Uso de sustancias en adolescentes

PorSharon Levy, MD, MPH, Harvard Medical School
Revisado/Modificado jul 2022 | Modificado oct 2022
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Datos clave

El consumo de sustancias entre los adolescentes puede ir desde la experimentación a trastornos graves por consumo de sustancias. Todo el consumo de sustancias, incluso el consumo experimental, pone a los adolescentes en riesgo de sufrir problemas a corto plazo, tales como accidentes, peleas, actividad sexual no deseada y sobredosis. El consumo de sustancias también altera el desarrollo cerebral de los adolescentes. Los adolescentes son vulnerables a los efectos del consumo de sustancias y corren un mayor riesgo de desarrollar consecuencias a largo plazo, como trastornos de salud mental, bajo rendimiento en la escuela, un trastorno por consumo de sustancias y mayores tasas de adicción, si consumen regularmente alcohol, cannabis (marihuana), nicotina u otras drogas durante la adolescencia.

En la sociedad occidental moderna, el consumo de sustancias es una manera fácil para los adolescentes de satisfacer la necesidad normal de desarrollo que inclina a asumir riesgos y buscar emociones. No es sorprendente que el consumo de sustancias sea frecuente cuando los adolescentes crecen, y muchos adolescentes prueban el alcohol antes de graduarse de la secundaria. El consumo recurrente o continuo de sustancias es mucho menos frecuente, pero incluso el consumo ocasional de sustancias es arriesgado y no debe ser trivializado, ignorado o permitido por los adultos. Las actitudes de los padres y el ejemplo que dan con respecto al consumo de alcohol, tabaco, fármacos y otras sustancias ejercen una poderosa influencia en el adolescente.

Según las encuestas nacionales en Estados Unidos, la proporción de estudiantes de 12º grado que refieren no haber consumido ninguna sustancia a lo largo de su vida ha aumentado de forma constante en los últimos 40 años. Sin embargo, al mismo tiempo, existe una amplia gama de productos más potentes, adictivos y peligrosos, como los opiáceos de venta con receta, los productos de cannabis de alta potencia, el fentanilo y los cigarrillos electrónicos. Estos productos suponen para los adolescentes que comienzan a consumir sustancias un mayor riesgo de desarrollar consecuencias a corto y a largo plazo.

La pandemia de la COVID-19 tuvo un impacto variable sobre el consumo de sustancias en los adolescentes. Durante los periodos de permanencia en el hogar, la tasa de adolescentes que comenzaron a consumir sustancias disminuyó, pero, al mismo tiempo, la tasa de consumo excesivo aumentó porque algunos adolescentes que ya consumían sustancias aumentaron su uso como mecanismo para lidiar con el estrés.

Las sustancias que más consumen los adolescentes son el alcohol, la nicotina (en productos de tabaco o de vapeo) y cannabis.

(Véase también Introducción a los problemas en los adolescentes.)

Consumo de alcohol en adolescentes

El consumo de alcohol es frecuente y es la sustancia más utilizada por los adolescentes. La encuesta denominada Monitoring the Future Survey on Drug Use (Estudio sobre el consumo de drogas y sustancias para su monitorización a largo plazo) es un estudio a largo plazo sobre el consumo de sustancias realizado por el U.S. National Institute on Drug Abuse (Instituto Nacional Estadounidense para el Abuso de Drogas y Sustancias). Este estudio determinó que en 2021 en Estados Unidos, el 54% de los estudiantes de 12º grado habían probado el alcohol y el 26% había consumido alcohol durante el último mes, considerándose actualmente bebedores. Alrededor del 39% de los estudiantes de 12º grado refirieron que alguna vez habían estado borrachos. El consumo excesivo de alcohol también es frecuente y casi el 90% de todo el alcohol consumido por los adolescentes se produce durante una borrachera. Una borrachera se define como un patrón de consumo de alcohol que eleva la concentración de alcohol en sangre a 80 miligramos por decilitro (17,37 milimoles por litro). El número de tragos que dan lugar a una borrachera depende de la edad y el sexo y puede ser de solo 3 tragos a lo largo de 2 horas para las adolescentes más jóvenes. Sin embargo, debido a que los adolescentes a menudo beben alcohol directamente de la botella o se ponen ellos mismos las copas, el contenido de una copa para ellos puede ser mayor que el de una copa "estándar" para los adultos. Las borracheras ponen a los adolescentes en situación de riesgo de accidentes, lesiones, actividad sexual sin protección o no deseada y otras situaciones desafortunadas. Por estas razones, se debe disuadir a los adolescentes de que beban.

