Trastornos por el uso de sustancias

(Adicción; Uso indebido de sustancias)

PorMashal Khan, MD, NewYork-Presbyterian Hospital
Revisado porMark Zimmerman, MD, South County Psychiatry
Revisado/Modificado Modificado ago 2025
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Datos clave

Los trastornos por el consumo de sustancias generalmente implican patrones de comportamiento en los que las personas continúan consumiendo una sustancia (por ejemplo, una droga ilícita) a pesar de experimentar problemas derivados de ello.

Las sustancias involucradas tienden a ser miembros de las 10 clases de fármacos que típicamente causan trastornos relacionados con sustancias.

Tabla

Las manifestaciones y el tratamiento específicos de la intoxicación y abstinencia varían según la sustancia o la categoría de sustancia.

El término "trastorno por consumo de sustancias" es más preciso, claramente definido y tiene menos connotaciones negativas que "adicción", "abuso" o "dependencia".

El uso de drogas ilegales, aunque problemático desde el punto de vista legal, no siempre implica un trastorno por uso de sustancias. Por el contrario, sustancias legales, como el alcohol y algunos medicamentos de venta con receta (y la marihuana en un número creciente de estados en los Estados Unidos), pueden provocar un trastorno por uso de sustancias. Los problemas causados por el uso de drogas ilegales y de prescripción afectan a todos los grupos socioeconómicos.

El uso de drogas ha existido de una forma u otra durante siglos. Las personas han consumido drogas por distintas razones, entre las que se incluyen las siguientes:

  • Para alterar o mejorar el estado de ánimo

  • Como componente de ceremonias religiosas

  • Para alcanzar la iluminación espiritual

  • Para mejorar el rendimiento

Las personas que consumen drogas ilegales pueden hacerlo de forma ocasional y en dosis relativamente bajas sin que a menudo ello les provoque ningún daño. Es decir, los consumidores no desarrollan síndrome de abstinencia, y la droga no les perjudica físicamente (al menos a corto plazo). Los fármacos que suelen considerarse recreativos incluyen el opio, el alcohol, la nicotina, la marihuana, la cafeína, , y la droga no les perjudica físicamente (al menos a corto plazo). Los fármacos que suelen considerarse recreativos incluyen el opio, el alcohol, la nicotina, la marihuana, la cafeína,setas alucinógenas (véase también Envenenamiento por setas [seta venenosa]) y cocaína. Muchas drogas recreativas se consideran "naturales", debido a su origen vegetal. Contienen una mezcla de ingredientes psicoactivos a concentraciones bajas en lugar de un compuesto psicoactivo aislado más concentrado.

Las drogas recreativas se pueden tomar por vía oral, inhalar o inyectar.

Efectos fisiológicos del consumo de sustancias

Todas estas sustancias activan directamente el sistema de recompensa del cerebro y producen una sensación de placer. La activación puede ser tan fuerte que la persona anhela intensamente la sustancia. Puede incluso descuidar sus actividades normales para obtener y consumir la droga. Estas sustancias también tienen efectos fisiológicos directos, como

  • Intoxicación

  • Abstinencia

  • Trastornos mentales inducidos por sustancias

Intoxicación

El término intoxicación hace referencia a los efectos inmediatos y transitorios de una droga en concreto. La intoxicación altera la función y el juicio mental de la persona y puede modificar su estado de ánimo. Dependiendo de la droga, la persona puede sentir excitación, un sentimiento exagerado de bienestar (o euforia), o bien encontrarse más calmada, relajada y somnolienta de lo habitual.

Muchas drogas afectan a determinadas funciones físicas y a la coordinación, lo que puede dar lugar a caídas accidentales y colisiones de vehículos. Algunas drogas desencadenan comportamientos agresivos, lo que ocasiona peleas. Cuanto mayor es la cantidad de droga consumida (sobredosis), más evidentes resultan los efectos adversos, que en ocasiones conllevan complicaciones graves y riesgo de muerte.

El término tolerancia significa que la persona necesita cada vez una mayor cantidad de la droga para sentir los efectos que al principio le producía una cantidad menor. Se puede desarrollar una tolerancia enorme a drogas como los opioides y el alcohol.

