Babesiosis

PorChelsea Marie, PhD, University of Virginia;
William A. Petri, Jr, MD, PhD, University of Virginia School of Medicine
Reviewed ByChristina A. Muzny, MD, MSPH, Division of Infectious Diseases, University of Alabama at Birmingham
Revisado/Modificado Modificado sept 2025
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Vista para pacientes

La babesiosis es la infección por especies del protozoo Babesia. Las infecciones pueden ser asintomáticas o causar una enfermedad semejante al paludismo, con fiebre y anemia hemolítica. La enfermedad es más grave en pacientes asplénicos, adultos mayores y pacientes con infección avanzada por VIH. El diagnóstico se basa en la identificación de Babesia en un frotis de sangre periférica, una prueba serológica o con PCR (polymerase chain reaction). Si se requiere tratamiento, debe realizarse con azitromicina y atovacuona o con quinina y clindamicina.

En 2020 se informó de 1827 casos de babesiosis en Estados Unidos procedentes de los 40 estados donde la babesiosis era una condición de declaración obligatoria (1). Las áreas endémicas incluyen las islas y el territorio continental que bordean el estrecho de Nantucket en Massachusetts, Rhode Island, la zona oriental de Long Island, la zona costera de Connecticut, Vermont y Nueva Jersey, así como también focos en Wisconsin y Minnesota en la región norte del Medio Oeste.

En los Estados Unidos, B. microti es la causa más común de babesiosis en seres humanos. La B. duncani se aisló de pacientes en Washington y California. A B. duncani similar a la cepa designada MO-1 se ha informado en pacientes en Missouri. La incidencia más alta de la enfermedad se observa en personas que residen en áreas boscosas con grandes poblaciones de ciervos.

Otras especies de Babesia transmitidas por diferentes garrapatas infectan a los seres humanos en otras áreas del mundo. En Europa, B. divergens es la principal causa de babesiosis en forma típica en pacientes que han tenido una esplenectomía.

Referencia general

  1. 1. Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Data and Statistics on Babesiosis. Accessed February 11, 2025.

Patogénesis de la babesiosis

Los roedores (sobre todo el ratón de patas blancas, Peromyscus leucopus) son el principal reservorio natural de Babesia, y las garrapatas de los ciervos de la familia Ixodidae (habitualmente Ixodes scapularis) son los vectores habituales. Las larvas de las garrapatas se infectan mientras se alimentan de un roedor infectado, para luego transformarse en ninfas capaces de transmitir el parásito a otro animal o a un ser humano. Las garrapatas adultas suelen alimentarse de los ciervos, pero también pueden transmitir el parásito a los seres humanos. (See also Babesiosis in Animals.)

Una vez que los esporozoítos de Babesia son transmitidos a través de la picadura de una garrapata ninfa infectada, entran en los glóbulos rojos, maduran y se dividen asexualmente. Los eritrocitos infectados finalmente se rompen y liberan microorganismos que invaden otros eritrocitos; por lo tanto, Babesia también puede transmitirse por transfusión de sangre y posiblemente por trasplante de órganos. Los glóbulos rojos infectados se rompen, liberan merozoítos y dañan la membrana, lo que contribuye a las manifestaciones clínicas de la enfermedad, como hemólisis, anemia, ictericia y hemoglobinuria. En la actualidad, se utiliza una prueba para investigar B. microti en donantes de sangre y órganos en estados del noreste de los Estados Unidos, que tienen la incidencia más alta de infección. Las defensas del huésped incluyen inmunidad mediada por células por linfocitos T CD4+ y respuestas inmunitarias innatas por macrófagos y células natural killer (NK). El papel de la inmunidad humoral está menos definido. Los pacientes inmunocomprometidos corren un riesgo mayor de enfermedad sintomática debido al deterioro de las defensas del huésped.

La infección congénita a través de la transmisión transplacentaria también puede producirse, pero es muy rara.

En ocasiones, las garrapatas del género Ixodes infectadas por Babesia están coinfectadas con Borrelia burgdorferi (que causa enfermedad de Lyme), Anaplasma phagocytophilum (que produce anaplasmosis granulocítica humana, AGH), B. miyamotoi (que causa una enfermedad similar a fiebre recurrente) o el virus Powassan (un flavivirus que causa encefalitis). Por lo tanto, los pacientes pueden ocasionalmente adquirir más de una infección en una picadura de garrapata.