La sociedad y los medios de comunicación describen el consumo de alcohol como un mecanismo aceptable, popular o incluso como un mecanismo saludable para controlar el estrés, la tristeza o los problemas de salud mental. A pesar de estas influencias, los padres deben marcar la diferencia expresando unas expectativas claras a sus hijos sobre el alcohol, estableciendo límites de manera coherente y vigilándolos. Por otro lado, los adolescentes cuyos familiares beben en exceso piensan que este comportamiento es aceptable. Algunos adolescentes que prueban el alcohol acaban desarrollando un trastorno relacionado con su consumo. Entre los factores de riesgo para ello se encuentran el hecho de empezar a beber a edad temprana y factores genéticos. Hay que procurar que los adolescentes con experiencia familiar de alcoholismo sean conscientes de que se encuentran expuestos a un mayor riesgo.

Consumo de tabaco en adolescentes

La mayoría de los adultos que fuman cigarrillos comienzan a fumar durante la adolescencia. Si los adolescentes no prueban los cigarrillos antes de los 19 años, es muy poco probable que empiecen a fumar en la edad adulta.

Los productos combustibles de tabaco son productos que necesitan ser quemados para que puedan ser consumidos, por ejemplo, cigarrillos, cigarros puros y cachimbas. Las tasas de consumo de tabaco combustible entre los adolescentes se redujeron drásticamente en los años 90 y 2000 y continúan disminuyendo.

La encuesta Monitoring the Future Survey (Estudio para la Monitorización del Futuro) informó que, en 2021, alrededor del 4,1% de los estudiantes de 12º grado refirieron consumo actual de cigarrillos (fumados en los últimos 30 días), un porcentaje inferior al 28,3% de 1991 y al 5,7% de 2019. Solo alrededor del 2% de los estudiantes de 12º grado refirieron fumar todos los días.

Los factores de riesgo más importante para el consumo de tabaco en adolescentes son

  • Tener padres que fuman

  • Tener compañeros y modelos a seguir (como celebridades) que fuman

Otros factores de riesgo que se asocian frecuentemente al inicio del tabaquismo en la infancia incluyen

  • Bajo rendimiento escolar

  • Otros comportamientos de alto riesgo (como dietas rigurosas, en especial en niñas; peleas físicas y conducción bajo los efectos del alcohol, en especial en niños; o consumo de alcohol u otras drogas)

  • Escasa destreza en la resolución de problemas

  • Disponibilidad de los cigarrillos

  • Baja autoestima

Fumar tabaco en pipa es relativamente poco frecuente en Estados Unidos. El porcentaje de personas mayores de 12 años que fuman puros ha disminuido.

Los adolescentes también pueden consumir el tabaco en otras formas. Alrededor del 2% de los estudiantes de secundaria son consumidores actuales de tabaco sin humo, y esta tasa ha disminuido en los últimos 10 años. El tabaco sin humo puede ser masticado (tabaco de mascar), colocado entre el labio inferior y la encía (tabaco de chupar o mojar) o inhalado por la nariz (rapé).