Abstinencia

La abstinencia se refiere a los síntomas que se desarrollan cuando se deja de tomar una sustancia o se toma una dosis mucho menor de la que se tomaba habitualmente. La abstinencia causa varios síntomas desagradables que varían dependiendo de cuál sea la sustancia utilizada. La abstinencia a algunas drogas (como el alcohol o los barbitúricos) puede ser grave e incluso constituir una amenaza para la vida. La mayoría de las personas que experimentan abstinencia saben que el hecho de tomar una cantidad de la sustancia va a reducir sus síntomas.

Si se produce o no abstinencia depende solo de la sustancia y de durante cuánto tiempo se ha estado utilizando, no de si la persona presenta un trastorno por uso de sustancias, de si el uso de la sustancia es recreativo o no, o de si la sustancia es ilegal. Algunos medicamentos recetados, particularmente los opioides, sedantes y estimulantes, pueden dar lugar a síntomas de abstinencia incluso cuando se toman según lo prescrito, por razones médicas legítimas y durante períodos de tiempo relativamente cortos (menos de 1 semana en el caso de los opioides).

De las personas que sufren síntomas de abstinencia antes se decía que presentaban dependencia física de la sustancia. Sin embargo, la palabra "dependencia" tiene connotaciones negativas que sugieren el uso ilícito de drogas, por lo que los médicos prefieren evitar esta terminología.

Causas de los trastornos por uso de sustancias

Las personas suelen empezar a consumir drogas por un deseo de experimentar con ellas; luego pasan a consumirlas de manera ocasional, y finalmente acaban por usarlas de modo intensivo y desarrollando en ocasiones un trastorno por uso de sustancias. Esta progresión resulta compleja y se conoce sólo en parte. El proceso depende de las interacciones entre la sustancia, el usuario y el entorno.

Sustancia

Las sustancias de las 10 clases que hemos mencionado antes tienen diferente capacidad para provocar un trastorno por uso de sustancias. El potencial de mal uso de estos medicamentos depende de una combinación de factores, incluyendo los siguientes:

  • Cómo se utiliza la sustancia

  • La intensidad con que la sustancia estimula la vía de recompensa del cerebro

  • La velocidad de actuación de la sustancia

  • La capacidad de la sustancia para inducir tolerancia y/o síntomas de abstinencia

Además, las sustancias que se encuentran legalmente y/o fácilmente disponibles, tales como el alcohol y el tabaco, tienen más probabilidades de ser utilizadas por primera vez. A medida que las personas siguen utilizando una sustancia, a menudo ven menos riesgo en su uso y pueden comenzar a aumentar su uso y/o experimentar con otras sustancias. La percepción de riesgo que tienen las personas también puede estar influida por las consecuencias sociales y legales del uso de la sustancia.

Durante el tratamiento de una enfermedad médica o después de procedimientos quirúrgicos o dentales, se recetan opioides de manera rutinaria a muchas personas. Si estas no utilizan la totalidad de la dosis recetada, los medicamentos a veces terminan en manos de personas que deseen hacer uso de ellos de forma recreativa. Debido a que el uso de estas drogas para fines no médicos se ha convertido en un problema importante, muchos profesionales de la salud han tomado las siguientes medidas

  • Recomendar el uso o recetar medicamentos para aliviar el dolor no adictivos (por ejemplo, paracetamol, antiinflamatorios no esteroideos) cuando sea apropiado.Recomendar el uso o recetar medicamentos para aliviar el dolor no adictivos (por ejemplo, paracetamol, antiinflamatorios no esteroideos) cuando sea apropiado.

  • Prescripción de dosis más bajas de fármacos opioides

  • Animar a sus pacientes a conservar estos medicamentos de forma segura, así como a deshacerse de las cantidades sobrantes siguiendo también métodos seguros.

  • Desarrollo de programas de devolución de medicamentos recetados

Usuario

Los factores propios de los usuarios que pueden predisponer a sufrir un trastorno por abuso de sustancias son

  • Características psicológicas

  • Circunstancias y trastornos que presenten

Las características psicológicas no son claramente un factor importante, aunque las personas con niveles bajos de autocontrol (impulsividad) o con altos niveles de comportamientos de toma de riesgos y búsqueda de novedades pueden tener un mayor riesgo de desarrollar un trastorno por uso de sustancias. Sin embargo, existen pocas evidencias científicas que apoyen el concepto de personalidad adictiva que han descrito algunos especialistas de la conducta.

