Los factores de riesgo del cáncer anal incluyen algunas infecciones de transmisión sexual.
Los síntomas característicos son hemorragia al evacuar, dolor y a veces prurito alrededor del ano.
Para verificar el diagnóstico se realiza un examen manual (tacto rectal), una sigmoidoscopia o colonoscopia y una biopsia.
El tratamiento puede incluir solo cirugía, una combinación de radioterapia y quimioterapia, o bien radioterapia y cirugía.
El cáncer anal se desarrolla en las células de la piel que rodean al ano o en el revestimiento de la zona de transición entre el ano y el recto (el conducto anal). A diferencia del recto y del intestino grueso, donde el cáncer es casi siempre un adenocarcinoma, el cáncer del ano es principalmente un carcinoma de células escamosas.
El cáncer anal aparece en alrededor de 9760 personas en los Estados Unidos cada año, y causa aproximadamente 1870 muertes anuales. El cáncer anal es más frecuente en las mujeres.
Los factores de riesgo para el cáncer anal son:
Infección por virus del papiloma humano (VPH) verrugas genitales
Sexo anal receptivo
Fístulas crónicas
Radioterapia en la piel anal
Infección por linfogranuloma venéreo
Tabaquismo
Síntomas del cáncer anal
Las personas con cáncer anal con frecuencia experimentan hemorragia con las deposiciones, dolor y a veces prurito alrededor del ano. En torno al 25% de las personas con cáncer anal no presentan síntomas. En este caso, el cáncer se diagnostica únicamente durante una exploración rutinaria.
Diagnóstico del cáncer anal
Evaluación médica
Sigmoidoscopia o colonoscopia
Biopsia
Para diagnosticar el cáncer anal, el médico primero inspecciona la piel alrededor del ano buscando anomalías. Con la mano enguantada, el médico explora el ano y la parte inferior del recto, verificando si hay porciones del revestimiento diferentes de las zonas vecinas. Se utiliza un sigmoidoscopio flexible (un tubo de visualización corto con una cámara en el extremo) para evaluar el ano y el recto. Para facilitar el examen, puede introducirse un anoscopio (un pequeño tubo rígido equipado con una luz) varias pulgadas en el ano.
A continuación, obtiene una muestra de tejido de la zona anómala y la examina al microscopio (realiza lo que se denomina una biopsia).
Una vez diagnosticado el cáncer anal, se realizan otras pruebas de diagnóstico por la imagen, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética nuclear (RMN), para determinar si el cáncer se ha diseminado (ha hecho metástasis).
Si se sufre hemorragia, el médico puede hacer una colonoscopia para buscar un cáncer de colon coexistente. Durante una colonoscopia se examina la totalidad del intestino grueso. Puede incluso hacerse una colonoscopia en personas con signos evidentes de hemorroides (venas retorcidas ubicadas en la pared del recto y el ano), que pueden causar hemorragia.
Tratamiento del cáncer anal
Combinación de quimioterapia y radioterapia (denominada quimiorradiación)
En ciertas ocasiones, intervención quirúrgica
El tratamiento y el pronóstico del cáncer anal dependen de la extensión del cáncer.
La quimiorradiación generalmente se realiza primero. Los tumores continúan disminuyendo hasta 6 meses después de completada la quimiorradiación.
La cirugía se realiza en personas cuyo cáncer no desaparece después de la radioterapia y la quimioterapia, o bien recidiva. Con la cirugía, el médico debe tener cuidado de no alterar el funcionamiento del anillo muscular que mantiene el ano cerrado (el esfínter anal). Un esfínter que no funciona de forma adecuada puede dar lugar a una pérdida del control de las deposiciones (incontinencia fecal).