Los padres contribuyen a evitar que el adolescente se convierta en fumador o utilice productos de tabaco sin humo ejerciendo el papel de modelos positivos (o sea, no fumando ni mascando tabaco), comentando abiertamente los riesgos del tabaco y animando a los adolescentes que fuman o mascan tabaco a dejarlo, incluso ayudándoles a buscar asistencia médica si es necesario.

Cigarrillos electrónicos (productos de vapeo)

Los cigarrillos electrónicos (e-cig, e-cigarrillos, vapers) son dispositivos que funcionan con baterías y que utilizan el calor para convertir un líquido en vapor que se puede inhalar. Estos líquidos suelen contener nicotina, que es el ingrediente activo del tabaco, o tetrahidrocannabinol (THC), que es el ingrediente activo del cannabis. Tanto la nicotina como el THC son adictivos. (Véase también Vapeo.)

Los cigarrillos electrónicos entraron inicialmente en el mercado como alternativas al tabaquismo para los fumadores adultos, y los modelos iniciales no fueron demasiado utilizados por los adolescentes. Desde entonces se han convertido en "vapeadores", que resultan muy atractivos y se han vuelto cada vez más populares entre los adolescentes a lo largo de los últimos años, especialmente entre los de estatus social y económico medio y alto. El consumo actual de cigarrillos electrónicos (vapeo de nicotina, sin contar otras sustancias) entre los estudiantes de 12º grado aumentó notablemente del 11% en 2017 al 25,5% en 2019. Según la encuesta Monitoring the Future Survey (Estudio para la Monitorización del Futuro), en 2021 el consumo de cigarrillos electrónicos disminuyó al 19,6% y alrededor del 40,5% de los estudiantes de 12º grado probaron los cigarrillos electrónicos (nicotina y otras sustancias), lo que representa una disminución respecto al 45,6% correspondiente a 2019.

Los cigarrillos electrónicos causan diferentes efectos negativos para la salud que fumar tabaco. Sin embargo, al igual que los cigarrillos normales, los productos químicos contenidos en los cigarrillos electrónicos pueden causar lesiones pulmonares. Las lesiones pulmonares pueden ser repentinas, graves o de larga duración y, cuando son más graves, mortales. Además, estos productos pueden suministrar concentraciones muy elevadas de nicotina y THC. El THC y la nicotina son altamente adictivos, y puede haber toxicidad. El vapor de los cigarrillos electrónicos que se inhala de forma pasiva expone a las personas afectadas a la nicotina y a otros productos químicos.

Los cigarrillos electrónicos representan, cada vez más, la forma inicial de exposición de los adolescentes a la nicotina, pero su efecto sobre la tasa de tabaquismo en adultos no está claro. Actualmente se desconocen los riesgos a largo plazo de los cigarrillos electrónicos.

Cannabis (marihuana)

La encuesta Monitoring the Future Survey (Estudio para la Monitorización del Futuro) informó que, en 2021, el 19,5% de los estudiantes de 12º grado eran consumidores actuales de cannabis, lo que supone una disminución respecto al 22,3% de 2019. Alrededor del 38,6% de los estudiantes de 12º grado refirieron haber consumido cannabis una o más veces en su vida. En 2010, la tasa de consumo actual de cannabis superó por primera vez a la tasa de consumo actual de tabaco.

El aumento más significativo en el consumo de cannabis corresponde al consumo de THC por vapeo. El número de estudiantes de 12º grado que informaron haber consumido THC con vapeo aumentó del 4,9% en 2017 al 14% en 2019 (véase también productos de vapeo). Este porcentaje disminuyó ligeramente hasta el 12,4% en 2021.

Otras sustancias

El consumo de sustancias distintas del alcohol, la nicotina y el cannabis durante la adolescencia es menos frecuente.