Síntomas y signos de la babesiosis

La infección asintomática por Babesia puede persistir varios meses o años y no provocar síntomas durante toda su evolución en personas sanas, en especial < 40 años.

Cuando es sintomática, la babesiosis suele comenzar después de un período de incubación de 1 a 2 semanas con síntomas inespecíficos como malestar general, fatiga, escalofríos, fiebre, cefalea, mialgia y artralgia. En las personas sanas, los síntomas suelen resolverse después de una semana. En otros casos puede hallarse hepatoesplenomegalia con ictericia, anemia hemolítica leve a moderada, neutropenia leve y trombocitopenia. El edema pulmonar no cardíaco puede desarrollarse en la enfermedad grave.

La babesiosis a veces es letal, particularmente en adultos mayores, pacientes con asplenia y pacientes con infección avanzada por VIH u otra forma de inmunosupresión, como pacientes que han recibido trasplante. En estos casos, la babesiosis puede ser semejante al paludismo por Plasmodium falciparum, con fiebre, anemia hemolítica, hemoglobinuria, ictericia e insuficiencia renal. La esplenectomía puede determinar que un paciente asintomático con parasitemia contagiada antes de la operación desarrolle síntomas.

La babesiosis puede transmitirse por vía transplacentaria de la paciente embarazada infectada al feto. Esta transmisión vertical puede ocasionar babesiosis congénita, que puede manifestarse con síntomas como fiebre, anemia y trombocitopenia neonatal.

Diagnóstico de la babesiosis

  • Microscopia óptica de los frotis de sangre

  • Pruebas serológicas y basadas en la PCR (polymerase chain reaction)

La mayoría de los pacientes con babesiosis no recuerdan la picadura de la garrapata, pero pueden residir en zonas endémicas o informar antecedentes de viajes a las mismas.

La babesiosis suele diagnosticarse sobre la base del hallazgo de Babesia en glóbulos rojos en frotis de sangre, pero la diferenciación de las especies de Plasmodium puede ser difícil. Las formas en tétrada (denominadas cruz de Malta), si bien son infrecuentes, son exclusivas de la Babesia y son útiles para confirmar el diagnóstico (1).

Existen pruebas serológicas y basadas en PCR (por las siglas en inglés de Reacción en cadena de la polimerasa). La detección de anticuerpos con fluorescencia indirecta mediante el uso de antígenos de B. microti puede ser útil en pacientes con parasitemia leve, pero puede ofrecer resultados falsos negativos en pacientes infectados por otras especies de Babesia. Los ensayos basados en PCR pueden ayudar a diferenciar Babesia de P. falciparum si los resultados del frotis de sangre son ambiguos, se confirma la infección en pacientes con parasitemia baja y se identifican especies de Babesia. Para pacientes con una prueba de anticuerpos contra Babesia positiva, se recomienda la confirmación con un frotis de sangre o una prueba basada en PCR porque los anticuerpos contra Babesia pueden persistir en la sangre durante un año o más después de la aparente eliminación de la infección, con o sin tratamiento.

En pacientes graves, los hallazgos de laboratorio inespecíficos pueden incluir proteinuria, hemoglobinuria y niveles elevados de enzimas hepáticas, nitrógeno ureico en sangre y creatinina.

Referencia del diagnóstico

  1. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Babesiosis. Diagnóstico de laboratorio. Accessed February 11, 2025.

Tratamiento de la babesiosis

  • Atovacuona y azitromicina

  • Quinina más clindamicina

Los pacientes asintomáticos no suelen requerir tratamiento (excepto cuando la parasitemia está presente durante 1 mes o más).

El tratamiento está indicado para pacientes con fiebre alta persistente, parasitemia que aumenta rápidamente y hematocrito en descenso (1).

La combinación de atovacuona y azitromicina administrada durante 7 a 10 días tiene menos efectos adversos y es tan eficaz como la terapia tradicional con quinina más clindamicina en todos los pacientes con babesiosis (2). La duración de la terapia puede extenderse más de 10 días en pacientes inmunocomprometidos.

La administración de atovacuona por vía oral con azitromicina por vía intravenosa cada 24 horas es el régimen de elección hasta que los síntomas remitan; después de la remisión, se prefiere la terapia por vía oral con atovacuona y azitromicina.

