El trastorno esquizoafectivo se caracteriza por la presencia de síntomas de trastorno del estado del ánimo, como depresión o manía, junto con síntomas de esquizofrenia.
La psicosis se refiere a síntomas como delirios, alucinaciones, pensamiento y habla desorganizados y un comportamiento extraño e inapropiado (incluida la catatonia) que indica pérdida de contacto con la realidad. El afecto se refiere a las emociones y al estado de ánimo de las personas.
Los médicos consideran el trastorno esquizoafectivo cuando las personas afectadas presentan tanto psicosis como síntomas del estado de ánimo (como depresión o manía). Los síntomas del estado de ánimo deben estar presentes en una parte importante de las fases activa y residual de la enfermedad (es decir, más de la mitad de la duración total de la enfermedad) y aparecer con 2 o más de los síntomas de esquizofrenia siguientes:
Delirios
Alucinaciones
Discurso desorganizado
Comportamiento extremadamente desorganizado
Síntomas negativos (que muestran poca o ninguna emoción, disminución del habla, incapacidad para sentir placer, falta de interés en las relaciones con otras personas)
La diferenciación entre el trastorno esquizoafectivo y la esquizofrenia y los trastornos del estado de ánimo puede requerir una evaluación médica a largo plazo de los síntomas de la persona y la naturaleza de su progresión. En el trastorno esquizoafectivo, debe transcurrir un periodo de 2 semanas en el que la persona experimenta alucinaciones o delirios sin un episodio maníaco o depresivo mayor.
Tratamiento del trastorno esquizoafectivo
Medicamentos, psicoterapia y apoyo comunitario
El trastorno esquizoafectivo conduce a una discapacidad a largo plazo, por tanto las personas afectadas requieren con frecuencia un tratamiento integral, que incluye antipsicóticos, psicoterapia y apoyo comunitario.