En la encuesta Monitoring the Future Survey (Estudio para la Monitorización del Futuro) de 2021, los siguientes porcentajes de estudiantes de 12º grado informaron haber consumido sustancias ilícitas una o más veces a lo largo de su vida:

Los fármacos de venta con receta que son objeto de abuso con mayor frecuencia son los analgésicos opiáceos (narcóticos), los ansiolíticos, los sedantes y los estimulantes (como el metilfenidato y medicamentos similares utilizados para el trastorno por déficit de atención/hiperactividad).

Aunque el consumo de esteroides anabólicos es más frecuente entre los atletas, también los utilizan no deportistas. El uso de esteroides anabolizantes está asociado con numerosos efectos adversos. El cierre precoz de las placas de crecimiento en los extremos de los huesos, dando como resultado una baja estatura permanente, constituye un problema específico de los adolescentes. Otros efectos adversos son frecuentes tanto en adolescentes como en adultos.

Los medicamentos de venta sin receta que son objeto habitual de mal uso son los medicamentos contra la tos y el resfriado que contienen dextrometorfano. Los fármacos para la tos y el resfriado de venta sin receta que se adquieren con facilidad son considerados inocuos por parte de muchos adolescentes y actualmente pueden llevar al consumo de otras sustancias. Las sustancias de entrada son sustancias introductorias que pueden aumentar la probabilidad de consumo de otras drogas y el riesgo de trastornos por consumo de sustancias más adelante. Los cigarrillos, el alcohol y el cannabis son otras de las sustancias introductorias.

Algunos adolescentes, con apenas 12 años de edad, reconocen ser consumidores de drogas. Muchos adolescentes que experimentan con medicamentos de venta sin receta, con fármacos que requieren receta médica y con otras sustancias acaban desarrollando trastornos por consumo de sustancias.

Diagnóstico del uso de sustancias en adolescentes

  • Una evaluación médica, que incluye el cribado de rutina y el uso de herramientas de cribado

  • A veces, una prueba de detección de drogas

Existen signos físicos y de comportamiento que indican que un niño puede estar consumiendo drogas, otras sustancias o ambas cosas. El hecho de conocer los signos puede ayudar a los padres y cuidadores a determinar si su hijo debe ser atendido por un profesional de la salud.

Algunos signos de comportamiento de posible consumo de drogas o sustancias:

  • Conducta errática

  • Depresión o cambios en el estado de ánimo, cambio de actitud

  • Actuar paranoico, irritable o ansioso

  • Tener dificultades para mantenerse concentrado en una tarea o concentrarse

  • Robar, mentir

  • Volverse reservado, cerrar con llave la puerta del dormitorio

  • Cambio de amigos

  • Descenso del rendimiento escolar

  • Pérdida de interés en aficiones y actividades recreativas

  • Actuar de forma agresiva, enojada o irresponsable

  • Dormir más o menos de lo habitual

  • Faltar a la escuela, a los deportes o al trabajo

Algunos signos físicos del posible consumo de drogas o sustancias:

  • Mala higiene/cambio de aspecto

  • Ojos vidriosos, llorosos o inyectados en sangre

  • Pupilas más grandes (dilatadas) o más pequeñas (contraídas) de lo habitual

  • Hemorragias nasales frecuentes o secreción nasal

  • Úlceras en la boca, en los labios o en ambos

  • Cara hinchada

  • Pequeños cortes (debidos al uso de agujas) en brazos o piernas, uso de manga larga (incluso en climas cálidos)

  • Manos temblorosas o palmas frías y sudorosas

  • Dolor de cabeza (cefalea)

  • Molestar

  • Sacudidas o temblores

  • Pérdida de peso repentina

Los progenitores también deben preocuparse por el posible consumo de drogas o sustancias si encuentran drogas o parafernalia relacionada con las drogas (como vapeadores, pipas, jeringas y balanzas) entre las posesiones de sus hijos.

