Síndrome hipereosinofílico

PorJane Liesveld, MD, James P. Wilmot Cancer Institute, University of Rochester Medical Center
Revisado/Modificado feb. 2022
Vista para pacientes

El síndrome hipereosinofílico es una enfermedad caracterizada por eosinofilia en sangre periférica, con manifestaciones de compromiso o disfunción orgánica directamente relacionada con la eosinofilia sin parasitosis, alergias u otras causas secundarias de eosinofilia. Los síntomas son innumerables, lo que depende del órgano afectado. El diagnóstico implica descartar otras causas de eosinofilia, y estudios de médula ósea y citogenéticos. El tratamiento puede incluir prednisona y a veces imatinib, pero depende del subtipo específico de síndrome hipereosinofílico.

Tradicionalmente, el síndrome hipereosinofílico se define como eosinofilia en sangre periférica > 1.500/mcL (> 1,5 × 109/L) que persiste 6 meses. (Véase también Producción y función de los eosinófilos).

Anteriormente, el síndrome hipereosinofílico se consideraba idiopático, pero la caracterización molecular ha revelado que muchos casos tienen trastornos clonales específicos. Una limitación de la definición tradicional es que no incluye a los pacientes con algunas de las mismas anomalías (p. ej., defectos cromosómicos) que son causas conocidas de síndrome hipereosinofílico pero que no cumplen la definición tradicional del síndrome hipereosinofílico respecto del grado o el tiempo de evolución de la eosinofilia. Otra limitación es que algunos pacientes con eosinofilia y lesiones orgánicas que caracterizan al síndrome hipereosinofílico necesitan tratamiento antes de los 6 meses requeridos para confirmar los criterios diagnósticos tradicionales. La eosinofilia de cualquier etiología puede causar los mismos tipos de daño tisular.

Síndromes hipereosinofílicos clonales

Hay dos subtipos amplios de síndrome hipereosinofílico clonal (véase tabla Síndromes hipereosinofílicos clonales):

  • Variante mieloprofilerativa

  • Variante linfoproliferativa

La variante mieloproliferativa se asocia a menudo con una pequeña deleción intersticial en el cromosoma 4 en el sitio CHIC2 que produce el gen de fusión asociado con FIP1L1/PDGFRA (que tiene actividad de tirosina cinasa capaz de transformar las células hematopoyéticas). Los pacientes suelen presentar

  • Anemia

  • Aumento de las concentraciones séricas de vitamina B12

  • Eosinófilos hipogranulosos o vacuolados

  • Mielofibrosis

  • Esplenomegalia

  • Trombocitopenia

A menudo, los pacientes con el subtipo mieloproliferativo tienen fibrosis endomiocárdica y rara vez pueden presentar leucemia mieloide agudo o leucemia linfoblástica aguda. Los pacientes con el gen de fusión asociado con FIP1L1/PDGFRA suelen ser de sexo masculino y pueden responder al imatinib (un inhibidor de la tirosina cinasa).

Una pequeña proporción de pacientes con la variante mieloproliferativa del síndrome hipereosinofílico tiene cambios citogenéticos que afectan al receptor beta del factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGFRB) y también puede ser sensible a los inhibidores de la tirosina cinasa como el imatinib (1). Otras anomalías citogenéticas incluyen el reordenamiento del gen del receptor del factor de crecimiento de fibroblastos 1 (FGFR1) o de la Janus cinasa 2 (PCM1-JAK2).

Algunos pacientes tienen leucemia eosinófila crónica, en la que las células blásticas aumentan en el examen de la médula ósea, pero no más del 20%.

La variante linfoproliferativa se asocia con una población clonal de linfocitos T con fenotipo aberrante. La PCR (polymerasechain reaction) muestra una reorganización del receptor de células T clonal. Los pacientes presentan con mayor frecuencia

  • Angioedema o anomalías cutáneas

  • Inmunocomplejos circulantes (a veces, con enfermedad del suero)

  • Hipergammaglobulinemia (especialmente IgE altas)

Los pacientes con la variante linfoproliferativa también tienen una respuesta favorable más frecuente a los corticoides y en ocasiones presentan linfoma de linfocitos T.

Otras variantes del síndrome hipereosinofílico son el síndrome de Gleich (eosinofilia cíclica y angiodema), síndrome hipereosinofílico familiar mapeado en 5q 31-33 y otros síndromes específicos de órganos. En los síndromes eosinofílicos de órganos específicos, la infiltración eosinofílica se limita a un solo órgano (p. ej., enfermedad gastrointestinal eosinofílica, neumonía eosinofílica crónica2).

Puede haber hiperleucocitosis en pacientes con leucemia eosinófila y recuentos muy altos de eosinófilos (p. ej., > 100.000 células/mcL [> 100 × 109/L]). Los eosinófilos pueden formar agregados que ocluyen pequeños vasos sanguíneos, lo que causa isquemia tisular y microinfartos. Las manifestaciones comunes son hipoxia cerebral o pulmonar (p. ej., encefalopatía, disnea o insuficiencia respiratoria).

