Lesión renal aguda

(Lesión renal aguda; Insuficiencia renal aguda)

PorAnna Malkina, MD, University of California, San Francisco
Revisado/Modificado oct. 2023
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Datos clave

La lesión renal aguda es una disminución rápida (a lo largo de días o semanas) de la capacidad de los riñones para filtrar los residuos metabólicos presentes en la sangre.

  • Las causas incluyen los trastornos que disminuyen el flujo de sangre a los riñones, dañan los riñones en sí o bloquean el drenaje de orina desde estos.

  • Los síntomas son, entre otros, hinchazón, náuseas, cansancio, picor, dificultad respiratoria y síntomas de la enfermedad que ha provocado la lesión renal aguda.

  • Las complicaciones serias incluyen insuficiencia cardíaca y niveles elevados de potasio en sangre.

  • El diagnóstico se lleva a cabo a partir de análisis de sangre y orina, y generalmente con pruebas de diagnóstico por la imagen.

  • El tratamiento consiste en corregir la causa de la lesión renal aguda y, en algunos casos, someterse a diálisis.

(Véase también Introducción a la insuficiencia renal.)

La lesión renal aguda puede aparecer como consecuencia de cualquier afección o sustancia tóxica (también denominadas toxinas) que disminuya el aporte de sangre a los riñones o que obstruya el flujo de orina a lo largo de las vías urinarias; así mismo, también puede ser consecuencia de una enfermedad que afecte a los riñones en sí.

En muchas personas, la causa de la lesión renal aguda no puede identificarse.

Si ambos riñones funcionan normalmente, el daño a uno de ellos (por ejemplo, a causa de la obstrucción por un cálculo renal) no suele causar problemas importantes dado que el riñón sano puede compensarlo y por lo general mantener los parámetros funcionales renales cerca de la normalidad. Por lo tanto, a los médicos les puede resultar difícil detectar la lesión renal aguda. Para que una lesión renal aguda cause problemas significativos, por lo general ambos riñones deben estar dañados o funcionar de manera anómala.

Tabla

Síntomas de la lesión renal aguda

Los síntomas dependen de los siguientes factores

  • Gravedad del deterioro de la función renal

  • Tasa de disminución de la función renal

  • Causa del deterioro de la función renal

Los primeros síntomas incluyen

  • La retención de agua provoca aumento de peso e hinchazón de los pies y los tobillos o inflamación de la cara y las manos

  • Disminución de la cantidad de orina

La cantidad de orina (que para la mayoría de los adultos sanos está entre 750 mL y 2 L por día) en general disminuye hasta menos de 500 mL por día o se interrumpe por completo. La disminución importante en la producción de orina se denomina oliguria y el hecho de no producir orina se denomina anuria. Sin embargo, algunas personas con lesión renal aguda continúan produciendo cantidades normales de orina.

Más tarde, cuando la lesión renal aguda persiste y los productos de desecho se acumulan en el cuerpo, las personas pueden experimentar

  • Fatiga

  • Disminución de la capacidad para concentrarse en tareas mentales

  • Inapetencia

  • Náuseas

  • Picazón (prurito) generalizado

Las personas con lesión renal aguda pueden desarrollar síntomas más graves, como dolor torácico, espasmos musculares o incluso convulsiones. Si se acumula líquido en los pulmones, pueden notar falta de aliento o disnea.

La producción de orina color cola puede ser indicativa de diferentes enfermedades renales que dañan los glomérulos, las unidades de filtración del riñón. El color marrón de la orina es debido al paso de sangre a través de las unidades de filtración, y puede ser el primer signo de un trastorno conocido como glomerulonefritis (inflamación de las unidades de filtración). Ejemplos de estos trastornos son la glomerulonefritis postinfecciosa, la enfermedad de la antimembrana basal glomerular, y la nefritis lúpica.

Si la lesión renal aguda está causada por un bloqueo (obstrucción), el reflujo de orina hacia los riñones hace que el sistema de drenaje se dilate (un trastorno denominado hidronefrosis, véase figura Hidronefrosis, distensión del riñón). La obstrucción de las vías urinarias suele causar un dolor sordo y persistente por debajo de las costillas inferiores, pero también puede causar calambres, que oscilan entre leves e insoportables, por lo general a lo largo de los costados (flancos) del cuerpo; Algunas personas con hidronefrosis tienen sangre en la orina por una causa subyacente, como cálculos renales. Si la obstrucción está localizada por debajo de la vejiga, esta se agranda. Si la vejiga aumenta de tamaño rápidamente, es probable que se sienta un dolor intenso y presión en la pelvis, justo por encima del pubis. Si se agranda lentamente, el dolor puede ser mínimo, pero la parte inferior del abdomen puede hincharse a causa de la distensión forzada de la vejiga.

