En el aparato digestivo es normal la presencia de gases que pueden ser expelidos a través de la boca (eructo) o del ano (flatulencia).
Hay tres tipos principales de molestias relacionadas con los gases:
Los eructos es más probable que ocurran poco después de comer o durante periodos de estrés. Algunas personas sienten una opresión en el tórax o en el estómago justo antes de eructar, que se alivia cuando se expulsa el gas.
Las personas que se quejan de flatulencia a menudo tienen una idea equivocada de la cantidad de flato que normalmente se produce. Existe una gran variabilidad en la cantidad y frecuencia de los flatos. Es habitual tener flatos entre 13 y 21 veces al día, lo que significa entre 0,5 y 1,5 L, y algunas personas tienen más o menos. Estos gases pueden ser olorosos o no.
Aunque estos gases son inflamables (debido al hidrógeno y al gas metano que contienen), esto no suele plantear un problema. Por ejemplo, trabajar cerca de llamas no es peligroso. Sin embargo, existen informes aislados de explosión de gases durante la cirugía intestinal y la colonoscopia al emplear electrocauterización en personas cuyos intestinos no se habían limpiado del todo antes del procedimiento.
En el pasado, el cólico en lactantes de 2 a 4 meses de edad se atribuía a un exceso de gases en el abdomen. Hoy, sin embargo, la mayoría de los médicos no creen que los cólicos estén relacionados con los gases, porque las pruebas no muestran un exceso de gas en el abdomen de estos lactantes. La causa real de los cólicos no está clara.
Causas
Las causas de los gases varían dependiendo de los síntomas relacionados con los gases.
Eructos
Los eructos están causados por
Normalmente, las personas tragan pequeñas cantidades de aire cuando comen y beben. Sin embargo, algunas tragan de forma inconsciente y reiterada grandes cantidades de aire (aerofagia) mientras comen o fuman, y en ocasiones cuando se sienten ansiosas o nerviosas. El aumento en la cantidad de aire que se traga puede tener diversas causas, como una salivación excesiva (que puede estar asociada a reflujo gastroesofágico), una prótesis dental mal ajustada, el uso de determinados fármacos, mascar chicle o tener náuseas por cualquier causa.
La mayoría del aire que se traga es eructado posteriormente, y es muy poco el que pasa desde el estómago hacia el resto del aparato digestivo. La pequeña cantidad de aire que pasa al intestino se absorbe mayoritariamente en el torrente sanguíneo y muy poca se expulsa en forma de flato.
Flato
El flato es la acumulación de gases de hidrógeno, metano y dióxido de carbono producidos por las bacterias que se encuentran normalmente en el intestino grueso. Estas bacterias producen siempre un poco de gas, pero pueden hacerlo en exceso cuando
Los alimentos que aumentan la producción de gases son los que contienen hidratos de carbono poco digeribles (por ejemplo, los procedentes de una dieta rica en fibra, como las alubias y el repollo), ciertos azúcares (como la fructosa), alimentos que contienen lactosa (como la leche) o alcoholes de azúcar (como el sorbitol) y grasas. Casi todas las personas que consumen grandes cantidades de vegetales o frutas desarrollan flatulencia en mayor o menor grado.
El síndrome de malabsorción puede favorecer el aumento de la producción de gases. Las personas con deficiencia de hidratos de carbono (déficit de las enzimas que descomponen determinados azúcares), como las que presentan deficiencia de lactasa, tienden a producir grandes cantidades de gases cuando ingieren alimentos que contienen dichos azúcares. Otros síndromes de malabsorción, como el esprúe tropical, la enfermedad celíaca y la insuficiencia pancreática, también pueden conducir a la producción de una gran cantidad de gases.
Sin embargo, algunas personas pueden tener simplemente un número mayor de bacterias en su tubo digestivo, o que estas bacterias sean distintas, o pueden sufrir un trastorno de la motilidad (movimiento) de los músculos del tubo digestivo. Estas variaciones pueden explicar las diferencias en la producción de gases. Las personas pueden registrar la frecuencia de sus flatos en un diario antes de ser valoradas por el médico.
Hinchazón
La sensación de hinchazón o inflamación abdominal (distensión) puede estar presente en trastornos digestivos como el vaciamiento gástrico insuficiente (gastroparesia), el síndrome del intestino irritable (síndrome de colon irritable) y otros trastornos orgánicos, como el cáncer de ovarios o de colon. Muchos fármacos con efectos anticolinérgicos pueden ralentizar el vaciado del estómago y causar hinchazón. A veces la sensación tiene su origen en trastornos que no afectan el abdomen. Por ejemplo, en ocasiones, el único síntoma de un infarto de miocardio es una sensación de distensión abdominal o un fuerte deseo de eructar. Sin embargo, muchas personas que se sienten hinchadas no sufren ningún problema orgánico.
