Los gangliósidos son esfingolípidos complejos presentes en el encéfalo. Hay 2 formas principales, GM1 y GM2, que pueden participar, ambas, en tesaurismosis lisosómicas; hay 2 tipos principales de gangliosidosis GM2, cada uno de los cuales puede ser causado por numerosas mutaciones diferentes.
Para obtener más información, véase Tabla Esfingolipidosis.
Enfermedad de Tay-Sachs
La deficiencia de hexosaminidasa A determina la acumulación encefálica de GM2. La herencia es autosómica recesiva; las mutaciones más frecuentes están presentes en 1/27 adultos normales de origen judío (asquenazí) de Europa Oriental, aunque otras mutaciones se agrupan en algunas poblaciones francocanadienses y de Cajún.
Los niños con enfermedad de Tay-Sachs comienzan a perder las pautas de desarrollo después de los 6 meses de edad y presentan deterioro motor y cognitivo progresivo que causa convulsiones, discapacidad intelectual, parálisis y muerte hacia los 5 años. Es frecuente una mancha macular rojo cereza.
El diagnóstico de enfermedad de Tay-Sachs es clínico y puede confirmarse con análisis de DNA y/o enzimático. (Véase también evaluación de probables trastornos hereditarios del metabolismo).
En ausencia de tratamiento eficaz, la terapia está dirigida a la detección sistemática de adultos en edad fértil de poblaciones de alto riesgo para identificar portadores (mediante investigación de la actividad enzimática y mutaciones), combinada con asesoramiento genético.
Enfermedad de Sandhoff
Hay una deficiencia combinada de hexosaminidasa A y B. Las manifestaciones clínicas son degeneración cerebral progresiva a partir de los 6 meses, acompañada de ceguera, mancha macular rojo cereza e hiperacusia. Es casi indistinguible de la enfermedad de Tay-Sachs en cuanto a evolución, diagnóstico y tratamiento, excepto que hay compromiso visceral (hepatomegalia y alteraciones óseas) y ninguna asociación étnica.