Si la lesión renal aguda aparece durante una hospitalización, la causa suele relacionarse con alguna lesión reciente, una intervención quirúrgica, un fármaco o una dolencia, como puede ser una infección. Pueden predominar los síntomas derivados de la causa de la lesión renal aguda; por ejemplo es posible que, antes de la aparición de los síntomas de insuficiencia renal, aparezcan fiebre alta, hipotensión arterial con riesgo de muerte (choque) y síntomas de insuficiencia cardíaca o insuficiencia hepática, que pueden ser más evidentes y urgentes que los síntomas renales.

Algunos de los trastornos que causan lesión renal aguda también afectan a otras partes del organismo. Por ejemplo, la granulomatosis con poliangitis, que daña los vasos sanguíneos de los riñones, también puede dañar los vasos sanguíneos de los pulmones, causando tos con sangre. Las erupciones cutáneas son características de algunas causas de lesión renal aguda, como la poliangitis microscópica, el lupus eritematoso sistémico (lupus) y la exposición a algunos medicamentos tóxicos.

Diagnóstico de la lesión renal aguda

  • Análisis de sangre y orina

  • Pruebas de diagnóstico por la imagen

¿Sabías que...?

  • Un trastorno debe afectar a ambos riñones para causar insuficiencia renal.

El médico evalúa si la persona tiene una lesión renal aguda y, muy importante, su causa.

Exploración física

Los hallazgos de la exploración física sirven al médico para identificar la causa de la lesión renal aguda. Por ejemplo, una vejiga agrandada puede indicar una obstrucción de las vías urinarias que causa hidronefrosis.

Análisis de sangre

Los análisis que determinan los niveles de creatinina y urea en sangre permiten confirmar el diagnóstico. Un aumento diario progresivo de la creatinina indica lesión renal aguda.

La concentración de creatinina es también el mejor indicador del grado o la gravedad del deterioro de la actividad renal. Con toda probabilidad, cuanto mayor sea la concentración más grave será la disminución de la actividad renal.

Otros análisis de sangre detectan desequilibrios metabólicos que se producen si la disminución de la actividad renal es grave, como un aumento de la acidez en la sangre (acidosis, lo que significa un descenso en la concentración de bicarbonato), elevada concentración de potasio (llamada hipercalemia o hiperpotasiemia), baja concentración de sodio (hiponatremia) y baja concentración decalcio (hipocalcemia), y elevada concentración de fósforo (hiperfosfatemia).

Análisis de orina

Por otro lado, las pruebas de orina, como el análisis de orina y la medición de determinados electrólitos (sodio, potasio, calcio, fosfato), permiten al médico establecer si la causa de la lesión renal aguda es el aporte insuficiente de sangre a los riñones, una lesión renal o una obstrucción urinaria.

Pruebas de diagnóstico por la imagen

Las imágenes de los riñones obtenidas mediante ecografía o tomografía computarizada (TC) permiten, en algunos casos, identificar la hidronefrosis o la dilatación de la vejiga. Las imágenes también muestran el tamaño de los riñones.

Se pueden hacer radiografías de las arterias y las venas que entran y salen del riñón (angiografía) si se sospecha que la causa es la obstrucción de los vasos sanguíneos. Sin embargo, la angiografía se realiza solamente si las otras pruebas no brindan información suficiente, dado que en la angiografía se utiliza un agente de contraste intravenoso que contiene yodo y que expone al riñón a un riesgo de daño adicional.

La angiografía por resonancia magnética (ARM) puede proporcionar información similar a la que ofrece la angiografía. Sin embargo, en la ARM se ha utilizado tradicionalmente el gadolinio, una sustancia que, en personas con insuficiencia renal grave, rara vez causa un trastorno que desencadena la producción de tejido cicatricial en el cuerpo (dermopatía fibrosante nefrogénica). El riesgo de esta afección disminuyó con las nuevas formulaciones de gadolinio, por lo que la angiología por resonancia magnética (ARM) podría ser una buena opción después de consultar con el equipo de atención médica. Si las otras pruebas no revelan la causa de la lesión renal, puede ser necesaria una biopsia para establecer el diagnóstico y realizar un pronóstico.