Una serie de circunstancias y trastornos coexistentes parece aumentar el riesgo de un trastorno por uso de sustancias. Por ejemplo,

  • Las personas que están tristes, sufren angustia emocional, se encuentran socialmente aisladas o tienen vínculos emocionales inseguros pueden encontrar un alivio temporal en el consumo de drogas, lo cual las puede conducir a un aumento de su consumo y, a veces, a un trastorno por consumo de sustancias.

  • Las personas con otros trastornos mentales no relacionados, como ansiedad, depresión, esquizofrenia, trastorno por déficit de atención y trastornos de la personalidad, tienen un mayor riesgo de desarrollar un trastorno por uso de sustancias. (Las personas que tienen tanto un trastorno de salud mental como un trastorno por consumo de sustancias se dice que tienen un "diagnóstico dual".)

  • Las personas con dolor crónico a menudo requieren fármacos opioides para aliviar su sufrimiento. Algunas de ellas desarrollan con el tiempo un trastorno por uso de sustancias.

Sin embargo, en muchos de estos pacientes, los fármacos no opioides y otros tratamientos no alivian adecuadamente el dolor y el sufrimiento.

El trastorno por uso de sustancias tiene probablemente muchas causas, algunas de las cuales son genéticas y otras son epigenéticas (efectos de los comportamientos y del ambiente que se transmiten con los genes). La investigación sobre anomalías genéticas específicas varía según la sustancia específica. Los investigadores han encontrado pocas diferencias bioquímicas o metabólicas entre las personas que desarrollan un trastorno por consumo de sustancias y las que no lo desarrollan.

Entorno

Los factores culturales y sociales son muy importantes en el inicio y la continuación (o la recidiva) del consumo de sustancias. El hecho de que miembros de la familia (por ejemplo, padres, hermanos mayores) o amigos consuman drogas aumenta el riesgo de que una persona se inicie también en su uso. Los compañeros representan una influencia particularmente poderosa entre los adolescentes (véase Uso de sustancias en adolescentes). A las personas que están tratando de dejar de usar una sustancia les resulta mucho más difícil hacerlo si están rodeados de otras personas que también consumen.

Los médicos pueden contribuir de forma inadvertida al uso nocivo de los fármacos psicoactivos por una prescripción demasiado laxa de estas sustancias para aliviar el estrés. Son muchos los factores sociales, incluyendo los medios de comunicación, que contribuyen a las expectativas sobre la utilización de fármacos y sustancias para aliviar cualquier sentimiento de angustia.

Diagnóstico de trastornos por uso de sustancias

  • Evaluación médica

  • A veces, análisis de sangre, orina o cabello

A veces, se diagnostica un trastorno por uso de sustancias cuando la persona acude a un profesional sanitario porque quiere ayuda para interrumpir el consumo de la sustancia. Otras personas tratan de ocultar su consumo de drogas o no reconocen que se trata de un problema. Los médicos, familiares, amigos o compañeros de trabajo pueden sospechar problemas con el consumo de drogas solo cuando notan cambios en el estado de ánimo o el comportamiento de una persona. A veces los médicos descubren signos de consumo de sustancias durante un examen físico o un análisis de sangre de rutina. Por ejemplo, se pueden descubrir marcas en la piel causadas por la inyección repetida de drogas por vía intravenosa. Las «venas quemadas» son líneas de pequeños puntos oscuros (punciones de aguja) rodeadas de un área de piel más oscura o blanquecina. La inyección subcutánea de las drogas causa úlceras o cicatrices circulares. Las personas afectadas pueden alegar otras razones para las marcas, como frecuentes donaciones de sangre, picaduras de insectos u otras lesiones. O pueden encontrar signos físicos o resultados de análisis de sangre que muestren daño hepático por el consumo excesivo de alcohol. Algunas personas enferman gravemente por consumir demasiada droga (sobredosis) o tienen efectos por consumirla (toxicidad) o dejar de tomarla (abstinencia) y necesitan atención de emergencia.

