En el caso del trastorno por estrés agudo, las personas han atravesado un evento traumático, experimentado directamente (p. ej., una lesión grave o amenaza de muerte) o indirectamente (p. ej., ser testigo de acontecimientos que les suceden a otros, enterarse de hechos que les ocurrieron a familiares o amigos cercanos). Las personas tienen recuerdos recurrentes del trauma, evitan los estímulos que les recuerdan el trauma y aumentan su estado de alerta. Los síntomas comenzarán en las 4 semanas siguientes al episodio traumático y durarán un mínimo de 3 días pero, a diferencia del trastorno por estrés postraumático, no duran más de 1 mes. Las personas que experimentan este trastorno pueden presentar síntomas disociativos.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en los criterios recomendados por el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, quinta edición (DSM-5); estos criterios incluyen síntomas intrusivos, estado de ánimo negativo, y síntomas de disociación, evitación y alerta.
Para cumplir con los criterios diagnósticos, los pacientes deben haber estado expuestos directa o indirectamente a un evento traumático, y deben estar presentes ≥ 9 de los siguientes síntomas durante un período entre 3 días y 1 mes:
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Recuerdos angustiantes, recurrentes, involuntarios e intrusivos del evento
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Sueños angustiantes recurrentes sobre el evento
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Reacciones disociativas (p. ej., flashbacks) en las que los pacientes sienten como si el evento traumático se estuviese repitiendo
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Intensa angustia psicológica o fisiológica cuando recuerda el episodio (p. ej., por ingresar a un sitio similar, por sonidos similares a los que escuchó durante el evento)
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Incapacidad persistente de sentir emociones positivas (p. ej., felicidad, satisfacción, sentimientos amorosos)
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Un sentido de la realidad distorsionado (p. ej., sentirse confundido, el tiempo enlentecido, percepciones distorsionadas)
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Incapacidad de recordar una parte importante del evento traumático
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Esfuerzos para evitar recuerdos angustiantes, pensamientos o sentimientos asociados con el evento
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Esfuerzos para evitar factores externos que rememoran el suceso (personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos, situaciones)
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Trastorno del sueño
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Irritabilidad o crisis de enojo
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Hipervigilancia
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Dificultades para concentrarse
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Respuesta de sobresalto exagerada
Además, las manifestaciones deben provocar malestar intenso o deteriorar significativamente el funcionamiento social u ocupacional, y no deben ser atribuibles a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otro trastorno médico.
Tratamiento
Muchas personas se recuperan cuando son retiradas de la situación traumática, se les muestra comprensión y empatía y se les da la oportunidad de describir lo que ha sucedido y su reacción ante ello.
Para prevenir o minimizar este trastorno en las personas que participaron o presenciaron un evento traumático, algunos expertos recomiendan su análisis sistemático para ayudar a guiar el proceso. Otros expertos han expresado preocupación acerca del análisis generalizado, en especial porque varios estudios demuestran que el análisis podría ser bastante estresante para algunos pacientes y podría impedir una recuperación natural.
Los fármacos ayudan a dormir, pero normalmente no está indicado utilizar otros tratamientos.