Apnea del prematuro

PorArcangela Lattari Balest, MD, University of Pittsburgh, School of Medicine
Revisado/Modificado jul. 2023
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Datos clave

La apnea (falta de respiración) de la prematuridad es una pausa en la respiración que dura 20 segundos o más en un bebé que nace antes de las 37 semanas de gestación y que no ha recibido ningún diagnóstico de trastorno subyacente que cause apnea.

  • Los episodios de apnea se pueden producir en recién nacidos prematuros si la parte del cerebro que controla la respiración (centro respiratorio) no ha madurado del todo.

  • La apnea puede reducir la cantidad de oxígeno en la sangre, ralentizando la frecuencia cardíaca y alterando el color de los labios y/o la piel.

  • Este trastorno se diagnostica mediante observación, o por la alarma de un monitor conectado al recién nacido.

  • Si moviendo suavemente al recién nacido este no reanuda la respiración, puede ser necesaria la respiración artificial.

  • A los recién nacidos con apnea significativa se les administra cafeína, junto con otros tratamientos, para estimular la respiración.

  • A medida que el centro respiratorio cerebral madura, los episodios de apnea se van volviendo menos frecuentes hasta cesar por completo.

(Véase también Introducción a los problemas generales de los recién nacidos.)

La apnea de la prematuridad afecta normalmente a cerca del 25% de los bebés nacidos prematuramente (nacidos antes de las 37 semanas de gestación en el útero). La apnea del prematuro es más frecuente y más grave cuanto más prematuro es un bebé.

Este trastorno por lo general comienza de 2 a 3 días después del nacimiento y con muy poca frecuencia comienza el primer día.

En la apnea de la prematuridad, los recién nacidos presentan episodios repetidos de respiración normal alternados con breves pausas en la respiración. En algunos bebés prematuros, la pausa en la respiración puede durar menos de 20 segundos, pero causa una disminución de la frecuencia cardíaca o de la cantidad de oxígeno en sangre. Las pausas más cortas en la respiración que causan reducciones en la frecuencia cardíaca o en las concentraciones de oxígeno en sangre se siguen considerando apnea del prematuro.

Existen tres tipos de apnea:

  • Central

  • Obstructiva

  • Mixta

La apnea central se produce cuando la parte del encéfalo que controla la respiración (centro respiratorio) no funciona adecuadamente porque no ha madurado del todo. Este es el tipo más frecuente de apnea de la prematuridad.

La apnea obstructiva está causada por una obstrucción temporal de la garganta (faringe) debida al bajo tono muscular o a la inclinación del cuello hacia delante. Este tipo puede ocurrir en bebés a término, así como en aquellos que nacen prematuramente.

La apnea mixta es una combinación de apnea central y apnea obstructiva.

En todos los tipos de apnea, la frecuencia cardíaca puede ralentizarse y las concentraciones de oxígeno pueden disminuir.

Aunque el nacimiento prematuro constituye un factor de riesgo para el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), así como para la apnea del prematuro, no se sabe a ciencia cierta si la apnea del prematuro constituye a su vez un factor de riesgo para el síndrome de muerte súbita del lactante.

No todas las pausas respiratorias obedecen a problemas. La respiración periódica consiste en 5 a 20 segundos de respiración normal seguida de períodos de apnea que duran menos de 20 segundos. La respiración periódica es común entre los recién nacidos prematuros y no se considera apnea de la prematuridad. Los recién nacidos a término también pueden presentar respiración periódica. No provoca la caída de la frecuencia cardíaca o de las concentraciones de oxígeno y, por lo general, no causa otros problemas.

Síntomas de la apnea del prematuro

En el hospital, los prematuros permanecen conectados de forma rutinaria a un monitor con una alarma que se activa en el caso de que el recién nacido deje de respirar durante 20 segundos o más o si disminuye su frecuencia cardíaca. Según cual sea la duración de los episodios, las pausas en la respiración pueden reducir las concentraciones de oxígeno en sangre, lo que da lugar a una coloración azulada de la piel y/o labios (cianosis) o a palidez cutánea.

En los recién nacidos de color, la piel puede cambiar a colores como amarillo-gris, gris o blanco. Estos cambios pueden verse más fácilmente en las membranas mucosas que recubren el interior de la boca, la nariz y los párpados.

Las bajas concentraciones de oxígeno en la sangre pueden hacer que la frecuencia cardíaca sea más lenta (bradicardia).

