Descomprimir un nervio

Descomprimir un nervio

Cuando el dolor se deriva de la posición anómala de una arteria de forma que está comprimiendo un par craneal, se puede aliviar mediante una intervención quirúrgica denominada descompresión vascular. Este procedimiento se realiza como tratamiento de la neuralgia del trigémino, los espasmos hemifaciales o la neuralgia glosofaríngea.

Si el nervio trigémino está comprimido, se rasura una zona en la parte posterior de la cabeza y se hace una incisión. El cirujano hace un pequeño orificio en el cráneo y levanta el borde del cerebro para exponer el nervio. A continuación, separa la arteria del nervio y coloca una pequeña esponja entre ambos.

Se requiere anestesia general, pero el riesgo de efectos adversos en relación con el procedimiento es bajo. Entre los efectos adversos se encuentran entumecimiento facial, debilidad facial, visión doble, infección, hemorragias, alteraciones de la audición y del equilibrio y parálisis.

Este procedimiento suele aliviar el dolor, aún así este reaparece en cerca del 15% de las personas.