Alergias a medicamentos

PorDaphne E. Smith Marsh, PharmD, BC-ADM, CDCES, University of Illinois at Chicago College of Pharmacy
Revisado/Modificado mar. 2023
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Es frecuente la confusión entre las reacciones adversas a los fármacos y las alergias. Por ejemplo, las personas que tienen molestias estomacales después de tomar ácido acetilsalicílico (una de las reacciones adversas más frecuentes) suelen decir que son «alérgicas» a la aspirina (ácido acetilsalicílico). Pero no se trata de una verdadera reacción alérgica. Las auténticas reacciones alérgicas implican la activación del sistema inmunitario por el fármaco (véase Introducción a las reacciones alérgicas). El consumo de aspirina (ácido acetilsalicílico) puede causar molestias estomacales porque este fármaco interfiere en la barrera natural de defensa del estómago contra el ácido.

Las reacciones alérgicas (en general hipersensibilidad) a las drogas (incluidos los medicamentos) son relativamente poco comunes. En comparación con otras clases de reacciones adversas, el número y la gravedad de las reacciones alérgicas no suelen estar relacionados con la cantidad de fármaco consumida. Incluso una pequeña cantidad puede desencadenar una reacción grave en las personas que tienen alergia a un fármaco en particular (véase Reacciones alérgicas: introducción). Las reacciones son variables, desde leves y simplemente molestas hasta reacciones graves potencialmente mortales. Algunos ejemplos son

  • Sarpullidos y picores

  • Fiebre

  • Constricción de las vías respiratorias y sibilancias

  • Inflamación de ciertos tejidos (como la laringe y la abertura entre las cuerdas vocales que se cierra para interrumpir el flujo de aire hacia los pulmones [la glotis]), lo que dificulta la respiración

  • Reducción considerable de la presión arterial alcanzando, en ocasiones, niveles peligrosamente bajos

Otros tipos de reacciones alérgicas a los fármacos son incluso menos frecuentes que las reacciones de hipersensibilidad. Por lo general, tienden a durar más tiempo y tardan días o semanas en desarrollarse. Estas reacciones afectan diferentes tipos de anticuerpos que reaccionan ante un fármaco y atacan diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, pueden alterar a los glóbulos rojos y provocar anemia o bien producir inflamación que puede afectar la piel, las articulaciones o los riñones.

Las alergias a un fármaco son impredecibles, ya que las reacciones se presentan después de que la persona haya estado expuesta una o varias veces a él (ya sea administrado por vía tópica, oral o intravenosa) sin que se haya observado ninguna reacción alérgica. Una reacción leve puede tratarse con un antihistamínico. Una reacción anafiláctica grave o potencialmente mortal puede requerir una inyección de epinefrina (preparación farmacéutica de epinefrina [adrenalina]) o de corticoesteroides como la hidrocortisona.

Antes de prescribir un nuevo fármaco, el médico suele preguntar si se tiene alguna alergia farmacológica conocida. Las personas que han padecido reacciones alérgicas graves deben llevar un collar o una pulsera de alerta médica donde figuren inscritas sus alergias a fármacos. Esta información (por ejemplo, alergia a la penicilina) puede poner sobre aviso a los médicos y al personal paramédico en caso de que la persona tenga que ser atendida de urgencia.

Más información

Los siguientes son recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.

  1. American Association of Poison Control Centers: acceso a la información sobre una variedad de sustancias tóxicas, una línea de ayuda de emergencia (1-800-222-1222) y consejos sobre prevención.

  2. FDA Adverse Event Reporting System (FAERS): acceso a preguntas y respuestas sobre el sistema de notificación de eventos adversos de la FDA (FAERS, por sus siglas en inglés).

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