Parotiditis

(Parotiditis epidémica)

PorBrenda L. Tesini, MD, University of Rochester School of Medicine and Dentistry
Revisado/Modificado may. 2023
Vista para pacientes

La parotiditis es una enfermedad viral sistémica aguda contagiosa que suele causar una hipertrofia dolorosa de las glándulas salivales, con mayor frecuencia, las parótidas. Las complicaciones de la infección incluyen orquitis, meningoencefalitis y pancreatitis. El diagnóstico suele basarse en la evaluación clínica y todos los casos deben informarse rápidamente a las autoridades de salud pública. El tratamiento es sintomático. La vacunación resulta eficaz para la prevención.

El virus causante de la parotiditis, un paramixovirus, se disemina a través de gotas respiratorias o de saliva. El virus suele ingresar por la nariz o la boca. Está presente en la saliva hasta 7 días antes de que aparezca el edema de las glándulas salivales, y la transmisibilidad es máxima justo antes del desarrollo de la parotiditis. El virus también se encuentra en la sangre y la orina en cantidades variables y, si está comprometido el sistema nervioso central (SNC), se detecta en el líquido cefalorraquídeo (LCR).

La parotiditis suele conferir inmunidad permanente.

La parotididis es menos contagiosa que el sarampión. Aparece sobre todo en poblaciones no vacunadas, aunque se informaron brotes epidémicos en poblaciones con inmunización exhaustiva. Estos brotes pueden deberse a una combinación de una falla primaria de la vacuna (incapacidad para adquirir inmunidad después de la vacunación) y una disminución de la inmunidad.

En 2006 se observó un resurgimiento de casos de parotiditis en los Estados Unidos, con 6.584 casos que se produjeron sobre todo en adultos jóvenes previamente vacunados. Desde entonces, los brotes esporádicos, sobre todo en los campus universitarios y en otras comunidades cerradas, han contribuido a que los casos fluctúen de un valor bajo de 229 en 2012 a otro aumento de 6369 en 2016. En 2022, se informaron 322 casos (véase Centers for Disease Control and Prevention's [CDC] Mumps Cases and Outbreaks).

Al igual que con el sarampión, los casos de parotiditis pueden ser importados y luego conducir a la transmisión comunitaria. Esta propagación es especialmente probable en entornos con muchas personas (p. ej., campus universitarios) o en personas en comunidades cerradas en condiciones de hacinamiento.

La incidencia máxima de parotiditis se ve a fines del invierno y principios de la primavera.

La enfermedad puede presentarse a cualquier edad, pero es inusual en niños < 2 años, en particular en los < 1 año. Alrededor del 25-30% de los casos son asintomáticos.

Signos y síntomas de las paperas

Después de un período de incubación de entre 12 y 24 días, la mayoría de los pacientes presenta cefalea, anorexia, malestar general y febrícula o fiebre moderada. Las glándulas salivales se inflaman entre 12 y 24 horas más tarde, con fiebre de hasta 39,5 a 40° C. La fiebre persiste durante 24 a 72 horas.

La hipertrofia glandular es máxima hacia el segundo día y dura entre 5 y 7 días. Las glándulas comprometidas resultan en extremo dolorosas durante el período febril.

Parotiditis
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Esta imagen muestra un niño con edema de la parótida del lado derecho debido a paperas, que afecta la visualización del ángulo de la mandíbula. La parotiditis también causa característicamente levantamiento del lóbulo de la oreja hacia arriba y hacia el exterior, que se ve mejor de pie detrás del paciente.
Imagen cortesía de Sylvan Stool, MD.

La parotiditis en general es bilateral, pero puede ser unilateral, sobre todo al inicio. El dolor durante la masticación o la deglución, en especial cuando se degluten líquidos ácidos como vinagre o zumos de frutas cítricas, es su síntoma más temprano. Luego se confirma la hinchazón, que supera los límites de la glándula parótida por delante y debajo de la oreja.

En ocasiones, las glándulas submandibular y sublingual también se inflaman y, con menor frecuencia, la parótida es la única glándula afectada. El compromiso de la glándula submandibular aumenta el diámetro del cuello por debajo de la mandíbula y puede encontrarse edema supraesternal, tal vez debido a una obstrucción linfática por las glándulas salivales hipertróficas. Cuando las glándulas sublinguales están comprometidas, la lengua puede edematizarse. Las desembocaduras de los conductos de las glándulas afectadas en la boca están levemente edematizadas. La piel sobre las glándulas puede estar tensa y brillante.

Complicaciones de la parotiditis

La parotiditis puede afectar a otros órganos además de las glándulas salivales, en particular en los pacientes pospuberales. Estas complicaciones incluyen

  • Orquitis u ooforitis

  • Meningitis o encefalitis

  • Pancreatitis

Aproximadamente el 30% de los varones pospuberales infectados no vacunados y el 6% de los vacunados desarrollan orquitis (inflamación testicular), en general unilateral, con dolor, hipersensibilidad a la palpación, edema, eritema y calor en el escroto. La infección puede provocar cierto grado de atrofia testicular, pero la síntesis de testosterona y la fertilidad suelen quedar preservadas.