Durante las visitas rutinarias de atención médica, los padres deben esperar que el médico de su hijo haga pruebas de cribado para el consumo de sustancias mediante preguntas confidenciales sobre el consumo de tabaco/nicotina, alcohol y otras drogas. Las técnicas de cribado se utilizan en adolescentes de 12 a 17 años de edad. Estas técnicas rápidas se las puede administrar el propio adolescente o bien puede administrarlas un médico u otro profesional de la salud. Las técnicas de cribado comienzan con preguntas sobre la frecuencia del consumo de tabaco, alcohol y cannabis durante el último año. Se generan preguntas adicionales relacionadas en función de las respuestas del adolescente. Las técnicas de cribado pueden ayudar a los médicos y a otros profesionales a valorar si un adolescente sufre un trastorno por consumo de sustancias o si corre riesgo de desarrollar un trastorno por consumo de sustancias, implantar una intervención adecuada o solicitar una derivación para el tratamiento.

Las pruebas de detección de drogas (incluidas las pruebas caseras) pueden constituir una parte útil de una evaluación, pero tienen limitaciones significativas. Los resultados de un análisis de orina son a veces negativos en adolescentes que consumen drogas si la droga se ha eliminado del cuerpo antes de que la prueba se lleve a cabo, si la droga consumida no está contemplada en la prueba o si la muestra de orina ha sido contaminada. A veces, los resultados de las pruebas para descartar el consumo de drogas dan resultado positivo en los adolescentes que no han consumido drogas (falso positivo). No obstante, incluso un resultado positivo verdadero de la prueba no indica la frecuencia y la cantidad con la que se consume la sustancia y, por tanto, no puede discriminar entre los consumidores ocasionales y los que tienen problemas más graves.

Teniendo en cuenta estas limitaciones, el médico experto en esta área ha de determinar si la prueba para consumo de drogas es necesaria en un caso determinado. Cuando los progenitores respetan la confidencialidad de su hijo, facilitan la obtención por parte del médico de un historial preciso del consumo de sustancias y el establecimiento de una relación de confianza con su hijo.

Tratamiento del uso de sustancias en adolescentes

  • Terapia adaptada para adolescentes

Si el médico sospecha un trastorno por consumo de sustancias, puede ser necesaria una derivación para una evaluación y un tratamiento. En general, para los adolescentes se puede emplear el mismo tratamiento utilizado para adultos con trastornos por consumo de sustancias, incluyendo tratamiento farmacológico y asesoramiento psicológico. Sin embargo, el tratamiento debe adaptarse a las necesidades de los adolescentes. Los adolescentes deben recibir asistencia mediante programas específicos y por parte de terapeutas especializados en el tratamiento de adolescentes con trastornos por consumo de sustancias y los adolescentes no deben participar en los mismos programas que los adultos.

Se dispone de fármacos terapéuticos para los adolescentes que se utilizan para tratar los síntomas de abstinencia o suprimir el ansia por el consumo de nicotina, THC y otras sustancias.

Más información

Los siguientes son algunos recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.

  1. Al-Anon Family Groups: (Grupos familiares de Alcohólicos Anónimos): acceso a recursos y apoyo para familias y amigos de alcohólicos

  2. Alcoholics Anonymous (AA): (Alcohólicos Anónimos, AA): una asociación internacional de hombres y mujeres no profesionales que se apoyan mutuamente para enfrentarse y superar un problema con la bebida

  3. American Lung Association: (Asociación estadounidense de neumología): niños y tabaquismo: recursos sobre cómo evitar que los niños fumen y cómo ayudar a los que fuman a dejar de fumar

  4. Narcotics Anonymous (NA): (Narcóticos Anónimos, NA): recursos de apoyo y un programa de recuperación para personas adictas a las drogas o al alcohol

  5. National Institutes on Drug Abuse (NIDA): Agency within the U.S. National Institutes of Health that has information specific to children and adolescents about how drugs affect their brain, facts about widely used drugs, and links to related content

  6. Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA): Agency within the U.S. Department of Health and Human Services that leads public health efforts to reduce the impact of substance use and mental illness on America's communities

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