No se conoce con exactitud qué papel desempeñan los gases intestinales en la sensación de hinchazón. Aparte de las que toman bebidas con gas o tragan una cantidad excesiva de aire, la mayoría de las personas que tienen sensación de hinchazón en realidad no tienen un exceso de gas en su aparato digestivo. Sin embargo, los estudios al respecto indican que algunas personas, como las afectadas por el síndrome del intestino irritable (síndrome de colon irritable), son particularmente sensibles a cantidades normales de gases. Del mismo modo, las que tienen trastornos de la conducta alimentaria (como anorexia nerviosa o bulimia) suelen percibir de forma errónea síntomas como la hinchazón, además de estresarse en especial por este tipo de síntoma. Por lo tanto, la alteración fundamental en las personas con síntomas relacionados con los gases puede ser un intestino que es extremadamente sensible (intestino hipersensible). Un trastorno de la motilidad también puede contribuir a los síntomas.
Valoración
La mayoría de los síntomas relacionados con los gases no requieren valoración médica inmediata. La siguiente información puede ser útil a la hora de decidir cuándo es necesaria la valoración por parte de un médico, así como para saber qué puede esperarse durante esa valoración.
Signos de alarma
Cuándo acudir al médico
Las personas con sensación de hinchazón torácica, especialmente si va acompañada de dolor torácico, deben acudir al médico de inmediato, ya que puede ser un signo de enfermedad cardíaca. Si presentan cualquier síntoma relacionado con los gases además de otros signos de alarma, molestias abdominales o diarrea, deben acudir al médico en el plazo máximo de 1 semana aproximadamente. Las personas que no presentan ninguno de estos síntomas o signos deben acudir al médico en algún momento, pero no es urgente.
Actuación del médico
En primer lugar, el médico pregunta acerca de los síntomas del paciente y su historial médico. A continuación, realiza una exploración física. Los antecedentes clínicos y la exploración física a menudo sugieren la causa de los síntomas y las pruebas que pueden ser necesarias (ver Algunas causas y características del malestar debido a los gases).
En caso de eructos excesivos, las preguntas de la anamnesis se centran en encontrar la causa de la ingestión de aire, en especial las causas alimentarias. Cuando hay exceso de gases, el médico busca causas alimentarias y también síntomas de malabsorción (como diarrea y/o heces con contenido graso y malolientes).
Cuando la persona refiere malestar a causa de los gases, el médico necesita establecer la relación entre los síntomas y las comidas (tanto la periodicidad con que se realizan como el tipo de alimentos que se ingieren y su cantidad) y las deposiciones. El médico pregunta acerca de los cambios en la frecuencia, el color y la consistencia de las heces. También es necesario saber si la persona ha perdido peso.
Cuando hay hinchazón o flatos, la exploración física se centra en la búsqueda de signos de un trastorno orgánico subyacente (como un cáncer de ovarios). El médico realiza una exploración abdominal, rectal y pélvica (en las mujeres).
Algunas causas y características del malestar debido a los gases
Causa |
Características comunes* |
Pruebas† |
Eructos |
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Deglución de aire |
Personas que tragan aire de forma consciente o inconsciente A veces en personas que fuman o mascan chicle en exceso A veces en personas que sufren reflujo esofágico o llevan prótesis dentales mal ajustadas |
Exploración por un médico |
Gas de bebidas carbonatadas |
El consumo de bebidas con gas suele ser evidente en los antecedentes personales |
Exploración por un médico |
Distensión o hinchazón |
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Deglución de aire |
Véase Eructación, arriba |
Exploración por un médico |
Dolor abdominal relacionado con la defecación, asociado con un cambio en la frecuencia de las deposiciones, su consistencia o ambos factores No hay signos de alarma Por lo general comienza durante la adolescencia y los 20 años |
Exploración por un médico Examen de las heces Análisis de sangre |
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Vaciamiento gástrico insuficiente (gastroparesia), por lo general debido a otros trastornos como diabetes, enfermedades del tejido conjuntivo o trastornos neurológicos |
Náuseas, dolor abdominal y en ocasiones vómitos Plenitud precoz (saciedad) A veces en personas con una enfermedad conocida que lo causa En algunas ocasiones, en personas que toman fármacos con efectos anticolinérgicos |
Endoscopia digestiva alta‡ y/o gammagrafía para valorar el vaciamiento gástrico Si se sospecha que el fármaco puede ser la causa, suspender el tratamiento con dicho medicamento para ver si desaparecen los síntomas |
Síntomas de larga evolución, en especial en mujeres jóvenes En personas delgadas pero muy preocupadas por el exceso de peso corporal |
Exploración por un médico |
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Estreñimiento crónico |
Antecedentes de evacuaciones difíciles y poco frecuentes |
Exploración por un médico |
Cáncer (muy poco frecuente) de ovario o de intestino grueso |
Hinchazón persistente de nueva aparición en personas de mediana edad o mayores Para cáncer de colon, a veces sangre en las heces (que puede ser visible o detectada durante la exploración clínica) |
Si se sospecha cáncer de ovario, ecografía de la pelvis Si se sospecha cáncer de colon, colonoscopia |
Evacuación de gases (flatulencia) |
