La nefropatía asociada al VIH se caracteriza por hallazgos clínicos similares a los de la glomeruloesclerosis focal segmentaria y, a menudo, características en la biopsia de glomerulopatía colapsante (una variante de la glomeruloesclerosis focal segmentaria).
La nefropatía asociada al VIH, un tipo de síndrome nefrótico, parece ser más común entre pacientes de ascendencia africana con infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que se inyectan drogas o que han presentado poca adherencia a su régimen de terapia antirretroviral. Este riesgo aumentado puede estar relacionado en parte con variantes genéticas en el gen APOL1 (1). La infección de las células renales por el VIH puede contribuir al cuadro.
La mayoría de los hallazgos clínicos son similares a los de la glomerulosclerosis focal y segmentaria, pero la hipertensión es menos común y los riñones mantienen un tamaño aumentado.
La mayoría de los pacientes experimentan una progresión rápida a enfermedad renal terminal en un plazo de 1 a 4 meses.
Referencia general
1. Neves PD, Watanabe A, Watanabe EH, et al. Idiopathic collapsing glomerulopathy is associated with APOL1 high-risk genotypes or Mendelian variants in most affected individuals in a highly admixed population. Kidney Int 2024;105(3):593-607. doi:10.1016/j.kint.2023.11.028
Diagnóstico de la nefropatía asociada al VIH
Biopsia renal
Se sospecha una nefropatía asociada al VIH en pacientes con síndrome nefrótico o nefropatía que tienen infección grave por VIH. La nefropatía asociada al VIH debe distinguirse de muchos otros trastornos que se producen con mayor frecuencia en pacientes infectados por el VIH y causan enfermedad renal, como la microangiopatía trombótica (síndrome hemolítico-urémico y púrpura trombocitopénica trombótica), la glomerulonefritis mediada por inmunocomplejos, la nefritis intersticial inducida por fármacos (debido a indinavir y ritonavir) y la rabdomiólisis (debida a estatinas).
Si se realiza una ecografía, esta muestra los riñones de tamaño aumentado y altamente ecogénicos.
En general se realiza una biopsia renal. La microscopia óptica muestra colapso de los capilares de gravedad variable (glomerulopatía colapsante) y distintos grados de matriz mesangial aumentada. Las células tubulares muestran cambios degenerativos marcados y atrofia tubular o dilatación microcítica. Son comunes los infiltrados intersticiales de células inmunitarias, la fibrosis y el edema. Se encuentran inclusiones reticulares tubulares, similares a las del lupus eritematoso sistémico, dentro de las células endoteliales, aunque son raras con la terapia eficaz contra el VIH.
La glomerulosclerosis focal y segmentaria con colapso de los penachos glomerulares y cambios tubulares microquísticos es característica de la nefropatía asociada al VIH (tinción de plata de Jones, ×100).
La glomerulosclerosis focal y segmentaria con colapso de los penachos glomerulares y cambios tubulares microquísticos e
Image provided by Agnes Fogo, MD, and the American Journal of Kidney Diseases' Atlas of Renal Pathology (véase www.ajkd.org).
La nefropatía asociada al VIH puede distinguirse de la glomerulosclerosis focal y segmentaria por la presencia de inclusiones reticulares en el citoplasma de las células endoteliales en la microscopia electrónica de transmisión (×20.000). Sin embargo, estas inclusiones reticulares ahora son raras con el uso de la terapia antirretroviral de gran actividad.
La nefropatía asociada al VIH puede distinguirse de la glomerulosclerosis focal y segmentaria por la presencia de inclu
Image provided by Agnes Fogo, MD, and the American Journal of Kidney Diseases' Atlas of Renal Pathology (véase www.ajkd.org).
La tensión arterial normal y los riñones de tamaño aumentado en forma persistente ayudan a diferenciar la nefropatía asociada al VIH de la glomerulosclerosis focal y segmentaria.
Tratamiento de la nefropatía asociada al VIH
Terapia antirretroviral (TAR) e inhibición de la angiotensina
El control de la infección por VIH puede ayudar a minimizar el daño renal; de hecho, la nefropatía asociada al VIH es poco común en pacientes que reciben TARGA (terapia antirretroviral de gran actividad) y tienen una infección por VIH bien controlada. El papel de los corticosteroides no está aún bien definido (1). Es probable que la inhibición de la angiotensina con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) o bloqueantes de los receptores de angiotensina (BRA) logre algún beneficio. En algunos centros, se realiza el trasplante de riñón.
Referencia del tratamiento
1. Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO) Glomerular Diseases Work Group. KDIGO 2021 Clinical Practice Guideline for the Management of Glomerular Diseases. Kidney Int 100(4S):S1-S276, 2021. doi:10.1016/j.kint.2021.05.021