En las mujeres, la ooforitis (compromiso gonadal) se ve con menor frecuencia, es menos dolorosa y no compromete la fertilidad.

La meningitis, que típicamente produce cefalea, vómitos, rigidez de nuca y pleocitosis en el líquido cefalorraquídeo, se ve en el 1 al 10% de los pacientes con parotiditis. La encefalitis, que se manifiesta con somnolencia, convulsiones o coma, se detecta en alrededor de 1/1000 casos. Aproximadamente el 50% de las infecciones del sistema nervioso central por este virus no muestran hipertrofia de la glándula parótida.

La pancreatitis, que se manifiesta típicamente con náuseas, vómitos y dolor epigástrico de aparición súbita, puede aparecer hacia el final de la primera semana. Estos síntomas desaparecen en alrededor de 1 semana y a continuación el cuadro se resuelve completamente.

La prostatitis, la nefritis, la miocarditis, la hepatitis, la mastitis, la poliartritis, la sordera y el compromiso de las glándulas lagrimales son complicaciones muy raras.

La inflamación de la glándula tiroides y el timo puede provocar edema supraesternal, pero la hinchazón esternal es más común durante el compromiso de la glándula submandibular con obstrucción del drenaje linfático.

Diagnóstico de parotiditis

  • Anamnesis y examen físico

  • Detección del virus por cultivo tisular o transcripción inversa-PCR (polymerase chain reaction) (RT-PCR)

  • Pruebas serológicas

La parotiditis se sospecha en pacientes con inflamación de las glándulas salivales y síntomas sistémicos característicos, en particular en presencia de inflamación de la glándula parótida o de un brote epidémico documentado de la enfermedad. Por lo general, las pruebas de laboratorio no son necesarias para el diagnóstico en los casos típicos, pero se recomiendan para mantener un control sanitario.

La parotiditis también se sospecha en pacientes con meningitis aséptica de etiología desconocida o encefalitis durante un brote epidémico de parotiditis. La punción lumbar se considera necesaria en los pacientes con signos meníngeos.

El diagnóstico diferencial incluye otros trastornos y puede causar un compromiso glandular similar (véase tabla Causas de aumento de tamaño de la glándula parótida y otras glándulas salivales distintas de la parotiditis).

Tabla

El diagnóstico de laboratorio de la parotiditis es necesario si la enfermedad tiene características atípicas, como las siguientes:

  • Unilateral

  • Recurrente

  • Ocurre en pacientes previamente inmunizados

  • Causa participación prominente de tejidos distintos de las glándulas salivales

  • Parotiditis que dura 2 días y no se asocia con una etiología comprobada

La RT-PCR es el método preferido de diagnóstico; sin embargo, se pueden hacer pruebas serológicas de los sueros agudos y convalescientes por fijación del complemento o ensayos de inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA) y cultivo viral de la garganta, el líquido cefalorraquídeo, y de vez en cuando la orina. En las poblaciones previamente inmunizados, las pruebas de IgM puede ser falsos negativos; por lo tanto, los ensayos de RT-PCR se deben hacer en muestras de saliva o en lavados de fauces tan temprano en el curso de la enfermedad como sea posible.

Por lo general, no son necesarios otros estudios de laboratorio. En la meningitis aséptica indiferenciada, un nivel de amilasa sérica elevada puede ser una pista útil en el diagnóstico de las paperas a pesar de la ausencia de la parotiditis. El recuento de leucocitos es inespecífico y puede ser normal, aunque en general revela leucopenia y neutropenia leve.

En presencia de meningitis, la glucorraquia suele ser normal, pero en ocasiones oscila entre 20 y 40 mg/dL (entre 1,1 y 2,2 mmol/L), como en la meningitis bacteriana. La proteinorraquia también suele estar algo elevada.

Tratamiento de las paperas

  • Tratamiento de sostén

El tratamiento de la parotiditis y sus complicaciones es sintomático. El paciente debe ser aislado hasta que la hipertrofia glandular ceda.

La dieta blanda reduce el dolor causado por la masticación. Deben evitarse las sustancias ácidas (p. ej., zumos de frutas ácidas) que causan molestias.

Los vómitos recurrentes debidos a pancreatitis pueden requerir hidratación por vía intravenosa.

En presencia de orquitis, el reposo en cama y el sostén del escroto con algodón sobre una tira de esparadrapo o cinta adhesiva entre los muslos para reducir al mínimo la tensión o la aplicación de hielo suelen reducir el dolor. No se demostró que los corticoides aceleren la resolución de la orquitis.