Diagnóstico de apnea del prematuro

  • Observación o alarma de un monitor

  • Se han descartado otras causas

El diagnóstico de apnea se acostumbra a establecer mediante la observación de la respiración del recién nacido o al escuchar la alarma de un monitor conectado para controlar su respiración y no notar movimientos respiratorios.

La apnea es a veces indicio de un trastorno, como infección en la sangre (sepsis), niveles bajos de azúcar en sangre (hipoglucemia) o baja temperatura corporal (hipotermia). Por lo tanto, los médicos evalúan al recién nacido para descartar estas causas cuando la apnea comienza repentina o inesperadamente o la frecuencia de los episodios de apnea aumentan. Los médicos pueden tomar muestras de sangre, orina y líquido cefalorraquídeo para descartar infecciones graves y analizar las muestras de sangre para determinar si la concentración de azúcar es demasiado baja.

Tratamiento de la apnea del prematuro

  • Tocar o mover suavemente

  • Tratamiento de la causa

  • Estimulantes (como la cafeína)

  • Medidas para apoyar la respiración

Cuando se detecta la apnea, bien por observación o por la alarma del monitor, se toca o se mueve suavemente al recién nacido para estimular la respiración, con lo que suele bastar.

Otros tratamientos de la apnea dependen de la causa. Los médicos tratan las causas conocidas, como las infecciones.

Si los episodios de apnea se vuelven muy frecuentes y, especialmente, si los recién nacidos presentan cianosis, permanecen ingresados en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Pueden recibir tratamiento con un fármaco que estimula el centro respiratorio, como la cafeína.

Si la cafeína no evita los episodios graves y frecuentes de apnea, los recién nacidos requieren tratamiento con una presión positiva continua en la vía aérea (CPAP). Esta técnica permite a los recién nacidos respirar espontáneamente mientras reciben oxígeno ligeramente presurizado o aire a través de una cánula nasal introducida por los orificios nasales. Los recién nacidos que sufren episodios de apnea difíciles de tratar necesitan un ventilador (una máquina que ayuda a introducir y extraer el aire de los pulmones) para ayudarles a respirar.

Asistencia domiciliaria

La mayoría de los recién nacidos pueden regresar a casa desde el hospital sin un monitor. Con poca frecuencia, algunos recién nacidos son enviados a casa con un monitor de apnea y también pueden necesitar cafeína. Sin embargo, a los lactantes se les suele retirar la cafeína antes de ser dados de alta.

A los progenitores se les debe enseñar cómo usar correctamente el monitor y cualquier otro equipo, qué hacer cuando suena la alarma, cómo hacer una reanimación cardiorrespiratoria en caso de que sea necesaria y cómo llevar un registro de los eventos. La mayoría de los monitores almacenan electrónicamente información sobre eventos que ocurren.

Los progenitores deben consultar a un médico sobre cuándo dejar de utilizar el monitor.

No hay indicios de que al dar de alta del hospital a un recién nacido prematuro con un monitor de apnea para uso domiciliario disminuya el riesgo de muerte súbita del lactante.

Pronóstico de la apnea del prematuro

Con el paso del tiempo, a medida que el centro respiratorio madura, los episodios de apnea se vuelven menos frecuentes y, cuando el recién nacido se aproxima a las 37 semanas de edad gestacional, por regla general los episodios ya no vuelven a ocurrir. En bebés nacidos muy prematuramente (entre las 23 y las 27 semanas de gestación), la apnea puede continuar durante semanas.

La apnea del prematuro rara vez causa la muerte.

Prevención de la apnea del prematuro

Mientras están sentados en el asiento del automóvil, los recién nacidos prematuros corren riesgo de interrupción de la respiración (apnea), concentraciones bajas de oxígeno en la sangre y ritmo cardíaco lento; por tanto, en Estados Unidos, muchos hospitales realizan una prueba del asiento del automóvil para bebés prematuros antes de ser dados de alta. Esta prueba determina si el recién nacido puede viajar a casa con seguridad en la posición semi reclinada de un asiento para el automóvil.

En todas las siestas, los recién nacidos siempre deben colocarse boca arriba en una superficie apropiada para el sueño que sea firme y plana. Dormir boca abajo, de lado y apoyándose no es seguro. Las prácticas seguras para dormir deben seguirse para todos los bebés, ya sean prematuros o no.

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