¿Quién debe vacunarse contra la rabia?

La decisión de administrar la vacuna contra la rabia a una persona que ha recibido una mordedura de animal depende del tipo de animal y de la situación de este, así como de la reglamentación y la práctica sanitaria propia de cada país.

Mordedura de perros, gatos o hurones domésticos: si el animal parece sano y puede permanecer en observación durante 10 días, no suele aplicarse la vacuna a no ser que el animal desarrolle síntomas de rabia. Si el animal presenta cualquier síntoma que sugiera rabia, se administra inmediatamente a la persona afectada la vacuna y la inmunoglobulina contra la rabia. Los animales que desarrollan síntomas de rabia son sacrificados (eutanasia) y se examina su cerebro para identificar la presencia del virus de la rabia. Si el animal aún está sano después de 10 días y no presentaba rabia en el momento de la mordedura ya no será necesaria la vacuna.

Si no es posible determinar la situación del animal, por ejemplo, porque se ha escapado, se debe consultar a las autoridades de salud pública para determinar la probabilidad de rabia en la zona y si es conveniente administrar la vacuna. Si no hay funcionarios locales de salud pública y existe posibilidad de rabia, la vacuna se administra de inmediato. En casos contados, en Estados Unidos, si un animal tiene o parece tener rabia, la vacuna y la inmunoglobulina se administran de inmediato.

Mordedura de mofetas, mapaches, zorros o la mayoría de otros carnívoros y murciélagos: se considera que estos animales tienen la rabia, a menos que se puedan examinar y se obtengan resultados negativos. Por lo general, la vacuna y la inmunoglobulina se administran de inmediato. No se recomienda esperar 10 días de observación en los animales salvajes. Cuando es posible, se sacrifica a estos animales y se examina su cerebro para detectar el virus de la rabia tan pronto como sea posible. La administración de la vacuna se suspende si el animal da negativo para el virus de la rabia.

Es posible que la mordedura de un murciélago pase inadvertida, por lo que, si existe la posibilidad de que se haya recibido una mordedura, se administra la vacuna preventivamente. Por ejemplo, si alguien se despierta y hay un murciélago en la habitación, se le administra la vacuna.

Mordeduras por ganado, roedores pequeños, roedores grandes (como marmotas y castores), conejos o liebres: se valora individualmente cada caso de mordedura y se debe consultar a las autoridades de salud pública. Las mordeduras de hámsteres, cobayas, gerbos, ardillas, ratas, ratones, otros roedores pequeños, conejos o liebres casi nunca requieren vacunación antirrábica.