Los profesionales de la salud también pueden emplear otros métodos (como cuestionarios) para identificar un trastorno por uso de sustancias. En determinadas circunstancias se pueden solicitar análisis de orina y, a veces, de sangre o pruebas en el cabello, para comprobar la presencia de drogas.

Criterios para el diagnóstico

Los trastornos por consumo de sustancias se diagnostican utilizando criterios diagnósticos psiquiátricos estándar, que se dividen en 4 categorías. Las personas que presentan 2 o más de estos criterios en un período de 12 meses se considera que sufren un trastorno por uso de sustancias:

  • la persona afectada no puede controlar su uso de la sustancia.

  • La capacidad de la persona para cumplir con sus obligaciones sociales se ve comprometida por el uso de la sustancia.

  • La persona utiliza la sustancia en situaciones en que hacerlo supone un peligro físico.

  • La persona muestra signos físicos del uso de la sustancia y/o dependencia de la misma.

Incapacidad para controlar el uso de la sustancia

  • La persona toma la sustancia en dosis mayores o por más tiempo de lo previsto inicialmente.

  • La persona desea interrumpir o reducir el uso de la sustancia.

  • La persona dedica mucho tiempo a obtener y usar la sustancia, así como a recuperarse de sus efectos.

  • La persona anhela la sustancia.

Deterioro social

  • La persona afectada no cumple con sus obligaciones en el trabajo, la escuela o el hogar.

  • Continúa consumiendo la sustancia a pesar de que el hecho de hacerlo le acarrea (o empeora) problemas sociales o interpersonales.

  • El afectado abandona o reduce su participación en actividades sociales, laborales o recreativas importantes debido al uso de sustancias.

Uso de riesgo

  • La persona afectada utiliza la sustancia en situaciones físicamente peligrosas (por ejemplo, al conducir o en circunstancias sociales peligrosas).

  • El afectado continúa consumiendo la sustancia a pesar de saber que está empeorando un problema médico o psicológico.

Síntomas físicos

  • Tolerancia: la persona afectada tiene que utilizar cada vez más sustancia para sentir el efecto deseado.

  • Abstinencia: cuando el afectado interrumpe el consumo de la sustancia o cuando los efectos son contrarrestados por otra sustancia, aparecen efectos físicos desagradables.

Tenga en cuenta que algunos medicamentos, especialmente los opioides, sedantes/hipnóticos, y estimulantes, pueden dar lugar a tolerancia y/o síntomas de abstinencia incluso cuando se toman según lo prescrito, por razones médicas legítimas y por períodos relativamente breves (menos de 1 semana en el caso de los opioides). Los síntomas de abstinencia que se desarrollan tras el uso médico apropiado no justifican el diagnóstico de un trastorno por uso de sustancias. Por ejemplo, cuando las personas que padecen dolor intenso debido a un cáncer avanzado se hacen dependientes (psicológica y físicamente) de un opioide como la morfina, los síntomas de abstinencia que presentan no se consideran una evidencia de un trastorno por uso de sustancias.Tenga en cuenta que algunos medicamentos, especialmente los opioides, sedantes/hipnóticos, y estimulantes, pueden dar lugar a tolerancia y/o síntomas de abstinencia incluso cuando se toman según lo prescrito, por razones médicas legítimas y por períodos relativamente breves (menos de 1 semana en el caso de los opioides). Los síntomas de abstinencia que se desarrollan tras el uso médico apropiado no justifican el diagnóstico de un trastorno por uso de sustancias. Por ejemplo, cuando las personas que padecen dolor intenso debido a un cáncer avanzado se hacen dependientes (psicológica y físicamente) de un opioide como la morfina, los síntomas de abstinencia que presentan no se consideran una evidencia de un trastorno por uso de sustancias.

La gravedad del trastorno por uso de sustancias viene determinada por el número de criterios que se cumplen:

  • Leve: 2 o 3 criterios

  • Moderado: 4 o 5 criterios

  • Grave: 6 criterios

Tratamiento de los trastornos por uso de sustancias

  • Varía en función de la sustancia y las circunstancias.