Tabla

Síndrome hipereosinofílico idiopático

El síndrome hipereosinofílico idiopático es raro, tiene una prevalencia desconocida y la mayoría de las veces afecta a individuos de 20 a 50 años de edad. Sólo algunos pacientes con eosinofilia prolongada presentan la disfunción orgánica que caracteriza al síndrome hipereosinofílico. Si bien puede haber compromiso de cualquier órgano, en general afecta el corazón, los pulmones, la piel y el sistema nervioso. El compromiso cardíaco puede causar morbimortalidad significativa.

Referencias generales

  1. 1. Apperley JF, Gardembas M, Melo JV, et al: Response to imatinib mesylate in patients with chronic myeloproliferative diseases with rearrangements of the platelet-derived growth factor receptor beta. N Engl J Med 347:481–487, 2002.

  2. 2. Shomali W, Gotlib J : World Health Organization-defined eosinophilic disorders: 2022 update on diagnosis, risk stratification, and management. Am J Hematol 97:129–148, 2022.

Signos y síntomas del síndrome hipereosinofílico

Los síntomas son diversos y dependen del órgano disfuncional (véase tabla Anormalidades en pacientes con síndrome hipereosinofílico).

Tabla

En ocasiones, los pacientes con eosinofilia pronunciada (p. ej., recuentos de eosinófilos > 100.000/mcL [> 100 × 109/L]) presentan complicaciones de hiperleucocitosis, como manifestaciones de hipoxia cerebral o pulmonar (p. ej., encefalopatía, disnea o insuficencia respiratoria). También pueden ocurrir otras manifestaciones trombóticas (p. ej., trombos murales cardíacos).

Diagnóstico del síndrome hipereosinofílico

  • Exclusión de eosinofilia secundaria

  • Pruebas para detectar daño de órganos

  • Solicitar un examen de la médula ósea con pruebas citogenéticas si no se identifican causas secundarias de eosinofilia.

Hay que considerar la evaluación de un síndrome hipereosinofílico en pacientes con eosinofilia periférica > 1.500/mcL (> 1,5 × 109/L) presente en más de una ocasión, sin causa reconocida, en particular cuando hay manifestaciones de lesión orgánica. Deben solicitarse estudios complementarios para descartar trastornos que causan eosinofilia.

La evaluación para lesiones orgánicas debe incluir pruebas bioquímicas en sangre (p. ej., enzimas hepáticas, creatina cinasa, funcionalidad renal y troponina); ECG, ecocardiografía, pruebas de funcionalidad pulmonar y TC de tórax, abdomen y pelvis. Se solicita aspirado y biopsia de médula ósea con citometría de flujo, pruebas citogenéticas y reacción en cadena de la transcriptasa-polimerasa inversa (rtPCR) o hibridación in situ con fluorescencia (FISH) para identificar el gen de fusión asociado con FIP1L1/PDGFRA u otros transcritos de fusión comunes y para evaluar la clonalidad del receptor del linfocito T para excluir la variante linfocítica del síndrome hipereosinofílico y otras posibles causas de eosinofilia.

Pronóstico del síndrome hipereosinofílico

Por lo general, la muerte se debe a una disfunción de órganos, en particular el corazón. El grado y la duración de la eosinofilia no predicen el compromiso cardíaco. El pronóstico varía según la respuesta al tratamiento. La respuesta al imatinib mejora el pronóstico en pacientes con gen de fusión asociado con FIP1L1/PDGFRA y otros genes de fusión que responden.

Tratamiento del síndrome hipereosinofílico

  • Corticoides para la hipereosinofilia y, a menudo, para el tratamiento concurrente de lesiones orgánicas

  • Imatinib en pacientes con el gen de fusión asociado con FIP1L1/PDGFRA y otros genes similares

  • A veces medicamentos para controlar el recuento de eosinófilos (p. ej., hidroxiurea, interferón alfa, etopósido, cladribina)

  • Tratamiento de sostén

Los tratamientos incluyen terapia inmediata, definitivas (dirigidas al trastorno en sí mismo) y de apoyo (1). No se definió un nivel de eosinofilia en el que se produzca el daño de órganos o en el que deba iniciarse el tratamiento, pero la mayoría de los expertos recomiendan comenzar la terapia con un recuento absoluto de eosinófilos de 1.500 a 2.000 eosinófilos/mcL (1,5 a 2 × 109/L).

Tratamiento inmediato

En pacientes con eosinofilia muy marcada o con complicaciones de la hiperleucocitosis (observadas, por lo general, en pacientes con leucemia eosinófila), deben iniciarse corticoides IV en alta dosis (p. ej., prednisona 1 mg/kg o equivalente) lo antes posible. Si el recuento de eosinófilos es mucho más bajo (p. ej., 50%) después de 24 h, puede repetirse la dosis de corticoides en forma diaria; si no, puede iniciarse un tratamiento alternativo (p. ej., hidroxiurea). Una vez que el recuento de eosinófilos comienza a declinar y se encuentra bajo un mejor control, se pueden iniciar fármacos adicionales.