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Alimentos como alubias, productos lácteos, verduras (como la cebolla, el apio, las zanahorias o las coles de Bruselas), frutas (como las pasas, los plátanos, los albaricoques y los dátiles, o el zumo de manzana, de pera o de ciruela), los alimentos que contienen fructosa (como los refrescos de cola, la miel o las nueces), las ciruelas pasas, los gofres y el sirope de arce, así como los hidratos de carbono complejos (como las galletas saladas, los bagels o el germen de trigo) |
Síntomas que aparecen sobre todo cuando se consumen alimentos que pueden producir gases |
Exploración por un médico Eliminación de los alimentos sospechosos de la dieta para ver si los síntomas desaparecen |
Distensión abdominal, cólicos y diarrea después de consumir productos lácteos |
Prueba del aliento para detectar hidrógeno, que indica que hay alimentos que no se han digerido |
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Heces de color claro, blandas, voluminosas e inusualmente malolientes que pueden tener un aspecto aceitoso Debilidad, pérdida de apetito y diarrea A menudo comienza en la infancia |
Análisis de sangre para detectar los anticuerpos que se producen cuando las personas con enfermedad celíaca ingieren alimentos que contienen gluten, y biopsia de la parte alta del intestino delgado |
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Heces de color claro, blandas, voluminosas e inusualmente malolientes que pueden tener un aspecto aceitoso Náuseas, pérdida de apetito, diarrea, cólicos abdominales y pérdida de peso |
Análisis de sangre y biopsia del intestino delgado |
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*Las características incluyen los síntomas y los resultados del examen realizado por el médico. Las características que se mencionan son habituales, pero no siempre están presentes. |
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†Generalmente, a todas las mujeres en edad fértil se les realiza una prueba de embarazo en orina. |
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‡La endoscopia digestiva alta es una exploración del esófago, el estómago y la primera porción del intestino delgado (duodeno), que se lleva a cabo mediante un tubo flexible denominado endoscopio. |
Pruebas complementarias
El médico no suele indicar la realización de pruebas en las personas que presentan malestar por gases, a menos que tengan otros síntomas que sugieran un trastorno específico (ver Algunas causas y características del malestar debido a los gases). Por ejemplo, si también presentan diarrea pueden necesitar pruebas para descartar un síndrome de malabsorción.
Una excepción son las personas de mediana edad o ancianas que desarrollan hinchazón o distensión persistente, en particular si no han tenido síntomas del aparato digestivo en el pasado. En estos casos pueden indicarse pruebas para el cáncer de ovarios y/o colon.
Tratamiento
El médico tranquiliza a la persona que tiene hinchazón crónica o flatos explicándole que estos síntomas no están causados por otra enfermedad y que no son perjudiciales para su salud.
La hinchazón y los eructos son difíciles de aliviar, ya que por lo general tienen su origen en la ingestión de aire de forma inconsciente o en una mayor sensibilidad a las cantidades normales de gases. Si el problema principal son los eructos, es beneficioso reducir el aire que se traga, cosa que no es fácil porque suele ser un acto inconsciente. También es conveniente evitar mascar chicle, y comer más despacio y en un ambiente relajado. En algunas personas también es beneficioso abstenerse de tomar bebidas con gas. El médico también puede recomendar que se trate de minimizar la ingestión de aire respirando con la boca abierta y desde el diafragma, y controlar totalmente cualquier trastorno asociado de la parte alta del tubo digestivo (como una úlcera péptica).
Las personas que tienen flatulencia excesiva deben evitar los alimentos que pueden causarla. Por lo general, hay que eliminar de la dieta un único alimento o grupo de alimentos a la vez. Por tanto, se puede empezar por eliminar alimentos que contienen hidratos de carbono difíciles de digerir (como alubias y col), después la leche y los productos lácteos, luego las frutas frescas y posteriormente ciertas verduras y otros alimentos. Se pueden añadir suplementos de fibra alimentaria a la dieta (como el salvado y las semillas de ispágula) para tratar de aumentar el tránsito a través del intestino grueso. Sin embargo, la fibra adicional puede empeorar los síntomas en algunas personas.
Tratamiento farmacológico
Los fármacos no proporcionan demasiado alivio. Algunos médicos prueban con fármacos anticolinérgicos (como el betanecol) y simeticona, que está presente en algunos antiácidos y también se comercializa sola. Sin embargo, hay poca evidencia científica de que estos fármacos sean eficaces.
Los comprimidos de carbón activado pueden ser eficaces para reducir el flato y su olor desagradable. Sin embargo, el carbón tiñe la boca y la ropa. También se comercializa ropa interior forrada de carbón activado.
Los probióticos, unas bacterias que se encuentran de forma natural en el organismo y que favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas, pueden reducir la hinchazón y la flatulencia mediante el crecimiento de bacterias intestinales normales en algunos afectados.
En algunos casos de dispepsia y plenitud abdominal después de comer puede ser beneficioso el tratamiento con antiácidos, con una dosis baja de antidepresivos (como nortriptilina) o ambos para reducir los síntomas de un intestino hipersensible.