El amianto es una familia de silicatos naturales cuyas propiedades estructurales y de resistencia al calor lo hace útil para su inclusión en los materiales de construcción y de la construcción naval, frenos de automóvil y algunos productos textiles. El asbesto está presente naturalmente en niveles bajos en el aire, el agua y el suelo; este bajo nivel de exposición ambiental no contribuye significativamente a la enfermedad humana. El crisotilo (una fibra serpentina), la crocidolita y la amosita (anfíboles o fibras rectas) son los 3 tipos principales de amianto que causan enfermedad. La fibra de crisotilo representa el 99% del asbesto utilizado en todo el mundo. Las fibras de anfíboles representan el 1% y se encuentran principalmente en minas de vermiculita.
El amianto puede afectar los pulmones y/o la pleura.
Los trastornos relacionados con el amianto son causados por la inhalación de fibras de amianto. Los trastornos incluyen
Formación de placa pleural no maligna y engrosamiento
Derrame pleural benigno por amianto
Las placas y la fibrosis relacionadas con el amianto son los hallazgos radiológicos más frecuentes y representan > 90% de los hallazgos pleurales relacionados con el asbesto. La asbestosis y el mesotelioma causan disnea progresiva, y también placas y derrames extensos.
(Véase también Generalidades sobre las enfermedades pulmonares medioambientales).