Se prefieren las combinaciones de atovaquona y azitromicina, y la combinación de quinina con clindamicina se considera un régimen alternativo para pacientes gravemente enfermos. Los receptores de quinina deben controlarse estrechamente para detectar efectos adversos (también llamado cinconismo). En pacientes inmunocompetentes, la mayoría de los síntomas se resuelven y los frotis de sangre se vuelven negativos durante el curso de tratamiento habitual de 7 a 10 días. Los resultados de la prueba de PCR pueden permanecer positivos a pesar de haber completado el tratamiento; sin embargo, la recidiva es rara (1, 3).

Se ha recurrido a exanguinotransfusión en pacientes graves con parasitemia de alto grado (> 10% de eritrocitos).

Referencias del tratamiento

  1. 1. Krause PJ, Auwaerter PG, Bannuru RR, et al. Clinical Practice Guidelines by the Infectious Diseases Society of America (IDSA): 2020 Guideline on Diagnosis and Management of Babesiosis [published correction appears in Clin Infect Dis. 2021 Jul 1;73(1):172-173. doi: 10.1093/cid/ciab275.]. Clin Infect Dis. 2021;72(2):e49-e64. doi:10.1093/cid/ciaa1216

  2. 2. Krause PJ, Lepore T, Sikand VK, et al. Atovaquone and azithromycin for the treatment of babesiosis. N Engl J Med. 2000;343(20):1454-1458. doi:10.1056/NEJM200011163432004

  3. 3. Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Clinical Care of Babesiosis. Accessed February 11, 2025.

Prevención de la babesiosis

Todos los individuos que habitan en áreas endémicas deben cumplir con las precauciones estándares para evitar picaduras de garrapatas y así prevenir la babesiosis. Los pacientes con asplenia y los pacientes con infección por VIH deben ser particularmente cautos.

Las personas que han tenido babesiosis no pueden donar sangre y potencialmente órganos para prevenir la transmisión hasta que se complete el tratamiento y ya no se detecte parasitemia. Actualmente se lleva a cabo la detección sistemática de donantes de sangre y órganos en áreas de Estados Unidos con incidencias relativamente elevadas de infección.

Prevención de las picaduras de garrapatas

La prevención del acceso de las garrapatas a la piel incluye lo siguiente:

  • Permanecer en caminos y vías

  • Colocar los pantalones dentro de las botas o las medias

  • Vestir camisas de manga larga

  • Aplicar repelentes con dietiltoluamida (DEET) en las superficies de la piel

La DEET debe usarse con precaución en niños muy pequeños porque se informaron reacciones tóxicas. La aplicación de permetrina sobre la ropa mata las garrapatas en forma efectiva. En las áreas endémicas, resulta fundamental la búsqueda frecuente de garrapatas, en particular en áreas con pelo del cuerpo y en los niños.

Las garrapatas de mayor tamaño deben extraerse con cuidado y no deben aplastarse entre los dedos porque de esta manera se puede transmitir la enfermedad. El cuerpo de la garrapata no debe sostenerse ni comprimirse. La tracción gradual de la cabeza con una pequeña pinza desaloja la garrapata. El punto donde la garrapata estaba adherida debe limpiarse con un hisopo embebido en alcohol. La aplicación de vaselina en gel, alcohol, fósforos encendidos y otros irritantes no es eficaz para eliminar a las garrapatas, y no deben emplearse.

No hay métodos prácticos para eliminar garrapatas en áreas extensas, pero pueden reducirse las poblaciones en áreas endémicas de forma indirecta a través del control de las poblaciones de pequeños animales, especialmente roedores.

Conceptos clave

  • Las áreas endémicas para la babesiosis en los Estados Unidos incluyen la costa y las islas del sur de Nueva Inglaterra y Nueva Jersey, así como partes del Medio Oeste y Noroeste.

  • La babesiosis puede ser desde una infección asintomática leve a una enfermedad grave potencialmente mortal (principalmente en los pacientes mayores o que tienen asplenia o en pacientes con VIH u otras condiciones que provoquen inmunodeficiencia).

  • Los síntomas son inespecíficos y pueden parecerse a los de la malaria por P. falciparum, con fiebre prolongada, cefalea, mialgias y, a veces, ictericia.

  • El diagnóstico se basa en microscopia óptica de frotis de sangre o con pruebas serológicas y basadas en PCR.

  • Tratar a los pacientes sintomáticos con atovacuona y azitromicina o, como alternativa, quinina más clindamicina.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable por el contenido de este recurso.

  1. MSD Veterinary Manual: Babesiosis in Animals

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