexia autónoma de la médula espinal

Se ha demostrado que la quimiodenervación de la vejiga con onabotulinumtoxina A ayuda a prevenir la disreflexia autónoma cuando se usa en forma apropiada (es decir, cuando todas las otras medidas para prevenirla han sido ineficaces).

La aplicación de lidocaína intravesical antes de cambiar una sonda vesical puede reducir la frecuencia de los episodios de distensión vesical.

Conceptos clave

  • La disreflexia autónoma se produce después de una lesión de la médula espinal y puede provocar hipertensión potencialmente letal.

  • Los síntomas incluyen cefalea, náuseas y vómitos, problemas visuales, congestión nasal y sentimientos de ansiedad y fatalidad, con sudoración profusa, rubor y piloerección por encima del nivel de lesión de la médula espinal y vasoconstricción con piel seca y pálida por debajo del nivel de la lesión.

  • Sospechar una disreflexia autónoma en pacientes con lesión de la médula espinal por encima del nivel de T6, hipertensión grave y aumento de la actividad simpática, en especial si es provocada por la distensión de una víscera hueca (a menudo por un catéter vesical ocluido).

  • Corregir la causa si es posible, y tratar la hipertensión grave con fármacos de acción rápida.

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