Tratamiento definitivo

Los pacientes con genes de fusión asociados con FIP1L1/PDGFRA (o genes de fusión similares que involucran PDGFA/B) suelen tratarse con imatinib (2) y, sobre todo si se sospecha una lesión cardíaca, también con corticosteroides. El imatinib iniciado en el momento del diagnóstico puede prevenir el daño de los órganos. Si el imatinib es ineficaz o mal tolerado, puede indicarse otro inhibidor de la tirosina cinasa (p. ej., dasatinib, nilotinib, sorafenib) o utilizar un alotrasplante de células madre hematopoyéticas.

Los pacientes sin el gen de fusión asociado con FIP1L1/PDGFRA, aunque sean asintomáticos, suelen recibir una dosis de prednisona de 60 mg (o 1 mg/kg) por vía oral para determinar la respuesta a los corticoides (es decir, la disminución del recuento de eosinófilos). En pacientes con síntomas o daño orgánico, se continúa con predisona en la misma dosis 1 vez al día durante 2 semanas para después reducirla gradualmente. Los pacientes sin síntomas ni lesiones orgánicas son controlados durante no menos de 6 meses para detectar estas complicaciones. Si no es posible reducir gradualmente los corticoides, puede recurrirse a un fármaco ahorrador de corticoides (p. ej., hidroxiurea, interferón alfa).

El mepolizumab, un anticuerpo monoclonal IgG completamente humanizado que inhibe la unión de IL-5 a su receptor, puede usarse para el tratamiento de la hipereosinofilia idiopática (3, 4).

Tratamiento de sostén

Puede requerirse tratamiento farmacológico de apoyo y cirugía en caso de manifestaciones cardíacas (p. ej., miocardiopatía infiltrativa, lesiones valvulares, insuficiencia cardíaca). Las complicaciones trombóticas pueden exigir la administración de fármacos antiplaquetarios (p. ej., aspirina, clopidogrel, ticlopidina); si hay un trombo mural en el ventrículo izquierdo o si persisten los ataques isquémicos transitorios pese a la medicación con aspirina está indicada la anticoagulación.

Terapia experimental

Reslizumab, un anticuerpo monoclonal anti-IL5 que se utiliza en el asma grave, está siendo examinado en la hipereosinofilia, al igual que el benralizumab, otro anticuerpo anti-receptor de IL5. Se están evaluando nuevos inhibidores del FGFR1 en esta población escasa de pacientes con hipereosinofilia. Los inhibidores de JAK2 están siendo examinados en pacientes con reordenamientos de JAK2.

Referencias del tratamiento

  1. 1. Ogbogu PU, Bochener BS, Butterfield HJ, et al: Hypereosinophilic syndromes: A multicenter, retrospective analysis of clinical characteristics and response to therapy. J Allergy Clin Immunol 124:1319–1325, 2009.

  2. 2. Cortes J, Ault P, Koller C, et al: Efficacy of imatinib mesylate in the treatment of idiopathic hypereosinophilic syndrome. Blood 101:4714–4716, 2003.

  3. 3. Roufosse F, Kahn JE, Rothenberg FE, et al: Efficacy and safety of mepolizumab in hypereosinophilic syndrome: a phase III, randomized, placebo-controlled trial. J Allergy Clin Immunol 146: 1397–1405, 2020. doi: 10.1016/j.jaci.2020.08.037

  4. 4. Rothenberg ME, Klion AD, Roufosse FE, et al: Treatment of patients with the hypereosinophilic syndrome with mepolizumab. N Engl J Med 358:1215–28, 2008.

Conceptos clave

  • El síndrome hipereosinofílico es eosinofilia en sangre periférica (> 1500/mcL [> 1,5 × 109/L]) no causada por causas secundarias parasitarias, alérgicas o de otro tipo de eosinofilia, que ha persistido 6 meses y causó lesiones o disfunciones orgánicas.

  • El síndrome hipereosinofílico parece ser una manifestación de una serie de trastornos hematopoyéticos, algunos de los cuales tienen una causa genética.

  • Puede haber compromiso de cualquier órgano, pero en general afecta el corazón, los pulmones, el bazo, la piel y el sistema nervioso; la afectación cardíaca puede causar una morbimortalidad importante.

  • Hacer pruebas para afectación de órganos, que incluyen enzimas hepáticas; concentraciones de creatina cinasa, creatinina y troponina; ECG y ecocardiografía; pruebas de funcionalidad pulmonar y TC de tórax, abdomen y pelvis.

  • Hacer examen de médula ósea con pruebas citogenéticas para identificar una causa.

  • Administrar corticosteroides para la hipereosinofilia grave y/o las lesiones orgánicas. Los inhibidores de la tirosina cinasa tales como bajas dosis de imatinib pueden ser beneficiosos en subtipos asociados con anormalidades cromosómicas características.

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