Pronóstico de las paperas

La parotiditis no complicada suele curar, aunque ocasionalmente pueden producirse recidivas hacia la segunda semana.

El pronóstico de los pacientes con meningitis suele ser favorable; no obstante, pueden quedar secuelas permanentes, como sordera nerviosa unilateral (o rara vez bilateral) o parálisis facial.

La encefalitis posinfecciosa, la ataxia cerebelosa aguda, la mielitis transversa y la polineuriris son raras.

Prevención de las paperas

La vacunación con una vacuna contra virus vivos atenuados que contiene sarampión, parotiditis y rubéola (MMR) (véase también Cronograma de vacunación infantil) se administra en forma sistemática a niños de la mayoría de los países que cuentan con un sistema de salud sólido.

Se recomiendan dos dosis:

  • La primera dosis a los 12 a 15 meses

  • La segunda dosis a los 4 años a 6 años

Los lactantes inmunizados cuando tenían < 1 año aún requieren 2 dosis adicionales administradas después del primer cumpleaños.

La vacuna causa una infección leve o inaparente que no se contagia. Entre el 5-15% de los vacunados presentan fiebre > 38° C entre 5 y 12 días después de la inoculación, con aparición posterior de un exantema. Las reacciones del sistema nervioso central son extremadamente raras. La vacuna MMR no causa autismo.

La vacunación generalmente proporciona inmunidad duradera (1). Un metanálisis de gran envergadura de estudios de cohorte encontró que la eficacia de la vacuna MMR en la prevención de las paperas en niños de 9 meses a 15 años fue del 72% después de una dosis y del 86% después de dos dosis (2).

MMR es una vacuna a virus vivo y está contraindicada durante el embarazo.

Véase Vacuna MMR para más información, incluyendo indicaciones, contraindicaciones y precauciones, dosificación y administración y efectos adversos.

La vacunación posexposición no protege de la infección durante la exposición actual. La administración de inmunoglobulina contra parotiditis ya no está disponible y la inmunoglobulina sérica no resulta beneficiosa.

Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) recomiendan el aislamiento de los pacientes infectados con precauciones estándar y contra gotitas respiratorias durante 5 días después de la aparición de la parotiditis. Los contactos susceptibles deben ser vacunados, y se recomienda una tercera dosis para las personas previamente inmunizadas con mayor riesgo de parotiditis durante un brote, según lo determinado por los funcionarios de salud pública. Se carece de datos sólidos, pero una tercera dosis y medidas adicionales pueden ayudar a controlar un brote (3). Los profesionales de la salud no inmunes asintomáticos deben ser excusados del trabajo desde 12 días después de la exposición inicial hasta 25 días después de la última exposición.

Referencias de la prevención

  1. 1. McLean HQ, Fiebelkorn AP, Temte JL, Wallace GS; Centers for Disease Control and Prevention: Prevention of measles, rubella, congenital rubella syndrome, and mumps, 2013: Summary recommendations of the Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP). MMWR Recomm Rep 62(RR-04):1–34, 2013.

  2. 2. Di Pietrantonj C, Rivetti A, Marchione P, et al: Vaccines for measles, mumps, rubella, and varicella in children. Cochrane Database Syst Rev 4(4):CD004407, 2020. doi: 10.1002/14651858.CD004407.pub4

  3. 3. Marin M, Marlow M, Moore KL, Patel M: Recommendation of the Advisory Committee on Immunization Practices for use of a third dose of mumps virus–containing vaccine in persons at increased risk for mumps during an outbreak. MMWR Morb Mortal Wkly Rep 67:33–38, 2018. doi: 10.15585/mmwr.mm6701a7

Conceptos clave

  • La parotiditis causa una hipertrofia dolorosa de las glándulas salivales, con mayor frecuencia, las parótidas.

  • Los casos pueden ocurrir en personas vacunadas debido a la insuficiencia de la vacunación primaria o a una inmunidad menguante.

  • Aproximadamente el 30% de los varones pospuberales infectados no vacunados y el 6% de los vacunados desarrollan orquitis, en general unilateral; puede ocurrir un cierto grado de atrofia testicular, pero la producción de testosterona y la fertilidad suelen estar preservadas.

  • Otras complicaciones incluyen meningoencefalitis y pancreatitis.

  • El diagnóstico con pruebas de laboratorio se realiza principalmente con propósitos de salud pública y cuando las manifestaciones de la enfermedad son atípicas, como ausencia de parotiditis, parotiditis unilateral o recidivante, parotiditis en pacientes previamente vacunados o compromiso importante de otros tejidos además de las glándulas salivales.

  • La vacunación universal es imprescindible a menos que esté contraindicada (p. ej., por el embarazo o inmunosupresión grave).

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable por el contenido de este recurso.

  1. Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Mumps Cases and Outbreaks current statistics

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