El tratamiento específico depende de la droga consumida, pero generalmente consiste en asesoramiento y a veces requiere la utilización de otras sustancias. El apoyo de la familia y de los grupos de ayuda contribuye a mantener el compromiso de la persona en la interrupción del consumo.

Los trastornos por consumo de sustancias se han generalizado y han dado lugar a un número creciente de muertes. Como respuesta a esta creciente epidemia, muchas organizaciones han establecido programas de reducción de daños para proporcionar educación, asesoramiento y derivación para el tratamiento. Su objetivo es reducir los contagios debidos al uso de las drogas en los que no pueden dejar de consumirlas. Algunos proporcionan líneas telefónicas de ayuda nacionales.

El hecho de compartir agujas es una causa frecuente de infección por VIH, hepatitis y otras infecciones, por lo que algunos programas de reducción de daños proporcionan agujas y jeringas limpias para que los usuarios no reutilicen las agujas. Esta estrategia ayuda a reducir la transmisión (y los costes a la sociedad) de estas infecciones.

Cribado

El cribado rutinario para trastornos por consumo de sustancias debe integrarse en las visitas regulares de mantenimiento de la salud, en lugar de ser impulsado solo por las preocupaciones de los médicos. Un enfoque basado en el cribado puede permitir a los médicos detectar los trastornos por consumo de sustancias de forma temprana e intervenir de manera efectiva, sin estigmatizar a las personas o incitarlas a ocultar su consumo de sustancias mientras sus trastornos empeoran.

Durante un cribado rutinario efectivo, el médico pregunta sobre el consumo de la persona de categorías comunes de sustancias, incluyendo alcohol, tabaco/nicotina, cannabis, medicamentos recetados y drogas ilícitas. El médico puede utilizar herramientas de evaluación formal o simplemente formular una sola pregunta (por ejemplo, “¿Cuántas veces a lo largo del último año ha consumido una droga ilegal o ha consumido un medicamento recetado por razones no médicas?”).Durante un cribado rutinario efectivo, el médico pregunta sobre el consumo de la persona de categorías comunes de sustancias, incluyendo alcohol, tabaco/nicotina, cannabis, medicamentos recetados y drogas ilícitas. El médico puede utilizar herramientas de evaluación formal o simplemente formular una sola pregunta (por ejemplo, “¿Cuántas veces a lo largo del último año ha consumido una droga ilegal o ha consumido un medicamento recetado por razones no médicas?”).

Si las preguntas de cribado generan preocupación por un trastorno por consumo de sustancias u otros problemas relacionados con el consumo de sustancias, el médico determinará la gravedad del trastorno por consumo, qué impacto tiene en la capacidad de la persona para funcionar y cualquier condición de salud mental relacionada que la persona pueda sufrir. Cuando sea apropiado, el médico proporcionará una derivación para atención especializada.

Prevención

Algunos trastornos por consumo de sustancias pueden prevenirse mediante la identificación temprana y el control de los factores de riesgo. El cribado rutinario y las estrategias protectoras apropiadas para la edad son medidas importantes que el médico puede utilizar, particularmente durante la adolescencia, cuando es más probable que comience el consumo de sustancias y la vulnerabilidad neurobiológica de la persona a la adicción está aumentada.

Después de evaluar los factores de riesgo conocidos, incluidos los antecedentes familiares de trastornos por consumo de sustancias, la exposición de la persona al trauma, la presencia de otras condiciones de salud mental y los problemas de comportamiento tempranos, los médicos consideran intervenciones preventivas como la psicoeducación, el desarrollo de habilidades cognitivas y conductuales y el apoyo basado en la familia.

Los pacientes y las familias también deben ser educados sobre los riesgos de sobredosis, especialmente cuando se recetan opioides, y se les debe administrar o recetar naloxona (por ejemplo, naloxona intranasal/Narcan) si corren un riesgo elevado de sobredosis o sufren un trastorno por consumo de sustancias.Los pacientes y las familias también deben ser educados sobre los riesgos de sobredosis, especialmente cuando se recetan opioides, y se les debe administrar o recetar naloxona (por ejemplo, naloxona intranasal/Narcan) si corren un riesgo elevado de sobredosis o sufren un trastorno por consumo de sustancias.

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