Edad y salud: pérdida de piezas dentales

Hace apenas una generación, la mayoría de las personas anticipaban llegar a la vejez con dientes postizos o sin dientes. Esta expectativa ha cambiado mucho durante las últimas décadas. Aunque casi el 50% de las personas mayores de 85 años no conservan sus dientes naturales, la probabilidad de pérdida dental por envejecimiento es cada vez menor. Hay varias razones para este cambio: mejor nutrición, un mejor acceso a la atención dental y mejores tratamientos para la caries dental y la enfermedad periodontal.

Cuando se pierden los dientes, masticar resulta mucho más difícil, y hablar se convierte en un reto. El rostro se ve radicalmente diferente sin el apoyo que los dientes representan normalmente para los labios, las mejillas, la nariz y la barbilla.

Las personas que han perdido parte o la totalidad de sus dientes todavía pueden comer, pero tienden a comer alimentos blandos, que suelen ser relativamente altos en carbohidratos y bajos en proteínas, vitaminas y minerales. Los alimentos ricos en proteínas, vitaminas y minerales, tales como carnes, aves de corral, cereales, frutas frescas y hortalizas, suelen ser más difíciles de masticar. En consecuencia, las personas mayores que comen principalmente alimentos blandos pueden llegar a sufrir desnutrición.