Tratamiento de la lesión renal aguda

  • Tratamiento de las causas tratables

  • Restringir o ajustar la ingesta de líquidos, electrólitos y dosis de medicamentos eliminados a través de los riñones

  • A veces iniciar la diálisis

Algunas de las complicaciones de la lesión renal aguda son graves e incluso potencialmente mortales. Los pacientes pueden requerir tratamiento en la unidad de cuidados críticos (también denominada unidad de cuidados intensivos [UCI]).

Cualquier causa de lesión renal aguda que pueda ser tratada debe recibir tratamiento lo antes posible. Por ejemplo, si la causa es una obstrucción, se puede necesitar un catéter (un tubo introducido en la vejiga para eliminar la orina), una cistoscopia (procedimiento para observar el interior de la vejiga con una cámara para eliminar la obstrucción) o una intervención quirúrgica para aliviar la obstrucción.

A menudo, los riñones se curan por sí mismos, especialmente si la lesión renal ha durado unos pocos días y no se ha visto complicada por otros problemas médicos, como una infección. Durante este tiempo, se toman medidas para evitar que la disminución de la funcionalidad renal cause problemas graves. Estas medidas pueden incluir lo siguiente:

  • Restringir el uso de ciertos medicamentos que pueden ser perjudiciales para los riñones

  • Restringir los líquidos, el sodio, el fósforo y el potasio en la dieta

  • Mantener una nutrición adecuada

  • Administrar fármacos si las concentraciones de potasio o fosfato en sangre son demasiado altas

  • Inicio de la diálisis

Medidas dietéticas

Usualmente se restringe el consumo de sal (sodio) y potasio. La ingestión de líquidos se limita a reemplazar las cantidades que pierde el organismo, a menos que el líquido sea necesario por el escaso aporte de sangre a los riñones. El peso se mide todos los días porque los cambios en el peso son un buen indicador de si en el organismo hay demasiado líquido o muy poco.

Se proporciona una dieta saludable a las personas cuyo estado les permite comer. Son aceptables cantidades moderadas de proteínas, por lo general 0,8 a 1 g por kg de peso corporal al día. La restricción en el consumo de alimentos ricos en fósforo (como productos lácteos, hígado, legumbres, nueces y la mayoría de las bebidas refrescantes) disminuye la concentración de fosfato en la sangre.

Medicamentos

A veces se administran fármacos que reducen el potasio por vía oral o rectal para tratar una concentración elevada de potasio en sangre. Para prevenir o tratar una concentración elevada de fósforo en la sangre pueden administrarse medicamentos reductores del fósforo (también denominados captadores de fósforo) por vía oral junto con las comidas.

Diálisis

La lesión renal aguda puede prolongarse, y en tal caso es necesario extraer los productos de desecho y el exceso de agua. Los desechos son eliminados mediante diálisis, por lo general hemodiálisis. Si se estima que la pérdida de funcionalidad renal será prolongada o se prevé que los cambios en la alimentación y el tratamiento farmacológico serán ineficaces, se inicia la diálisis. La diálisis ayuda a controlar las complicaciones de la lesión renal aguda. La diálisis puede ser necesaria solo temporalmente, hasta la recuperación de la función renal, que puede tardar varios días o semanas, algunas veces después del alta médica. Si los riñones no se recuperan, la diálisis (hemodiálisis o diálisis peritoneal) se continúa indefinidamente o se intenta un trasplante de riñón.

Tratamiento de la lesión renal aguda causada por obstrucción

En las personas en proceso de recuperación de una lesión renal aguda causada por obstrucción no están restringidos los líquidos. Durante el periodo de recuperación, los riñones no pueden reabsorber el sodio y el agua con normalidad, y durante cierto tiempo después de resolverse la obstrucción puede producirse una gran cantidad de orina. Durante la recuperación, las personas afectadas también necesitan reponer líquidos y electrólitos, como sodio, potasio y magnesio.

Pronóstico de la lesión renal aguda

La lesión renal aguda y sus complicaciones inmediatas, como la retención de agua, las concentraciones elevadas de ácido y de potasio en sangre y un aumento del nivel de nitrógeno ureico en sangre por lo general pueden tratarse con éxito. Habitualmente, el pronóstico es favorable para las personas cuya lesión renal aguda se debe a la disminución del flujo sanguíneo por pérdida de líquidos corporales a causa de hemorragia, vómito o diarrea, es decir, en circunstancias que son reversibles si reciben tratamiento. El pronóstico es peor cuando algunos otros órganos (como el corazón, los pulmones o el hígado) están fallando al mismo tiempo. La duración de la diálisis (por ejemplo, desde unos días hasta toda la vida) depende del estado general de salud y de la salud renal de la persona antes de que se desarrolle una lesión renal aguda.

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